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Mensaje por Admin Vie Oct 06, 2017 4:48 pm

Fabula END. Et Est Tempus Nostrum. PHASE.END (I)
«Decides esconderte de la realidad. ¿Llamas a esto soledad?»
BGM Soundtrack


Después de que resonase cierta canción en mi cabeza, el mundo tuvo su último latido y pereció ante unas palabras finales de una chica considerada diosa por sí misma. No, no fue la Diosa Mágica, solo la estupidez humana: todo lo ocurrido hasta el momento había alimentado el final definitivo, desde las desfortunas de un bando u otro, la traición de Helen, el sujeto igual a Edward, el propio, Nora, Saxor... sobre todo yo misma.

Quizás quería decir la que fuese llamada Chihiro, pero estaba claro que yo, la falsa persona basada en esta, también tenía culpa. Recuperé la consciencia, no obstante en lugar de estar en algún Más Allá, un sueño, o simplemente en la nada, me hallaba en un lugar realmente extraño al que intentaba darle una explicación teológica. Se describía como una calle de una Inglaterra, una pequeña Glastonbury del siglo pasado; las casas mantenían su encanto añejo, había empedrado en lugar de asfalto y ciertas toscas farolas apenas estaban iluminadas por gas.

Al principio escudriñé el espacio sin lograr encontrar a nadie ni nada. Era extraño que las luces de los faroles estuviesen encendidas, pero no de igual manera ningún atisbo de iluminación en ninguna de las construcciones, pero sobre todo la ausencia de sujetos naturales: no notaba ningún viento, frescor, humedades, pero tampoco calor. Se me ocurrió tocar y golpear una de las puertas de una casa tradicional elegida al azar.
-(...) ¡Disculpen, sé que no son horas, pero estoy perdida y necesito ayuda, solo algunas referencias! ¡No tienen por qué aplicar el protocolo de hospitalidad! -Mi comportamiento fue poco adecuado, incluso yo estaba decepcionada de mí misma-.

Esperé lo que me pareció un cuarto de hora sin obtener respuesta alguna. Al principio pensé que me habían ignorado como una fundadora desesperada de alguna nueva secta tocando la puerta de una casa al azar en horas tempestivas, pero no, tampoco oí ruido alguno proceder de la casa o de la naturaleza, ni siquiera murmullos despectivos. Repetí el proceso siete veces más sin obtener respuesta alguna hasta que frustrada, me senté en las escaleras empedradas en la entrada de una modesta casa.

Opté un último intento forzando la entrada a una de ellas (decisión de la que no estuve orgullosa) para descubrir que detrás de la puerta había un muro sólido sin juntas ni debilidades. Rompí una ventada para ver que ocurría lo mismo, así pues repetí el proceso en otras para observar que era igual. Seguí caminando sin rumbos a través de calles que cada vez parecían más estrechas hasta que por fin logré llegar a la que parecía una importante edificación. Estaba en ruinas, pero la abadía podría ser real.

Antes de intentar llamar al portón de madera envejecida, incluso que dijese algo o pretendiese echarla a abajo por la fuerza, esta se abrió por sí misma. En un momento así miré para ver si era obra científica, algún aparato mecánico que la abriese a control remoto, o bien un encantamiento (no pude diferenciar nada anómalo en el primer caso -dentro de lo que había visto en Ciudad Academia- y en el segundo no noté ninguna magia, símbolo o restos de ritual).

La puerta se cerró tras de mí y pronto hallé que la abadía, pese a ser genuina, presentaba una intimidante anomalía en los vidrios, sobre todo el gran circular cristal policromado ubicado bajo mis pies cuyas dimensiones se perdían en el tamaño de la bóveda principal.

Era raro como hasta el momento no podía pensar en sacar conclusiones acerca de las ilustraciones contenidas en estos cristales hasta que el portón de madera se cerró por sí mismo y frente a mí, delante del altar religioso, tomaba forma una figura antropomorfa.
-Yuka-chan, una chica inteligente como tú no debería de estar tan asustada. Es obvio del lugar dónde está, ya te habrás dado cuenta. -Sentí una mezcla entre confusión, estupefacción, tristeza y alegría cuando se dejó ver la misteriosa figura y escuché su voz-.
-Celestine-sama... yo, ¿dónde...? Tú moriste, no puede ser. -Mi reacción fue exageradamente emocional al ver a mi tutora de pie viva, sosteniendo punta abajo su espadón violeta llamado Angetlahm-.
-Es verdad que la persona llamada Celestine Courtois falleció víctima de un desafortunado incidente en una urbe extranjera alejada del camino de la magia. Pero lo importante no es lo que tú creas, lo que te pueda decir yo, sino lo que tu corazón cree. -Me fui acercando poco a poco al altar con miedo. Podría ser una trampa, pero tampoco no serlo, ser una ilusión, empero la realidad. Si había muerto, podría estar en las puertas de un Más Allá, donde Celestine había descendido para acompañarme en el viaje-.

No podía pensar con claridad usando la lógica, pues de alguna forma la misma abadía me impedía el ejercicio intelectual. Veía los vidrios llenos de ilustraciones que seguían algún tipo de epopeya, sobre un héroe que recogía una espada y salvaba a su pueblo tras hacerse rey.

La más grande, la circular plancha debajo de mí que cubría el suelo de la bóveda principal de la abadía y que poseía luz propia mostraba a una niña de apenas diez años de cabello dorado y ojos verdes reposando en un páramo cuyo escenario estaba lleno de engranajes. No pensar con lógica, sino guiarse por las emociones... por el corazón. Nunca antes me había sentido tan sola, si es que alguna vez lo habría sentido (Chihiro no era yo, yo solo era un hechizo malintencionado sobre una chica que aún estaba viva).

Intenté abrazar a Celestine, decirle qué tanto la había echado de menos, pero cada vez que subía un peldaño del altar de mármol blanco, de repente regresaba al primero. Si me guiaba por el corazón, este ansiaba que me reuniese con mi tutora, o lo más parecido que tuve como madre y que era genuino de esta falsa persona llamada Yuka.

Tras lamentarme y sentir lástima por mí misma, me levanté y llegué a una conclusión: este lugar no podía ser el mundo, pues dicho había terminado... tampoco podría ser un Más Allá, ya que en términos estrictos yo era una anomalía que no estaba viva ni muerta, por lo tanto no tenía derecho al acceso al Cielo, ni al Infierno, pero tampoco a ningún Purgatorio.

No podía vagar como una ánima en el mundo por el final de este, pero tampoco lo segundo por no ser un alma genuina. Celestine estaba muerta y su alma debía de estar con la divinidad adecuada (ya que era imposible la teoría de la reencarnación, puesto que no había mundo donde reencarnarse), solo quedaban unas ideas.

'Lo que mi corazón cree es'... la respuesta a la pregunta estaba clara desde el principio; esta farsa de chica tenía corazón, estaba en mi corazón. ¿Un milagro dado a una falsa chica que ocupaba un cuerpo que no le pertenecía? La Diosa Mágica que se presentó en Londres me dio una oportunidad de solucionar los problemas provocados, no, más bien quiso darme una oportunidad como persona viva y real dadas mis acciones.

Observé la espada bastarda violácea de Celestine, que recordé cómo en realidad era una deidad antigua de una religión perdida llamada Luceid. La Guardián de los Deseos, esta acogía la forma del deseo pedido por una única persona fiel de gran voluntad; una deidad que elegía a su dueño, no viceversa.

La joven mujer llamada Celestine me sonrió amablemente al momento llegué a dicha conclusión. De repente, mis intentos por alcanzarla dieron sus frutos y no fui devuelta a la base marmolea. Logré abrazar a Celestine, en cuyo regazo lloré como nunca antes (en mi verdadera corta existencia) lo había hecho. Sus brazos me rodearon con una cálida sensación de compasión familiar.
-[La impresión de Celestine Courtois siempre quedó en ese corazón artificial y su sacrificio fue necesario para que una alma artificial se hiciese realidad. Pero ese corazón no está completo, sigue siendo engañoso, pero para una persona con tal voluntad de hacer posible lo imposible, con deseos de conceder deseos merece ser concedido su deseo]. -Sentí una punzada de dolor en el pecho justo después de estas palabras en susurro. La espada Angetlahm me había atravesado por justo dónde estaba físicamente el corazón-.

No derramé sangre y pronto el escenario comenzó a cambiar. Celestine y su reliquia habían desaparecido, la sala se había vuelto más oscura (en realidad, era igual de oscura, solo que los vidrios brillaban más) y pude ver cómo la historia narrada en los paneles cambiaba a una tragedia en la que la heroína era asesinada por su propia hija. Aunque era una leyenda de distintas interpretaciones conocida por el popular (el Ciclo Artúrico), no dejaba de parecerse, salvando los actores, actrices y escenarios, similar en muchos aspectos a la mía propia. Era cierto, esa reliquia en forma de espada bastarda tenía la propiedad de sanar en lugar de provocar heridas.

Había una 'Arturo' que poseía una espada de fantasía (yo misma), había un fiel caballero (Edward), un poderoso hechicero que guiaba al héroe (Hanna Kokomi)... un aliado fiel que traiciona (Helen), un descendiente que mata a su progenitor (Irisu), una Dama del Lago entregando su arma (Celestine), una reliquia capaz de conceder cualquier anhelo (Luceid) ¿quién sería la hermana antagonista que se enamora del héroe al final de la historia? El cristal de la niña desconocida se rompió y caí a un profundo pozo que no parecía tener fondo. Alicia cayó en la madriguera que daba acceso a otro mundo.

Fabula END. Et Est Tempus Nostrum. PHASE.END (II)
«¿Prefieres llamarlo libertad aún cuando el mundo prefirió abandonarte y mirar hacia otro lado?»
BGM Soundtrack


Los fragmentos de vidrio roto me acompañaron un trecho en la caída hacia ninguna parte en aquel pozo negro sin fondo. Algunos parecieron que se clavaron en mí, pero simplemente me traspasaron como si yo misma fuese una fantasmal entidad (Annihilatus me daría caza si se enterase de esto). Estos desaparecieron junto el brillo de la superficie, ahora tan solo semejante a un punto en un cielo nocturno despejado.

Comencé a ver al fondo otro vidrio circular, esta vez representado por una Yuka yaciente. Me cubrí el rostro al momento del impacto, no obstante no sentí dolor (debí de haber muerto con solo el golpe), eso sí, en un parpadeo me di cuenta de que estaba en otro lugar.

Regresé a una Ciudad Academia nevada, a un mundo donde mi deseo de que todo el mundo fuera feliz era realidad. Tuve que darme cuenta yo misma que mi verdadero deseo no era ese, pues superpuse el egoísmo del resto al mío propio con el resultado de sentirme hasta molesta, sola. En ese último instante, alguien me liberó voluntariamente de ese mundo al que no pertenecía.

Seguí con la misma tónica y volví a caer kilómetros hasta destrozar otro gran vidrio circular cuyo esta vez tenía como ilustración un castillo inglés, y de nuevo, una Yuka sedente delante de un banquete cuyos asientos acompañantes estaban vacíos. Entré a 'otro mundo' (no sabía realmente si eran mundos, dimensiones, universos, sueños...), donde esta vez había celebrado una fiesta en un mundo que perecía de manera segura. La Esper Nora me había pedido entre lloros que la salvase después de haber intentado calmarla.

Desperté de nuevo en el foso infinito y seguí cayendo. Si el pozo era parte de mi corazón y un medio para acceder a las partes más recónditas de este, entonces podría esperar recordar memorias de Chihiro realmente inquietantes. El siguiente lugar al que caí fue en unas navidades pasadas de cuando esta erudita era aún una inocente niña de familia de bien. Este 'mundo' me dio la llave al por qué de varios eventos y comencé a dudar si realmente yo era tan farsa como pretendía ser, pues estuve con Chihiro al mismo tiempo, es más, la salvé, pero al hacerlo descuidé a su hermana y he aquí los resultados en Londres. Había interferido en la Historia y provocado, quizás, el final por solo el mero hecho descrito (¿efecto mariposa?).

Terminé en 'otro mundo', esta vez parecía el desenlace de todo. Un mundo ya muerto con una única sobreviviente llamada Irisu, que por egoísmo de su madre tenía que soportar una vida vacía y solitaria. No sabía muy bien cómo la chica llamada Irisu habría acabado convertida en Diosa Mágica, o cómo fue capaz de que Chihiro en cuerpo de AYM tuviese acceso a ella (podían ser los eventos de otro mundo en donde Yuka la maga nunca había existido y el viaje lo había protagonizado la Chihiro original con dicho cuerpo), pero la muchacha requería de algo importante y pretendí evitar su sufrimiento, cumplir una promesa... evitar un final que no pude contener para que tuviese un descanso definitivo.

La segunda parte se cumplió (que no cumplí), pero la primera quedó solucionada por otra persona. Tuvo que llegar una Diosa Mágica para reparar todo el entuerto, no, mejor dicho aprovechó la ocasión y el final de la interferencia de una rival (la Diosa Mágica Irisu) para moldear el mundo a su antojo. Dicho de otro modo, al final todos y todas estábamos rendidos a la llamada divina providencia y al Destino, solo piezas de un juego desde que el mundo es mundo.

Aquel foso sin fondo parecía ser inagotable, ¿tan complejo era mi corazón? Seguí observando cómo descendía cada vez a mayor velocidad sabiendo que posiblemente desde el principio no estaba muerta ni viva, pues para ser una farsa resultaba sentir el miedo y la sensación de peligro al viajar mi cuerpo contra superficies desde una extrema altura.

Delante de mí pude observar a lo lejos cómo se aproximaba un nuevo vidrio circular. Tuve que caer metros y metros para poder distinguir que este carecía de iluminación y cuyo translúcido cristal multicolorido dejaba ver un suelo empedrado como el de la misma abadía. Parecía que por fin llegaría al final, quizás sería el definitivo para mí: este cristal mostraba la imagen de una chica de instituto desharrapada, sentada en una especie de trono, cabizbaja y triste. Lo que más destacaba era su brazo siniestro, ya que en su lugar tenía el de una bestia.

Iba a prepararme para el doloroso impacto que me destrozaría físicamente y daría por finalizada mi existencia. Fue extraño, ya que en lugar de eso había acabado por parpadear para ver que estaba de pie en un páramo. No fue hasta que me levanté que pude escudriñar el 'último mundo' al que fui a parar. Se distinguían claramente ruinas de lo que fue en algún momento una gran ciudad, incluso una profusa grieta que en otro momento pudo haber sido un río caudaloso, hasta un puente imposible de cruzar por la falta de su parte intermedia.

Hacía frío, demasiado, hasta el astro Sol parecía derrotado escondido detrás de unas nubes que no dejaban ver qué había detrás de ellas; pese al gélido ambiente seco de solo viento, habían pequeños lagos de magma aún sin enfriar que invitaban a acercarse para reponer fuerzas. Había una fina película de nieve y hielo que cubría algunos tramos, parecía un 'mundo' similar al que vislumbré en aquel futuro engañoso al que prometí a la única superviviente darle el derecho a no existir.

No me di cuenta de qué ciudad se trataba hasta que vi erigirse una torre cuya parte superior estaba a un lado, en el suelo, y esta a su vez estaba tan escorada como la Torre de Pisa. Pese a parecer unas ruinas, la peculiar arquitectura anglosajona londinense parecía estar adaptada a los nuevos tiempos. No perdí el tiempo, y una mezcla entre curiosidad, desesperación e instinto de supervivencia me hicieron acercarme para ver qué ocurría, o por lo menos ubicarme.

Fabula END. Et Est Tempus Nostrum. PHASE.END (III)
«Muchos gritos claman libertad, pero en vano caen en el vacío»
BGM Soundtrack



Conforme me acerqué al lugar, noté como si alguien me estuviese observando desde alguna parte. No me equivocaba, ya que tan solo fue poner pies sobre la zona de interés, aparecer de alguna parte, desde detrás, una vieja conocida. No creía lo que estaba viendo en aquel momento, una pequeña maga santa vestida de maid color negro armada con una lanza púrpura... Ayaka Saki.

Recordé efectivamente y sin lugar a la equivocación a través de la persona llamada Chihiro (ya era consciente de que nunca fui esa persona) que fue fulminada por el gemelo temporal de Edward mediante cierto sortilegio, quien empleó a Kokomi para provocar la tragedia.
-Atrás, malvada sombra Nephilim. No pensé que fuesen a usar ciertas artimañas tan rastreras. -Saki parecía confundida sobre mi aparición y reaccionó de manera violenta, aunque no hostil. Era como si en 'ese mundo' la muerta fuese yo y no ella-.
-(...) Nunca pensé que la anima de Ayaka-sama fuese utilizada como medio de pesadillas. -La tomé por sorpresa cuando la abracé. Ella formaba parte de mis recuerdos reales como Yuka (o quien quiera que sea en realidad) y no prestados de Chihiro, sombra, ilusión o trampa, no pude evitar que mis sentimientos de nostalgia me arrastrasen a ello entre unas gotitas de felicidad-.
-Tú eres real... Pensamos que estarías muerta como el resto tras el Advenimiento. Ya veo, solo fue una ilusión bien organizada por tu inteligencia para hacernos creer que... -Después de que soltase su lanza-reliquia, la maga comenzó a elaborar hipótesis lógicas y posibles, sin embargo enseguida la corté y corregí-.
-Me gustaría que fuese así, pero Ayaka-sama, no soy la Yuka-chan que conociste, al igual que tú tampoco eres la Ayaka-sama que yo conocí. Quien tú conoces está muerta, pero a quien yo conozco también lo está. No obstante, en alma seguimos siendo esas personas que quisimos. -Intenté explicar la situación con la teoría de la reencarnación (sería complejo hablar sobre un posible viaje en el tiempo/espacio desde la perspectiva esotérica, si esto al final no era un sueño, claro está), donde no importa qué mundo, al final las almas cercanas siempre terminaban reuniéndose de distintas formas-.
-Si no eres Yuka-chan, ¿quién eres? -Aún sin perder la alegría de haber conocido a alguien similar a una persona querida, Saki había hecho la pregunta que más temía-.
-La misma, pero otra persona, ...es complicado de responder. Pero eso no es importante, ahora necesito que me expliques qué ocurrió en 'este mundo' para intentar buscarle solución. -Eludí la pregunta a la que tendría posiblemente que responder muy pronto. No era capaz de mentir, pero tampoco iba a poder ser capaz de responder de manera clara sin rodeos-.
-Quien sabe mejor de ello es Arisa-sama, pues ella nos salvó del Advenimiento. Pero no pudo amparar a más, quizás puedas ayudarnos de alguna forma Aya-san, ¿has dicho otro mundo? Vamos, te llevo con Arisa-sama, puede que le des una grata sorpresa a Kokomi [una pequeña broma en estos momentos sería beneficiosa]. -Conseguí evitar contestar a la cuestión, pero acabé por que se interesase por otra. Menos mal que optó por llevarme a la persona que lideraba a los supuestos supervivientes-.

De camino en dirección a las ruinas de la Torre del Reloj, anteriormente llamada Big Ben, comencé a cavilar e intentar unir las piezas de un rompecabezas que recién empezaba a tomar forma. Al parecer, 'este mundo' tuvo los resultados inversos al que yo acostumbré a vivir: las personas que debía de estar muertas (por ejemplo, Hanna, Saki, inclusive Arisa, etc.) estaban vivas, y las supuestamente vivas habían perecido (solo sabía de mí misma, pero era suficiente información). Alguna diferencia importante habría provocado una cadena de eventos radicalmente diferente, pero aún no alcanzaba la solución al enigma (otro más, como el pendiente sobre qué eran 'esos otros mundos').

Acompañé a Saki hasta lo que parecía un castillo improvisado. Las ruinas del Big Ben se habían convertido en un pequeño refugio que albergaba los últimos supervivientes de este mundo, así como a los fallecidos en un monto de tumbas (me fijé que faltaban algunas, como la de Helen o el chico rubio llamado Saxor. La mía y la de Edward sí que se encontraban allá mismo), los cuales pensé que serían muchos más, pero solo estaba allí visible la maga santa hada llamada Hanna Kokomi, que a diferencia de otros momentos llevaba unas ropas oscuras de cuero prácticas, pero poco religiosas, mientras su cabello era corto y parecía enmarañado por el paso del tiempo. Su brazalete-reliquia reluciente parecía oxidado y echado estéticamente a perder.
-... Kokomi-sama, me alegra mucho de verla bien. De verdad que sí. -Reaccioné de similar forma que con Saki, incluso ya sabiendo y habiendo asimilado que ellas no eran las que yo conocí y qué tanto amistad tenía-.
-Saki, no deberías de jugar con mis sentimientos. Yuka-chan murió en el Advenimiento junto con Edo-chan y los demás. -Entendí que el término Advenimiento hacía referencia a los sucesos que acabaron con el mundo. Por lo visto, aquí se llegó al límite, pero el final nunca se cumplió dando como resultado un final agrio que bien puede describirse como más cruel que el otro-.

Sin embargo, la que destacaba no era ella sino una chica de preparatoria joven y desarrollada sentada con las piernas cruzadas sobre una especie de trono improvisado con unas piedras (cascotes constructivos) colocados de determinada forma. Su brazo izquierdo era distinto, se veía como el brazo de un demonio: rojizo y negruzco, antinatural y con garras intimidatorias. Su cabello no dejaba de estar en peores condiciones que el de Hanna, empero su expresión fría y apática falta de humanidad fue lo que más me alarmó.
-Así que aún estabas viva, Dama de las Nieves. Nora me ha llegado a hablar de ti como una figura heroica, no quiero ser hostil contigo, pero no cumpliste con tu tarea: este es el resultado, un mundo que solo existe para perecer lenta y dolorosamente. Incluso siendo el Demonio ahora, este Infierno es más de lo que podré soportar. En este lugar solo restamos nosotras, pero al final solo quedamos en este páramo junto con este cúmulo de sentimientos negativos. Dime Dama de las Nieves, ¿huirás otra vez de tu deber o solucionarás el problema? Pero qué digo, solo me estoy desahogando, después de todo aquí ya no hay solución. Puedes quedarte si quieres, hasta te puedo maldecir para mantener la vida en este asolado mundo. -Arisa se desquitó conmigo, aún así lo hizo sin apenas mostrar atisbo emocional alguno. No sabía cómo una Esper podría haber terminado así, pero lo que estaba claro que ella misma era el problema-.

El antagonista y ángel caído cristiano residía ahora en el cuerpo de Arisa, pero lo más impactante era por qué era capaz de actuar distinto a un autómata alado. Puede que tuviese que ver con que ella originalmente era una Esper con una habilidad sobrenatural demasiado peligrosa y poderosa, ya que la Yuka original tampoco fue una maga, solo una Esper cantante.

La otra posibilidad era que el Demonio estuviese fingiendo, después de todo, este era un maestro en ese caso y un rey erudito (la serpiente siempre ha representado en otras culturas al conocimiento)... incluso quiso convertirme en su sierva eterna y corromperme de alguna manera tal como hizo con Kokomi y Hanna (la serpiente que ofrece la fruta prohibida). Ya entendía por qué estaban siendo tan sumisas las dos hadas a esta demonio.
-No es necesario, ya que no voy a huir. Prometo que salvaré 'este mundo', mejor dicho, que os salvaré. He cometido algunos errores, pero tengo que hacerme cargo de este nombre, Dama de las Nieves, que una chica sin esperanzas creyó y creó. -Otra promesa más. Pero esta vez la iba a cumplir sí o sí, no por el mundo, sino por una chica que posiblemente el mundo intentó desde su nacimiento acabar con ella. Cualquier alquimista que se precie, su máximo indistintamente del fin es desafiar al Destino y hacer de la realidad su propia realidad-.
-...Haz lo que quieras, Dama de las Nieves. -Arisa reaccionó fríamente, pero sonó con un tono de desdén que dejaba entrever 'mientras no me molestes, no seré hostil contigo'. De alguna forma, Nora había influido en Arisa, y aunque era el Demonio, mantenía la imagen divina ficticia de mí y le podría estar haciendo que actuase sin subestimarme, tal como haría una casidiosa con otra competente casidiosa-.

En toda la conversación, Saki había estado jugando a pinchar con su lanza una caja de cartón que originalmente era para un pequeño microondas (esos aparatos que calientan la comida sin fuego ni magia). Esta se había tambaleado varias veces y se escuchaban gruñidos del interior, posiblemente la santa había atrapado cruelmente a algún Nephilim o sombra y se pasaba las horas matando el tiempo con dicho pasatiempo.
-Oh..., espera. Si tú no eres Yuka-chan, pero sí lo eres, entonces el Hentai-sama-mascota que atrapé ayer era en realidad... Perdón, lo siento, no volverá a pasar [por ahora]. Pero un Hentai-sama sigue siendo un Hentai-sama aquí y en otro sitio, es una especie animal de la familia de los roedores, como las palomas y las ratas. Aya-san, te lo presto para que lo uses adecuadamente y a ver si le sacas provecho. Por ahora solo me ha servido para jugar a la piñata. -Saki abrió la caja de un corte fino (la tenía empapelada con cinta aislante y algún que otro hechizo de restricción realmente temible) y reveló un contorsionado Edward de traje albino. Pude escuchar crujir su cuerpo para ponerlo otra vez en su sitio-.
-Edward-san... me alegro mucho de que estés bien. Estaba preocupada porque cuando todo pasó no estabas en nuestro frente, pero, espera ¿De verdad eres el Edward que conocí en Ciudad Academia? Ya sabes, lo de Celestine no fue tu culpa. Tengo un plan en mente para salvar a esta 'pobre gente' [te habrás dado cuenta de que algo no anda bien en Arisa, por suerte parece que no te has corrompido. Comienzo a pensar que ese gemelo tuyo maligno fue fruto de esto mismo]. Ven conmigo. -Sentí una ola de emociones positivas cuando salió de aquella caja el mago que parecía conocer y de mi mundo. No iba a preguntarle cómo había llegado hasta aquí, aún menos cómo fue estar durante un día completo en una caja de microondas bajo pinchazos de Saki, sentimientos a parte ya comprendía qué pasaba y cuál era la solución a 'este mundo'. Lo primero era alejarnos de las inquisitivas miradas de la triada demoníaca, para ello lo forcé a agarrarme de la mano y lo arrastré un trecho por el yermo helado hasta perder de vista las nombradas. Eso que hizo Chihiro debía de estar escondido, incluso en este mundo, en el mismo lugar en que lo dejó; Nora debía de ser salvada desde el principio-.


Fabula END. Et Est Tempus Nostrum. PHASE.END [BEGIN]
«Estoy sola otra vez regocijada en mi dulce serenidad. Solo estás tú para contestarte a ti misma»
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Mensaje por Admin Vie Oct 06, 2017 4:49 pm

Un hombre caminaba por los restos quemados de Londres. Sus pasos se veían imprecisos, y se encontraba pensativo. No sabía si había logrado lo que buscaba. Solo podía ver un mundo en llamas, una prueba más de que sus acciones no tenían ningún destino fructífero. Pero eso ya lo sabía. Lo había sabido desde hace mucho.

Pasó junto a dos cuerpos. Aunque estaban muy maltrechos por la caída, ellas dos se habían mantenido abrazadas hasta el mismísimo final. Apartó la vista de ellas y observó un anillo que llevaba en su mano derecha. No lo había soltado en todo el camino. Volvió a cerrar la mano y abrió la puerta que daba a la torre. Algunas veces había pensado en rendirse. Incluso hasta ese instante, había pensado que ya lo había hecho.

...Pero si estaba en esa torre, y con ellos allí arriba, quería decir que no se había rendido en ningún momento.

Music:

Mi cabeza daba vueltas. Oía las burlas de Akuma, pero mi cabeza estaba demasiado centrada en recolectar el conocimiento contaminado. Todo lo que estaba leyendo intentaba pudrirme el cerebro, pero al menos intentaba que mis planes se mantuvieran en su sitio. Solo me concentré en eso, casi como una máquina. Y cuando mi función estaba cumplida... Casi habría jurado oír un cristal rompiéndose.

Empecé a oír voces. Podía ver los labios de mi enemigo moverse en el suelo, pero el sonido que salía de él se mezclaba con el del resto de voces. Las voces incluso parecían querer colocarse por encima de cualquier otra información que viera. De hecho... las voces eran frases que había leído en los tres grimorios que leí.

Una chica más se presenta. ¿Quién era...? Me sonaba de algo... pero cuando intentaba recordar, solo se producía estática. Era como si mi cerebro estuviera saturado, y no fuera capaz de procesar nada más que los grimorios, y el resto se convertía en ruido.

T̍̅̓ͤ̌̐ͯ̎҉̳̜̩̙̰̗̹͍͟a͍̪̣̪̥̩̫̓͊̏͂̊̀̕n̨̼̬̘̭͍̼̘̏ͭͦ̄ͬ̌t̠̗̜͔͍ͬͭͦ͢͡o̶ͮͫ͏̻͖̖ ̷̢̬̣͌̀̐̈́̋͊͢l̬̠̲͇͎̗̓ͨ̀͛ͪ̃̍ͅa̲̙͂̄͂͝ ̲͕͎̞͈̘͌̉͢͞R̡̡̤̺͎̦̖̂̂͋́͗̀e̶̴͈͕͓̔ͬͥ̍i̫̟̦ͬͦ̈́͗͊̋n̳̬̼̖̰̬͈ͭ̄͜ä̸̴̜̺̩̪́̽̒ͧ̂ͥ̕ ͇͙̜͎̌̂͗̔͗̓͑ͧͥ́͟͡R̶̺̬̪̤͔̞̠̲͓̉̾̌̌̚o̶͓͈͉̥͇̭̦ͯ̈́̏́̋ͤ̅j̡͕̗̰ͮ̇̄̆͑ͩ̿ͨ̚a̛̬̝̮̻̰̟̭ͣ̋ͭ͐ ̷̗̜͎̗̳̱ͤ̔̽͂̈ç͙̮͙̺̠̺̙͛̅͐͐̾͂ͩơ̷̫̫̰̜̞̆̊͌̎̀͒̒̀m̻͉̾ͯ͌̋͌̕͟o̥̝̥̰̻͛ ̷̦̩̪͒ͣ͗͂̋̍̕l͎̫̮͖͇̜̉̅ͩ͒ͫ̏̈́̀ͅá̦͙̥̹͗͂̊̐͂̈̈́ ̧̳͉̟͔͍ͭ͆ͣ͘D̙̮͌̂̓͌a̛͈̗̜͕͔͐̐̑ͧ͜m̵̞̻͍͈̥̩̀̈́ͬͨ̍ͨ̚͢å͎̰̳ͫ͆͌ͧ̎̊̀ ̠̯̗͖̝̗̺̲̺̐ͬ̅̒͂̿ͮ̚d͍̟ͩ̂͛ͩͦͬ̒̃͝e̶̥͍͕ͤͬ̅̌̍ͨ ̛̹̜ͫ̒̽͗̉ͦ̈̋͢l̺̲͕̍ͮ̇ͭ̑̀ȁ͚̣̣̓͐ͧ͞͝s̹̫ͬ͢ ͉̥ͧ̍̐̄͒͞n̪͓͙̓̈́̈́͞͞͝i̬̖̞̦̦̙̱͚͒̈ͣ̾͑̆̾̓͡ȩ̶̣̘̺͉̰̗̝͖͓̌ͪ̄͐́v͖͕͕̄ͫ̀͜͠e̱̫͎̖̝̗̹̒̉̌͞s̳̲̦̒̅͗͞ ̮̼͎̬̘̙̹ͪͪͧͩ̈́ͪ͊̄b̲͉̟̓̑ͦͅl̾͑͛҉̝̰̖ͅặ̯͕͋̈́̏̐̊͋ͭn̴̤̤͓ͣ͋̊̆͗̽͋̀d̢̹̤͔̹͔̟̺ͨ̉̔̈͗i̢͔̮̘̬͇͇̩̿̎̓͘ͅẽ̼̺̦͍͍̜̺̩̻͑̿̏̓͒̃͛́͜͜r̛̘̪̫̈̃͟ǒ̢͈̺̥͔̙͉͐ͦ̾ͣͨ̅͐̈ͅn̛͚̼̼̙̗̖͈͔ͥ͑͌̅ ̴̼̬̠̞̭͎̏͂ͥͯ̂́ͣ̏͡ͅl͖̬̘̬͉̮̉̊̀̌̾͟͞͝a̧̯̦̘̣ͬ͌̀̈s̷̢̭͔̖̯͈̺͚̠̰̏̊͋̽̿̍ͭ̂ͣ́ ̶̮͖̙̹̖͕̓͂̂e͈̭̞̬͔̠͍͎͕ͪ̔̅͞͠ş̷̘͚̳̲̪̈p̻̳͚̜̦͎͖̖͕̓̉ͮa̹͔̿ͨ̏ͣ̔͑́̍̀d̢̙̣̳ͬ͛̈́ͦͣ͂̚a͈̳̝͔̖͔̠̎̊̈́ͭͪ̄̐̀͡s̛̳͔̗̠̜͙̳͓̔͗ͅ,̧͙͖̲̩͖̅̀̔̈͂͞͠ 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Agh... Las voces seguían. Ya entendía lo que era... Ahora comprendía por qué el conocimiento de los grimorios corrompía la mente. En esos libros estaba escritas unas palabras que la mente se negaba a aceptar. La magia cambia las reglas del mundo... Y si te enseñan un esquema que rompe completamente todo lo que ves, oyes y piensas, aquello no lo puedes aceptar, y acaba rechazándose. Todo el dolor de cabeza era una lucha interna entre aceptar lo que eso contenía y rechazarlo porque era imposible de entender. Era el dolor de la ignorancia siendo aplastada, y con ella los órganos internos. Por eso se necesitaba tener mucho conocimiento sobre magia para que los grimorios no te destrozaran... Era habituar la mente a un nuevo marco de conocimiento. Cuanto más conocieras, más patrones comunes reconocerías en la nueva información... Y por tanto, era más sencillo que el cerebro lo aceptara.

Pero al final... Todo había servido de algo, ¿no? Me forcé a no escuchar las voces de mi cabeza, y a pensar que había logrado algo... Ese algo era haber eliminado a la mayor amenaza para la humanidad. Ese demonio que podía considerarse la Bestia en algunas historias. Y por ello sabía que podía cumplir con lo que dijo Chihiro antes de morir... Cuidar de la dama de las nieves... Cuidar de Yuka.

Pude ver cómo todo se oscurecía poco a poco. El cuerpo interte de Akuma desapareció primero, y...

***

Music:

Subió los últimos escalones de la torre, y se quedó justo en el marco que daba al interior. Se sorprendió bastante al ver que la mano de Edward Baskerville se posaba en la de su gemelo, cayendo el de traje púrpura al suelo. Se mentiría a sí mismo si dijera que se esperaba el resultado, pero sí que había reorganizado las piezas para que al menos existiera la posibilidad de ganar. Entre derrota asegurada y victoria casi imposible, había escogido lo segundo.

Oyó los pasos de las escaleras, así que se apartó para dejar pasar a la Dama de las Nieves. Al minuto Chihiro y Akane se estaban enfrentando entre sí. Volvió a colocarse en la puerta, y ver cómo se desarrollaban los acontecimientos. Se llevó una mano a la cabeza. ¿Cuántas veces se había repetido el ciclo...? Arisa y Akane habían muerto ya. Empezó a caminar al interior de lo que quedaba de la sala donde se encontraban los demás, y miró hacia donde se debía de haber encontrado el Puente de la Torre (aunque claramente ya no existía).

¿...Por fin te has decidido a reescribirlo? Has tardado más de la cuenta...—soltó un suspiro cargado, aunque nadie de allí parecía verlo u oírlo.

Si se pudiera describir de alguna forma, se podría considerar que se encontraba en "otro plano". Desde el centro de donde estaba mirando, una oscuridad se expandía a increíble velocidad. Todo estaba siendo tragado por ella y desapareciendo. Apenas tardó unos segundos en llegar a la cima de la torre, y empezó a tragarse a la gente uno a uno. Pero Willard Wright chasqueó los dedos antes de que tocara el cadáver de "TRUE Edward". el primero fue envuelto en un contorno resplandeciente, y con Edward pasó lo mismo unos segundos después. Nora fue la última en ser tragada, quedando solo ellos tres: Los dos Edward, y Willard.

Sería un problema que rehiciera el mundo existiendo vosotros dos a la vez...—caminó otra vez en ese mundo oscuro, pasando de largo del Edward de blanco y quedándose frente a los restos del de morado. En ese momento, aunque por separado se encontraran en estados diferentes, como una sola "persona", se encontraban vivo y muerto
a la vez—¿...Cuántas repeticiones han pasado ya? Incluso aunque ella rehiciera el mundo, habrías permanecido. Ni siquiera yo esperaba este milagro...—cerró los ojos. Era difícil decir si estaba irritado o sereno—Pero parece que tu derrota se resume en un simple detalle... Acabaste olvidando la función de un peón—miró el anillo mientras hablaba, dándole la vuelta y se lo guardó en el bolsillo—Un peón debe adentrarse en las filas enemigas... Y luego promover a una pieza poderosa para asestar donde más duele. Es increíble que lo hayas olvidado cuando hiciste exactamente lo mismo.

¿Cuántos jugadores había en el tablero? No, aquella no era la primera pregunta que había uno de hacerse... ¿Quién lo había abierto en primer lugar, y quiénes eran los jugadores originales? Edward le había arrebatado el puesto a uno de ellos, pero era la primera partida. Eso lo contaba como un jugador desde prácticamente el principio. El que siempre se había encontrado en el otro asiento... Era él.

Pero se cansó. No se veía capaz de ganar siguiendo las cosas así. Por ello abandonó su puesto de jugador y se juntó con el resto de piezas... O al menos, eso es lo que parecía a ojos de Edward Baskerville. Mientras otro jugador ocupaba su lugar, él seguía haciéndose pasar por pieza, buscando la más mínima oportunidad para remontar la jugada y ganar de una vez por todas. Y aquel era el resultado, después de tanto tiempo.

Y pensar que nadie llorará tu muerte por tu culpa...—suspiró una vez más. Entonces, volvió a alzar la mano—Adiós, viejo amigo... Jaque Mate—Chasqueó los dedos una última vez, y el brillo de los restos de "Akuma" desapareció. Apenas tardó un segundo en desvanecerse el cuerpo también. Sólo quedaban el Edward Baskerville de traje blanco, y el malhumorado detective.

Pero unos minutos más tarde, pudo verse un brillo a lo lejos. Esa luz se expandió a todas partes, y al disiparse el mundo se rehízo de nuevo. Volvían a encontrarse en el Big Ben, esta vez como si no le hubiera pasado nada. Los grandes mecanismos seguían moviéndose sin ningún problema. Aunque desde allí no se podía ver, un enorme castillo flotaba en el cielo, y en él se encontraban casi todas las personas del mundo. Pero ninguno de los dos estaba invitado. ¿...Quién estaba acompañando a Yuka en el baile, entonces?

Respecto a ti...—observó a Ed, que aún se encontraba de rodillas. No parecía haberse percatado de lo que había ocurrido. Sólo tenía la única mano que poseía en la cabeza, murmurando párrafos de libros prohibidos. Su cabeza estaba bastante destrozada. Pero más que completamente perdido... Solamente se estaba esforzando para mantener su sentido de la identidad, lo que le impedía concentrarse en lo que ocurría en su exterior.

En un instante la torre volvía a parecer casi destrozada: había ocurrido otro cambio en el Mundo. Y sin embargo ellos seguían intactos, como si ni el tiempo ni el espacio cambiaran para ninguno de los dos. Willard chasqueó los dedos una vez más, y un brazo nuevo apareció donde debería de haberse encontrado el corte. Casi como si nunca se lo hubieran rebanado. Y entonces...

***

Music:

Hey, espabila de una maldita vez.

¿Eh...?—de golpe, las voces frenaron. De hecho, ni siquiera recordaba lo que decían...

Miré a mi alrededor, extrañado, para encontrarme todavía en el Big Ben. O al menos, eso parecía. El suelo estaba inclinado, y sobre nuestras cabezas solo estaba el cielo azul. Dije "nuestras", pero ya me encontraba solo, y el único que estaba allí era Willard. ¿Dónde estaban los demás...?

¿...Qué ha pasado?

Ganaste. Ahora tu doble está muerto. Respecto a esto... Aún quedan algunos cambios, pero el mundo se restaurará dentro de poco—¿...Hablaba en serio? ¿Podíamos vivir un día más...? Me llevé una mano a la cabeza, para darme cuenta de que había recuperado también el otro brazo. No entendía cómo, pero eso no importaba por el momento.

¡...Genial!—me levanté, eufórico de vivir. Podría celebrarlo con Yuka, Willard... Y también ligar un poco con Viola, claro. Aunque también habría que hacer un funeral para Kokomi y Saki...

No tan rápido. Este no es precisamente el mismo mundo que dejaste—Arqueé una ceja sin entender lo que estaba diciendo. ¿Cómo que era distinto...? —Pero tu amiga debería estar por aquí. Ven fuera—se dio la vuelta y caminó hasta la salida, empezando a bajar.

¡Espera!—corrí hacia las escaleras, pero al llegar las vi completamente vacías. ¿Dónde se había metido? En cualquier caso... debía comprobar dónde estaba, y así poder buscar a los demás. Bajé los escalones con paso acelerado. Pero apenas pude bajar unos dos pisos cuando una chica se puso frente a mí, apuntándome con su lanza.

Quieto ahí. Ya decía yo que había oído ruidos aquí arriba—era una joven con ropa completamente negra de sirvienta. Entre su vestimenta y la lanza púrpura que llevaba, pude darme cuenta de que era una de mis compañeras...

S...Saki...—mis ojos se abrieron como platos. La última vez que la había visto, mi "doble" la había hechizado para arrojarse por la ventana... Y ahora estaba viva, frente a mí. A pesar de todas las veces que se había metido conmigo, ver una cara cercana después de haberla visto morir me dio un vuelco de alegría. Iba a abrazarla, pero movió la lanza de tal forma que casi me arranca un ojo.

Music:

Un Nephilim con la forma de Hentai-sama... Después del Advenimiento, esto parece una de las plagas. Está empezando a contagiarse y haciendo más Hentai-samas... no puedo imaginar un futuro peor.

Wait, ¿de qué hablas? Soy Edward, no es ninguna plag-

No dijo nada más ni me dejó terminar. Con un movimiento tan rápido que no podía percibirse por el ojo humano, manejó la lanza de tal forma que me golpeó en 20 lugares del cuerpo, y luego me dejó inconsciente de un golpe en la cabeza.

***

Agh... Me duele todo...

Recuperé el conocimiento, y me encontraba completamente doblado y comprimido en un espacio cerrado y estrecho. Solo podía ver la luz de unos agujeros saliendo por encima, pero no podía moverme. El espacio era tan estrecho que me preguntaba cómo rayos me habían doblado para meterme allí dentro. Y no pude pensar en dónde me habían metido cuando noté un pinchazo, lo que me hizo soltar un pequeño grito.

Me intenté mover todo lo que podía, pero solo recibía más pinchazos. Las voces de mi Jefa y Saki se podían oír a través de las paredes de cartón... ¿Me había metido en una caja? ¡¿Pero qué clase de manía tenían de meterme en esas cajas?! Me puse a gruñir de la rabia, y me zarandeé una vez más, sólo ganando más pinchazos.

Estuve durante aproximadamente un día recibiendo pinchazos, sólo parando cuando ella se iba a explorar, a dormir, o abrir la caja un segundo para darme de comer. Me estaba tratando como una mascota... No, peor, como una piñata. ¿¿¿Pero qué le había hecho ahora??? Pude oír más voces, entre ellas la de una chica (que no reconocí) y... ¿Esa era...?

Oí cómo hacían un corte en la parte superior para abrir las tapas. Pof fin en bastantes horas pude ver la luz, y al ver que había apartado la lanza, no tardé un segundo en intentar salir. Todo mi cuerpo crujió, y mis extremidades estaban completamente dormidas.

¡A-agh! Por fin... ¿Se puede saber qué rayos se te pasa por la cabeza?—moví los brazos para ejercitarlos, aún con los pies sobre la caja. No volvía a acercarme a una caja en mi vida. A los segundos volví a oír la voz por la que me había vuelto a activar... Sí, era Yuka, justo allí. A pesar de que Willard me dijo que andaría por aquí, no fue hasta que la oí y vi con mis propios oídos y ojos que lo confirmé de verdad. Estaba viva... Menos mal... Aunque también dijo algo de Arisa (que al mirar hacia atrás, pude verla sentada en un trono, y me daba una sensación y escalofríos peor que la de mi "gemelo malvado")—Sí, soy yo... Lo último que recuerdo es matar al otro... ¿Qué es este sitio...?

Hablé en voz baja para que no se enteraran demasiado de lo que decía. Parecía que las celebraciones estaban de más aquí.

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Mensaje por Admin Vie Oct 06, 2017 4:49 pm

Fabula END. Et Est Tempus Nostrum. PHASE.END (INTERLUDE:IV)
«Hace mucho tiempo fui quien observó tu presente, pasado y futuro»
BGM Soundtrack


No se hizo de esperar la reacción curiosa de Saki cuando agarré de improviso la mano de Edward y lo forcé a seguirme el paso, mientras que a la par intentaba explicarle brevemente el motivo de la inesperada reacción ante la supuesta triada demoníaca. Mejor era para nosotros que ellas creyesen en la típica escapada romántica, aunque la realidad era bien distinta.
-No me digas que... Aya-san, yo dejaría de inmediato a los Hentai-sama, son una especie que corrompen la mente de las más distinguidas damas. Aunque entiendo que no tengas más para elegir. -Hanna parecía divertirse con la situación creada, Arisa seguía inexpresiva y fría, pero Saki con una expresión entre incrédula y confusa me advirtió de los peligros de iniciar una relación seria con un sujeto hipotéticamente pervertido alejado de la mano de Dios (más fácil para nosotros que creyese eso a que comenzase a sospechar)-.

Pese a no importarme ir de esta última manera con Edward, separé inmediatamente mi mano de la suya 'fantasma' (me di cuenta del detalle que tenía las dos), pues a él sí que le debía al menos de molestar. El viaje en el que deambulamos por páramos inhóspitos y ruinas que debían de ser Londres fue relativamente muy corto gracias a mi condición de hechicera, pues a cada largo trecho que atajábamos regresaba a darle la mano a mi compañero mago.

No descansaba por tema fisiológico para recuperar el aliento ni tampoco lo hacía por restaurar mis energías esotéricas, ya que era poco el esfuerzo para tal movimiento, empero tenía que hallar entre mis recuerdos de Chihiro el lugar propiamente dicho. La sensación que tenía era extraña: parecía rememorar que estuve antes allí, aún así cada esquina reconocible en estos recuerdos ajenos (ya sabía que yo no era Chihiro, tan solo tenía sus recuerdos y una personalidad basada en ella) me era como la primera vez que las visitaba. La sensación era tan interesante, escamosa como horrible.

Con el tiempo llegamos al lugar que buscaba desde el principio. En mis recuerdos aparecía alejado del espacio anglosajón, en el medio de algún denso bosque verde y cerca de un pequeño afluente que debía de alimentar el río londinense. No obstante quedaba tan solo la huella fósil de dicho caudal de agua y en lugar de una arboleda solo restaba un lecho frío de tierra madre infértil.

Por fuera, el complejo de edificios conformado por uno central cuadrado y un anexo en forma de pequeña capilla parecían haber soportado el Advenimiento (o como lo llamaban las habitantes de este mundo muerto), incluso los sillares de piedra rectangulares que las conformaban mantenían su tono cálido color arenisca.

El supuesto afluente hacía las veces de suministro de agua potable y actuaba como una línea ley de la que se aprovechaba su energía para las actividades mágicas de manera ininterrumpida, pero su principal función era la de defensa natural, no solo por ser un obstáculo físico (solo había una entrada, y esta estaba tras cruzar un puente que separaba un lado del de donde estaba este complejo aparentemente educativo), sino por ser una poderosa barrera mágica invisible ante las agresiones y curiosidades del exterior cuyo origen del hechizo lo tendría la directora del centro.

En términos mágicos, podría decirse que aquí no había nada a ojos insensibles a la magia (incluso estos lo tendrían complicado). No sabía si alegrarme o cómo reaccionar, pero la barrera mágica seguía vigente... incluso más potente de lo normal, razón por la que la tríade aún no habían hallado el lugar (sería un desastre que lo hallasen y encontrasen 'eso'). Alguien debía de estar sustituyendo el lugar de la directora para que el hechizo funcionase, esto es, aún había alguien más con vida en este yermo gélido.

El puente de piedra gótico se encontraba en relativas buenas condiciones pese al calvario (seguramente, por estar justo encima de una línea ley), más de cerca, la fachada de estos edificios religiosos de típica arquitectura anglosajona pero de cálido retoque mantenían su apariencia. No fue así el interior, pues la mayoría de las habitaciones de las alumnas eran una montaña de escombros por las que entraba el seco frío y la madera de suave color que debía de cubrir los suelos y la techumbre, así como las lisas paredes tono crepúsculo estaban podridas y descolchadas en gran parte.

El plano arquitectónico del lugar era tan sencillo como hecho incluso para que la persona con menos orientación en el mundo se encontrase siempre sin pérdida. Se trataba de una única planta conformada por un pasillo central relativamente amplio en forma de cuadrado que discurría por todo el edificio principal, cuyas habitaciones de alumnas y profesorado se acumulaban todas al sur, mientras en la zona central debía de estar la cocina y letrinas, pero al norte las aulas de enseñanza, de pruebas prácticas mágicas, y sobre todo la biblioteca. Si estuviésemos en una situación normalizada, Edward no habría podido entrar de manera normal (en mi caso siendo 'Yuka' también habría tenido otro tipo de problemas por ser una supuesta extranjera), pues se trataba de un centro mágico restringido únicamente a chicas.
-Antes de que yo... quiero decir que Chihiro fuese transferida con su hermana Akane a Londres, estuvieron un tiempo residiendo en este apartado lugar. Esta es oficialmente la Abadía de Adhelayde, aunque también por entonces la llamábamos Abadía Curán. Fue una especie de reducto anglosajón mágico femenino apartado donde se practicaba y se enseñaba todo tipo de magia como Necessarius practicaba, pero de dónde salvo excepción [Chihiro y Akane fueron excepción], una vez ingresabas no volvías a salir por ser de 'clausura'. Prácticamente funcionaba de forma autónoma gracias a la línea ley que la rodea, y la barrera evitaba interferencias del exterior. Aunque puede parecerte una prisión dorada bajo supervisión de la Iglesia Anglicana, tengo recuerdos felices de mi estancia... quiero decir, que Chihiro tuvo unos buenos recuerdos en este lugar. -Le daba explicaciones a Edward a la par lo guiaba por los sencillos pasillos en dirección norte-.

La zona que buscábamos estaba en el área central, donde debía de estar el comedor, la cocina comunal y las letrinas. De esos lugares no quedaba ninguno en pie salvo algún sanitario, pero aún la salida al patio interior central se mantenía intacta. El mármol blanco poliedro del pórtico tallado con palabras latinas no tuvo la misma suerte, ya no se podía leer lo que había (y por razones que no llegaba a comprender, no recordaba qué decía; quizás Chihiro no le debió de dar realmente importancia).

Fui hasta el único acceso que daba al patio central de la cuadrangular construcción, lugar que asombrosamente se mantenía, quizás no igual que en otros momentos, pero alguien o algo debía de ocuparse de la jardinería y la limpieza de la fuente. Las losas rectangulares naranjas de arcilla que cubrían parte del lugar se hallaban algunas partidas, pero en ningún caso se encontraba rastro de ruinas o deshechos de construcción. La gran fuente de piedra gris pulida estaba tal cual la conocería Chihiro, que con sus dos niveles discurría el agua, que asombrosamente no estaba corrompida, en un ciclo interminable a través de vomitonas de pequeños ángeles de blanco pétreo. Se hallaba rodeada de robles con mucha vida, y césped, verde que cubría las partes no ocultadas por las dichas baldosas.

Delante de esta habían dos estatuas misteriosas del tamaño ideal clásico antroformes, que también simulaban a unos ángeles... aunque estos no eran niños andróginos, sino parecían más mujeres jóvenes (no eran asexuales como los ángeles comunes). Llevaban su peplo, denotándose así su figura femenina curviforme; su jovial expresión demostraba una pose de oración piadosa y redención, no obstante parecían a punto de llorar en cualquier momento. Según los recuerdos de Chihiro, estas dos guardaban un secreto relacionado con el hechizo para viajar en el tiempo que la misma inventó (independientemente del punto vista, las dos ángeles parecían observar en silencio).

Fabula END. Et Est Tempus Nostrum. PHASE.END (INTERLUDE:V)
«Vi tu miedos y el temblor de tu cuerpo, pude ver tu sonrisa y alegría, todo»
BGM Soundtrack


Iba a pedirle ayuda a Edward para quitar el sello mágico que Chihiro impuso a su reliquia maestra, sin embargo me acabó distrayendo la presencia de una persona conocida. Aunque la tríade endemoniada creía y afirmaba que eran las últimas supervivientes en el mundo, aún quedaban otros supervivientes: sentada en el borde de la fuente, con la mirada vacía, pero expresión cálida y con el uniforme de la Abadía Curán, conformado de un largo (hasta los tobillos) vestido azul marino eléctrico sencillo de única pieza y de mangas blancas, se hallaba una muchacha pelimarrón joven de pavoroso poder esotérico y habilidad para organizar estrategias llamada Helen. Según tenía entendido, ella iba siempre con un can, pero este no estaba, aún así ella mantenía en su mano izquierda una pizarra donde apuntaba cosas complicadas de comprender. Su colgante mostraba claramente que su condición de maga no había cesado ni con el Advenimiento.
-[Por fin habéis venido. Sentaros, por favor, Aya-chan, Edo-chan]. -Ella usó el lenguaje de signos para comunicarse. Chihiro aprendió de este, después de todo fue profesora erudita y tuvo algún que otro pupilo con problemas. Yo la entendía, pero ¿Y Edward?-.
-Me alegra mucho de saber que estás bien, Helen-sama. Pensaba que solamente en este mundo habría sobrevivido Arisa-san y sus dos sirvientes. -Me senté a su lado diestro de manera cortés e intenté ser amable. Esta Helen de este mundo parecía también conocer de algo a Yuka, así como a Edward y posiblemente Nora. No, esta hipótesis no puede ser cierta: conocí a Helen postincidente parisino, y al parecer, en este mundo yo había muerto en el desarrollo de estos hechos. Nora estaría muerta desde el principio, razón por la que Arisa no murió asesinada por la nombrada. La Helen del otro mundo habría colapsado al usar su habilidad Esper sobre AYM-.
-[Ya sabes que soy una herética que tiene habilidad Esper, sé lo que vas a preguntarme, pero el conocimiento de ello lo tengo propio. Descubrí que puedo ir más allá de las experiencias de nacimiento hasta fallecimiento; mi habilidad sobrenatural actualmente me permite revivir todas las experiencias, incluso las de otras vidas en otros mundos. La triada no es aliada]. -En resumidas cuentas, esta Helen tenía su RP muy desarrollado, tanto como para ser capaz de revivir experiencias ajenas o propias de reencarnaciones y mundos paralelos. Ella sabía lo de las otras Helen, por lo que comprendía cómo empezó todo y acabó en cada mundo (menos en este, el de la propia Helen de este mundo). Esta maga no habría perecido al no haber interferencia de AYM (seguramente aquí nunca se presentó, hecho que explica que tuviese éxito relativo el ritual de Demon Ascension)-.
-Helen-sama, no debería de abusar de la magia siendo Esper. Estuve en Ciudad Academia y vi qué les ocurría a quiénes estos practicaban la magia. Sé que está manteniendo la barrera mágica de la abadía al usar el uniforme de la abadesa directora, tendría que... dejármelo y me encargaría de usar el hechizo. ¿Está sola en este lugar, por qué la triada es peligrosa? -No podría imaginarme el daño físico y dolor que estaría soportando la maga inválida. La otra alternativa era Edward, pero no era tan mala persona como Saki como para meterme con él y se pusiese un uniforme femenino-.
-[La primera pregunta trae consigo una afirmación errónea, Aya-chan... no estoy sola, hay alguien más, sin embargo estoy cuidando de él porque está literalmente roto en alma. La segunda pregunta ya la habrás respondido al conocerlas; Arisa-san no parece quién es, y las dos santas que la acompañan están seducidas por la habilidad del Demonio. Saki-san y Hanna-san están muertas; ya lo sabéis, el pacto que se hace con el diablo se cobra el alma de la persona a cambio de la inmortalidad. Básicamente tienes que morir y convertirte en fiel sierva de este para adquirir dicha condición. Edo-chan, no estés tan desconfiado, no os traicioné ni voy a traicionaros. Yuka-chan, si cambiase de lugar contigo, te darás cuenta de que entonces no podrás realizar tu 'viaje'. Como esa chiquilla llamada Nora-chan, ya estoy acostumbrada al dolor]. -Alguien más... Me pregunto si me dejó ir aquella Arisa demoníaca por mi reputación, como persona, por favor a Nora y a lo poco que recordaba de su yo real, o en cambio sabía que era una anomalía y provocaría algo inesperado: un cuerpo con dos almas (una verdadera durmiente, y otra yo, la artificial que hizo Chihiro por accidente)-.
-¿Quiénes son esas personas?... Perdona Helen-sama, tenemos prisa en solucionar por la fuerza esta desgraciada cadena de eventos. -Por un momento me dejé llevar, pero sabía que tenía prioridad el 'rescate del tiempo'-.
-[Tiempo es de lo que carece este mundo. Si vieses más allá de las nubes perpetuas y niebla, te darás cuenta de algo. Nunca pensé que una 'madre' que regresa de su viaje le importase más el trabajo que sus 'hijas'. Venid conmigo, seguro que se llevarán una grata sorpresa. Caballero Edo-chan, ayuda a esta chica dolorida a moverse]. -Era un misterio mágico cómo una persona ciega-sordo-muda pudiese comunicarse de esas formas con el exterior. Sus palabras me dejaron interesada y confusa, entonces se levantó y con un caminar bastante patidifuso marchó en dirección al edificio anexo (la pequeña capilla que se mantenía impoluta como cuando Chihiro vivía)-.

Fabula END. Et Est Tempus Nostrum. PHASE.END (INTERLUDE:VI)
«Creí que cuando fuese mayor el mundo no se sentiría tan frío y vacío»
BGM Soundtrack


Helen había pedido a Edward que la ayudase a moverse, la verdad es que ya podría calificarse de milagro el que en su condición fuese capaz de moverse. Esta nos guió hasta el nombrado anexo descrito, que parecía haber sido inmutable por el Advenimiento y el colapso del propio Universo. Se describía exteriormente como una pequeña capilla rectangular en el espacio cuadrado del patio cuya ubicación no era baladí, ya que estando al centro y a la diestra amplificaba cualquier influencia mágica cristiana.

La fachada era fácilmente confundible con el resto de la abadía, mientras el interior permanecía congelado en el tiempo: la madera no se había quemado ni podrido y las bancadas para asistentes, así como los vidrios policromados monoteístas permanecían inmutables e impolutos. Se hallaba igual de humilde que cuando Chihiro la conoció, pues dicha 'pequeña Iglesia' carecía de pinturas o figuras extravagantes, así como de metales preciosos o estatuas simbólicas de mármol lujoso. Solo una gran cruz de cobre y los cristales multicolores advertían de que se trataba de un pequeño templo cristiano (tenía su lógica, ya que quien pagaba el mantenimiento de Abadía Curán era la Iglesia Anglosajona -ahora era la misma Helen quien lo mantenía-).

Aunque la preservación del lugar era asombrosa, lo cierto es que no era lo más importante: correteando habían tres conocidas niñas preadolescentes que parecían más jóvenes de lo que debieran ser. Una pelimiel, una pelicarmesí y una pelicarbón, Amy, Aym y May. Ellas estaban ensimismadas en su improvisado juego, a lo que la irrupción de Helen las calmó inmediatamente (su amable sonrisa fue suficiente para calmarlas, realmente no sabría decir qué tan estricta podría ser como tutora). Aún no me vieron, pero acabé siendo yo misma quien correría hasta ellas a abrazarlas.

Amy se quedó perpleja y lloró de alegría, May se sintió feliz y aliviada de que su amiga y el trajeado albino hubiesen sobrevivido al circo (por su reacción, yo habría perecido); Aym aparentó indiferencia, pero era normal: solo conocí su cuerpo controlado por una Chihiro desquiciada que aplicaba literalmente la expresión 'el fin justifica los medios'. Las tres llevaban el uniforme largo azulado de la abadía.
-Amy sabía que okâsan estaría bien y vendría a recogerla. Hacen falta algo más que payasos de circo para acabar con ella. -Me dijo Amy mientras me abrazaba, momento en que literalmente se echó encima de mí como si hubiese recibido una revelación divina-.
-Anesama,... ¿eres indestructible? ¿Fue una ilusión? ¿Realmente eres Mirakurun-sama? -Esta May no tenía la confianza de la que yo había conocido en el otro mundo, no obstante me tenía consideración especial: me comparaba con la protagonista principal de cierta serie de chicas mágicas-.
-Esto... Helen-sensei, ¿quiénes son? ¿Son de la tríade? ¿Por qué los has dejado entrar? -Aym estaba confundida y nos trataba como completos extraños. Se acercó a Helen, de quien se escondería detrás de esta después de preguntarle-.
-Amy sabe quiénes son, okâsan es okâsan, el señor de blanco es Hentai-sama, ¡Hentai-sama! -Amy era la misma de siempre, incluso llamó señor pervertido a Edward-.
-Anechan... ¿dices que ella es mamá? ¿Por qué está con un pervertido criminal manoseamenores? Espera, ya lo entendí, mamá es muy joven porque papá es un irresponsable degenerado que la dejó embarazada prematuramente, por ello se casaron pronto y... Mamá, yo te protegeré contra 'el mal'. -Aym había malinterpretado la escueta información dada por su 'hermana' Amy, pero enseguida volvió a su estándar pasivo cuando Helen le dio un golpecito en la cabeza. Así que Aym tenía esa personalidad, parecía como la responsable de la mayor y la menor-.

Viendo el escenario y la reacción de las pequeñas no veía razón de sincerarme y especificar que yo no era la 'Yuka' que creían reconocer. Helen lo sabía desde el principio gracias a sus habilidades, pero ellas dos... (Aym tampoco conoció a la 'Yuka' de este mundo, así que no la cuento) tampoco iba a mentir, preferí no decir nada acerca de ello y seguirles la corriente: preferiría que las mismas trillizas fuesen las que se diesen cuenta de las diferencias, si es que las había entre la 'Yuka' local y yo, la extranjera.

Ahí no terminaron las sorpresas, pues sentado en una silla de madera, en una esquina, observaba (si a caso miraba con algún propósito) en silencio un chico pelirrubio que en el desastre había conocido indirectamente gracias a Chihiro, mientras de forma directa en el combate contra aquel enviado de Ciudad Academia y AYM. No parecía fisiológicamente mejor que Helen, incluso me acerqué para saludarlo; me di cuenta que sus heridas eran peores que las de la nombrada mediomaga, en sus ojos solo había blanco y tenía la misma reacción que una estatua.

Sería gracioso de estar bien, ya que llevaba el uniforme femenino de la abadía (suponía que sus ropas habituales estaban tan destruidas como el resto del mundo. No le quedaba mal, pues aparentaba una túnica tradicional), pero no era asunto risible: como Helen dijo en el patio, estaba roto en cuerpo y en alma. Su cuerpo tenía las mismas secuelas de un Esper intentando utilizar una Gran Magia, seguramente, fue objeto del Demon Ascension antes que Arisa. Pasé mi mano por delante de sus ojos para intentar que reaccionase de alguna forma, pero solo obtuve de respuesta un incómodo silencio de alguien cuya mirada y alma estaban lejos de su cuerpo físico.
-[En el último momento logré salvar a Amy-tan y May-tan del Advenimiento con un pequeño sacrificio personal, razón por la que mi deterioro físico avanza tan rápido y es grave; el caso de Aym-tan es aparte, usé mis influencias como líder de la 245 División Judgment para localizar y liberarla del laboratorio científico donde estaba recluida. No pude hacer lo mismo con mi empleado Saxor-kun..., pues él tuvo la desgracia de ser forzado a utilizar un hechizo en contra de su voluntad siendo Esper. Logré salvaguardarlo de la muerte física con magia y algún tratamiento médico, empero su alma está rota en pedazos... no sé si algún día despertará y se recuperará. No debes de sentirte culpable por lo ocurrido, el Fin del Mundo era inevitable. Pronto me llegará el turno, solo espero que te hagas cargo de las niñas cuando el Infierno me reclame y que, nunca dejarás que se conviertan en títeres de la tríade]. -Helen empezó a conversar usando el lenguaje de los signos y a apuntar algunas referencias en su portátil pizarra. Las pequeñas, quienes estaban jugando con Edward, debieron entender cada uno de sus palabros silenciosos, puede que la misma las enseñase de alguna manera para poder entenderse (más razones para admirar a Helen): ellas ya tenían asimilado que Helen algún día próximo perecería y su expresión apenas cambió a excepción de cierta mirada triste. De por sí era un milagro que la mediomaga estuviese viva en ese estado-.

Ya había visto que el resto de los participantes en la trama del Advenimiento estaban muertos y enterrados donde Arisa y sus dos sirvientas. No podía prometerle aquello a Helen, pues solo entraría en un círculo ilimitado: aunque yo estuviese sana y no tuviese el impedimento de ser híbrida, llegaría un momento en que también faltaría.

No sabía cuánto tiempo tenía hasta el despertar de la propietaria de este cuerpo ocupado por mí, una alma artificial creada accidentalmente, instante en que moriría junto con ella por el rechazo de las fuerzas esotéricas en alguien conocedor profundo de la ciencia. También estaba el factor de Arisa y sus cómplices, pues tiempo al tiempo que hallasen la anomalía mágica (sobre todo Saki y Hanna) y tomasen represalias. No podía dejar que Edward se encargase de mis problemas cuando ya tenía suficiente el entender dónde y qué estaba pasando.

Saxor no despertaría, es más, creía que se marcharía al Más Allá momentos antes que lo hiciese su salvadora maestra; incluso que su puesto fuese ocupado por May o Aym, la sucedería otra de las trillizas y al final la menor Amy quedaría sola y a la espera del mismo destino. Mi plan original contra Arisa y sus dos... no, el ardid que tenía pensado iba también a solventar este problema dado por un hito en concreto dado en un periodo de tiempo.
-... Lo siento mucho Helen-sama. No podré cumplir con la petición que me haces, ya sabes por tus otras 'yo' que soy así de insufrible e imposible de corregir. Todo lo que pasó fue mi culpa directa o indirectamente, yo jugué con los eventos y provoqué este terrible final. Incluso si yo no fuese la culpable, sabía de los métodos y por lo visto nunca llegué a utilizar mis medios para solventarlo. No soy una Diosa Mágica, pero soy lo suficiente tenaz y desafiante como para cambiar el mundo con mis limitados medios. Esta vida no me pertenece, ni siquiera soy la persona Yuka o Chihiro, si el poco tiempo que tengo lo puedo utilizar para salvarlas a todas, que así sea. Edward-san, vámonos. -Me culpaba a mí misma de lo sucedido. Marché con Edward sin esperar respuesta de las niñas y de Helen, quien expuso una expresión de 'esta persona siempre será así de incorregible'-.

No quería ser la heroína de ninguna epopeya, es más, esta nunca se recordaría, ni si quiera estaba segura de que lo lograría. Tal como dijo la Diosa Mágica que se apareció ante el fin de AYM, solo tenía una oportunidad y no debía de desaprovecharla. No sabía a 'qué' oportunidad se refería con salvar a mis conocidos, empero podría ser esta. Me sentía como un juguete de una divinidad autoproclamada, aún así lo hacía porque yo lo quería, no por algún control mental, sugestión o posesión (Yuka sería la persona poseída que estaba siendo forzada a ello por esta alma que era 'yo', una artificial Chihiro).

Fabula END. Et Est Tempus Nostrum. PHASE.END (READY:VII)
«Pero cometí el error de creer en aquella falacia, pues siempre será el mismo horrible mundo»
BGM Soundtrack


Marché junto con Edward hasta el área norte de la Abadía Curán, zona en la que deberían de estar las aulas y salas de estudio del hogar mágico. El pasillo era igual que el resto, así que las habitaciones de esta zona no debían de ser distintas. Había una biblioteca no muy pequeña, pero tampoco algo impresionante cuya entrada estaba entre la única aula de estudio, una sala de experimentos mágicos, mientras a la siniestra se ubicaba el despacho de la directora y abadesa.

No dudé en irrumpir en la vacía clase modesta de madera, la cual se mantenía igual que en las memorias de Chihiro: techumbre y suelo de madera tono nogal, humildes pupitres y sillas individuales para las alumnas del mismo material y unas paredes lisas del mismo tono maderero. El diseño arquitectónico de la sala era perfectamente cuadrado y estaba rodeado de estanterías, también de nogal, llenas de facsímiles sobre esoterismo, papeles, pergaminos y otros soportes para manuscritos. Aún quedaban algunas plumas en sus pupitres, que estaban acompañadas por su suministro de tinta negra.

El aposento de la docente se ubicaba en el extremo norte, que detrás de esta había una gran vidriera policromada sin ningún diseño simbólico (lo conformaban fragmentos aleatorios de distintos colores). A diferencia de las aulas clásicas estatales de los países primermundistas, no había ninguna pizarra o superficie vertical donde hacer apuntes.
-El objeto que buscamos debería de estar... sí, aún está aquí. Chihiro escondió el objeto clave para su invención mágica de forma no mágica: si estás en un entorno donde la magia es común y forma parte del día a día, ¿cuál sería el mejor método para esconder algo? La respuesta es lógica, de una forma no-mágica y común, tanto, que nadie sospecharía. Incluso de saberse de la existencia del escondite, su contenido quedaría inalterado debido a la poca seguridad. Las cosas más valiosas son aquellas que están más protegidas. -Era tan estúpido el escondrijo del objeto de Chihiro, que seguramente nadie pensaría que sería de tal importancia. Saqué dicho al abrir el pupitre que le debió de pertenecer a Chihiro, el cual se ubicaba en el centro de la primera fila-.

El objeto se describía como un reloj de agujas viejo de bolsillo que aparentemente carecía de ninguna atribución mágica, esotérica o simbólica. Era así, por sí mismo este no tenía ningún valor mágico, pero tampoco material debido al barato usado en su fabricación. Históricamente tampoco tenía importancia, pues se trataba de un duplicado contemporáneo.
-Nadie sentiría inquina por una baratija inútil como esta. Su valor está en donde se usa y cómo, pero sobre todo, quién lo usa. Este reloj de bolsillo fue regalo de la madre de Chihiro a esta, como ves, aparentemente es solo un suvenir de viaje. -Le expliqué a Edward a la par examinaba el interior de este. El reloj, el cual era de cuerda, aún parecía que iba a funcionar al momento le diese vueltas a la manivela. Dentro había una pequeña fotografía tamaño carnet de una mujer de mediana edad voluptuosa y de buen ver, sí, era su madre. Por un momento sentí nostalgia, sin embargo enseguida volví a ser yo misma cuando recordé que ese recuerdo era de Chihiro, no mío-.

Le hice una señal a Edward y fuimos a la siguiente parada de este puzle cuya solución ya la conocía de antemano. Salimos del aula de estudios y entramos en la biblioteca, también perfectamente cuadrada y de los mismos materiales, solo que las estanterías eran de caoba y cubrían todo. El techo tocaba con cada estantería, que entre las cinco hileras más las ubicadas contra las paredes harían siete en total.

El espacio que restaba entre cada hilada de siete estanterías era muy reducido, pero justo para que hubiese una escalera en cada una de ellas. No habían ventanas ni ningún tipo de vano o vidriera, así que la iluminación era siempre por lámparas de aceite (recuerdo por Chihiro que también se usaban velas, pero hubo un accidente incendiario y se prohibieron). No había bibliotecaria alguna, simplemente cada alumna o profesora podía coger el que necesitaba el tiempo que requería: habían demasiadas copias de cada manual de interés y no se podían sacar de la abadía (al momento cruzasen el límite se desintegrarían por un hechizo). Tampoco es que te pudieses quedar a estudiar, pues el espacio estaba ajustado solo a las estanterías y carecía de mesas o sillas.

A diferencia del aula, esta sí estaba en un estado lamentable, no tanto como el pasillo y la mayoría de las habitaciones del sur de la abadía, pero sí lo suficiente para ser un caos. Facsímiles mágicos y duplicados variados estaban en su mayoría echados por el suelo. Algunos escritos estaban en pésimo estado debido a su contacto con el suelo, otros despapelados por la presión de otros encima. Aparentemente la búsqueda del siguiente objeto clave iba a ser nefasta, pero en realidad tenía trampa.
-Edward-san, no te preocupes, no voy a tardar mucho. Chihiro estableció que su orden estaba en el desorden, por lo que en este desorden hallaremos el cuaderno que buscamos. Ya lo sabrás mejor que yo, según los clásicos politeístas y algunas otras creencias, todo empezó con el Caos. Solo tengo que... ya está. -En sí toda la biblioteca era un ritual elaborado por Chihiro en la que solo tenías que desordenar todo, sembrar el 'caos' de forma metafórica, entonces darle cuerda a este reloj. La magia estaba en el lugar, no en el mismo reloj de bolsillo-.

El conjunto de manuscritos y códices fue devuelto a sus lugares en las estanterías, sin embargo se notaba que no era ningún hechizo de restauración material, ya que los que estaban en deplorable estado seguirían así, aunque... ¿ordenados y en su lugar en el estante? Solo quedaba un único huérfano que seguía echado en el suelo.
-Este es el cuaderno personal de Chihiro, el cual contiene los estudios de esta maga, hechizos y sus revelaciones. En la práctica es un grimorio que socavaría la mente de cualquiera que lo leyese que no fuera la misma. Aunque puede que no me afecte por ser técnicamente Chihiro, tengo mis dudas. De todas formas poseo sus recuerdos, así que su contenido lo tengo memorizado de antemano. Muchos dirían qué es hacer trampa conocer el contenido de un grimorio original sin previamente haberlo leído, pero es un truco necesario si queremos restablecer el mundo que conocíamos. -Recogí el gordo cuaderno encuadernado con cuero marrón de Chihiro y le hice una breve explicación a Edward. Esto de conocer el contenido de un grimorio sin haberlo leído me recordaba a la maga Index, solo que yo estaba haciendo trampas y que nadie salvo la autora conocía de la existencia del mismo-.

Fabula END. Et Est Tempus Nostrum. PHASE.END (ACTIVATION:VIII)
«Los fríos copos de nieve de esta oscura ciudad se sienten como tus lágrimas»
BGM Soundtrack


No había necesidad de ir al despacho de la abadesa, pues la siguiente parada era el ya conocido patio. Marché hasta el lugar con Edward (esperaba que no hubiese robado ningún facsímil de la biblioteca, aunque esto es malpensar por mi parte) y nos encontramos de nuevo con aquella vomitera de fuente angelical junto a las estatuas de las tenebrosas ángeles. Una persona afectada podría fácilmente creer que estas tenían una posición distinta a la inicial.
-Edward-san, ayúdame a empujar estas estatuas hasta que quede cada una en un extremo diestro-siniestro de la fuente. Creo que habrá que hacer fuerza y girarlas para que su vista se encuentre en el mismo lugar. -Al principio pretendí mover yo sola las pesadas estatuas, que perfectamente podría, pero estaban encantadas para que no se pudiese utilizar lo sobrenatural en ellas. Hacía falta fuerza física de verdad-.

Tras un sobreesfuerzo logramos colocarlas en el lugar correcto del ritual. Justo cuando su vista se encontró con la fuente como centro, solo tuvimos que observar cómo esta se secaba dejando espacio a una pequeña escalera que llevaba a algún tipo de sótano. Sin dudar, abrí paso siendo la primera en sumergirse en las profundidades de la tierra; en sí era una contradicción que unos ángeles te diesen la bienvenida al Inframundo.

Las escaleras eran rectas y anchas, pero tenían un diseño empedrado basto y estaban desgastadas por los años, por no decir húmedas del agua de la fuente. Iba a advertirle a Edward sobre lo peligrosas que eran las aparentes e inofensivas escaleras pétreas, pero era algo lógico que ya sabía (esperaba que su mala suerte no le jugase una mala pasada y me arrastrase como una avalancha montañesa).

Tras unos minutos de descenso llegamos a una única puerta vieja de madera acompañada por telarañas, al entrar enseguida se mostró el estudio mágico secreto que mantenía la abadía. Se describía como una gigantesca biblioteca prohibida de los mismos materiales que la oficial, puede que incluso tuviese algún grimorio original como la Tabula Esmaradigna. Poseía hasta cinco mesas donde era fácil desparramar libros para su interrelación.

El hechizo de Chihiro para viajar en el tiempo/espacio era palpable en el lugar: las paredes, suelo y techumbre estaban todas escritas con una combinación de latín, griego ático y runas. Incluso algunos círculos, los más grandes y perfectamente geométricos, tenían en su circunferencia exterior inscripciones en chino mandarín y japonés imperial. Todo ello con tinta roja que imitaba a la sangre (Chihiro era inteligente y sabía que utilizar sangre real humana era inmoral, estúpido e innecesario). Lo que más destacaba era una falsa puerta corredera japonesa (tatami que no llevaba a ninguna otra habitación) en la sólida pared diestra.
-Edward-san, este hechizo es el mayor secreto de la maga Chihiro-sama, quizás supone una abominación que va contra cualquier límite mágico dispuesto, sobre todo contra casi cualquier orden divino... una herejía para mortales. Los científicos esos de Ciudad Academia lo llamarían 'máquina del tiempo', pero no es eso, es el hechizo para viajar a través del tiempo y el espacio. Su naturaleza ya es peligrosa de por sí, razón por la que pretendió Chihiro-sama de destruirlo una vez comprobado su funcionamiento; viajar en el tiempo y el espacio supone el poder cambiar el mundo a tus deseos tal como si fuésemos dioses, incluso destruirlo. Me molesta decirlo, pero Helen-sama sabía de su existencia, razón por la que lo habrá mantenido aislado de la tríade demoníaca... No puedo pensar qué pasaría si el Demonio cristiano fuese capaz de viajar a cualquier mundo o época, incluso en aquellos donde se supone que no existe. Pero no es un hechizo totalmente funcional, tiene graves errores: no se puede ajustar el lugar o época al que viajar, es completamente aleatorio y el retorno es automático, siempre que no muera quien lo usa... más bien, debería de variar según quién lo usa ya que funciona a través del concepto Destino de distintas creencias. Traslada a momentos de interés de la usuaria, incluso aquellos de los que no es consciente de su trascendencia. Con esto podremos restablecer el mundo a su relativa normalidad, incluso solucionar errores puntuales del mismo... podemos evitar que todo acabe en este yermo gélido nebuloso falto de esperanza. Edward-san, ayúdame a poner en funcionamiento el hechizo; no te obligaré a ello, pues el plan consiste en cometer sacrilegio y molestar a los dioses. -Le pedí voluntariamente a Edward que me ayudase a preparar el ritual. Solo había que poner algunas de las mesas formando rombo alrededor del círculo mágico más grande inscrito en el suelo, que de nuevo, las fuerzas sobrenaturales estaban noqueadas para estas tareas físicas-.

Lo siguiente que hice fue poner el cuaderno de Chihiro en el centro del nombrado círculo. Normalmente sería necesario leer el contenido del grimorio de Chihiro, lo que casi mataría al mago que lo hiciese que no fuese ella, aunque se supone que siendo técnicamente Chihiro podría hacerlo sin problemas; tomé precauciones y no leí: simplemente lo abrí y recité de memoria el nuevo hechizo creado por Chihiro que abría las puertas del tiempo.
-«I am the needle of my clock. Space is my body and time is my blood. I have traveled over a thousand times, unknown to destiny, nor known to entropy, have withstood pain to create many time lines. Yet, those hands will never change anything. So as I pray, Unlimited Gate Works». -Recité el hechizo de manera solemne con mi mano diestra sobre el grimorio abierto, pronto tuvo efecto: todo símbolo mágico del sótano comenzó a brillar de forma carmesí y el falso tatami se convirtió en nuestra entrada a otros tiempos y lugares. A partir de aquí dependía de Edward el seguirme en este viaje similar al de Odiseo cuyo final no lo sabremos hasta haberlo terminado-.

Me levanté y marché en dirección a la puerta mágica, momento en que conjuré un instante a Kanshou & Bakuya para quitar el velo casi invisible que separaba el otro lado desconocido con este. Antes de partir hacia lo desconocido y esperando a que la puerta nos llevase a los lugares y momentos acertados, expliqué el objetivo y ardid final a Edward.
-Pensando en todo lo ocurrido hasta ahora, todo lo que está pasando ahora y todo lo vivido por Chihiro-sama he llegado a una conclusión. En este 'futuro', el eslabón que cambió todos los eventos a los que conocimos, ya sean una desgracia o lo contrario, es esa chica de Ciudad Academia de cabello milán llamada Nora Kailan. Ella fue quien mató a Arisa e impidió la demonización de Arisa-san, que como mayor discordancia, por alguna razón nosotros no sobrevivimos a algún evento y no llegamos al escenario principal final,... también está la cuestión de la Diosa Mágica Irisu, al parecer ella no existe aquí o por alguna razón nunca llega; Aym no es AYM. Lo que quiero decir es que debemos de hacer símiles los eventos pasados de este mundo a los del mundo que conocimos para obtener un resultado similar, que no igual. Si salvamos a Nora, salvamos el futuro. -Crucé el umbral de la puerta, lo cierto es que estaba jugando con fuego: tenía muchas posibilidades de quemarme o algo peor por el más mínimo cambio erróneo-.


Fabula END. Refert Tempus Nostris. PHASE.END [BEGIN]
«Esta cicatriz no sanará y me seguirá por siempre a la par tu sonrisa desvanecerá. Ruego así que, por favor, no desaparezcas»
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Mensaje por Admin Vie Oct 06, 2017 4:50 pm

Yuka nada más confirmar mi identidad (y mencionando a Celestine, ya de paso), me comentó que tenía un plan para salvar a los que estaban allí. Me cogió de la mano y empezó a caminar hacia el exterior, bajo las advertencias de Saki sobre mi perversión (Agh, no iba a cambiar nunca). Salimos a campo abierto y nos alejamos hasta perderles de vista, donde se separó de mí.

Vale, estoy un poco perdido—mencioné mientras la seguía—Si esto es un... "mundo distinto"... ¡Uah!—me volvió a sujetar de la mano y tiró de mí. Sorprendentemente íbamos a una velocidad tremenda. ¿Aquello no era la magia que usaban los magos para equipararse a Santos...? ¿A tal nivel de poder había llegado Yuka? Definitivamente me había perdido algo.

Sin embargo, de camino pude pensar un poco e hilvanar lo que sabía. Esto no era "mi mundo" (ni el suyo), y Arisa estaba en aquel estado. Habían existido Nephilim, y eso significaba que el Fin del Mundo había tenido lugar, y se había detenido... de alguna forma. Y por el comportamiento de Arisa, no sería descabellado pensar que aquí el Demon Ascension había tenido lugar. Saki y mi jefa (bueno, la versión de "aquí" de mi jefa) parecían estar junto a ella sin ningún problema, incluso sin percatarse de lo extraña que estaba... No me estaba gustando nada.

Music:

Llegamos a lo que parecía un campo completamente abandonado. La tierra era prácticamente árida, y el surco de un pequeño riachuelo estaba completamente seco. No veía nada de interés como para habernos parado en ese sitio.

¿Por qué nos paramos aquí? No hay nada...—aun así, tiró de mí y me hizo moverme hacia un punto del surco. Al estar más cerca apareció directamente un puente de piedra algo desgastado y un par de edificios viejos, pero que aún se mantenían en pie. Una zona protegida con una barrera... Eso lo explicaba. Pero prácticamente ni me había dado cuenta.

El interior estaba mucho peor que el exterior, pero pude reconocer que se trataba de una residencia estudiantil. Mientras explorábamos el recinto, Yuka me explicó de que se trataba de una especie de escuela mágica oculta donde estudió Chihiro. Y extrañamente, un par de veces decía que era "ella", pero luego corregía a Chihiro. Raro, teniendo en cuenta que la última vez que la vi era todo lo contrario.

¿Y las dividían en casas por un sombrero parlante?—bromeé mencionando cierta saga de libros a la que me recordaba todo aquello. Que comparándolo con la "realidad", no tenían que estudiar tanto, sólo movimientos con los brazos y palabras sin relación directa, así que sospechaba que la autora no era maga tampoco... Aunque las pociones, sin contar los ingredientes fantásticos, tenían cierto parecido con el proceso real—Por cierto, ¿desde cuándo te diferencias de Chihiro?

Pasamos por la zona central (igual de destrozada que la anterior, por lo que solo pude ver restos de azulejos y material de cocina), pero el patio estaba... bastante mejor. Habrían colocado algún mecanismo para proteger el exterior? Quizá la barrera tenía que ver. Incluso la fuente estaba prácticamente intacta, con dos estatuas de ángeles custodiándola. Luego me fijé en que había alguien sentada en un banco.

Music:

¿Esa no es...?—no la había reconocido antes por el uniforme, pero resultaba ser Helen, una maga de Necessarius que había sido según Willard una "agente triple", entre Necessarius, Ciudad Academia y los Hijos de Lucifer. Aunque aquello era en "nuestro mundo", así que no sabía qué sería en este. Yuka y yo nos acercamos a ella, quien se encontraba escribiendo cosas extrañas en la pizarra. Aunque parecía haberse dado cuenta de que estábamos allí, ya que me empezó a hacer lo que suponía que era lenguaje de signos. Aunque yo no la entendía, parecía que Yuka sí por su respuesta—Eh... ¿Puedes traducirme lo que dice?

Nos explicó que ella era más poderosa que la que conocimos, pero que no era una "traidora", así como que había estado manteniendo la barrera de este lugar. Cosa que se reflejaba en su cuerpo al ser Esper. Al parecer, mis suposiciones eran ciertas, y Arisa había sido víctima del Demon Ascension... Además de haber convertido a mis dos conocidas en sus siervas... Por no decir esclavas. Y yo sin darme cuenta... Maldita sea... ¿No se iban a salvar por mucho que cambiáramos las cosas? ...Pero lo último que dijo me extrañó bastante.

Sí, pero... ¿Qué hay más allá de las nubes?—Sabía que dijo que no nos quedaba tiempo, pero crear una incógnita en vez de decírnoslo directamente solo traería retrasos. En cualquier caso, la sujeté con cuidado y la ayudé a levantarse.

Nos indicó el camino hasta una pequeña capilla que había en ese mismo patio, cuyo interior estaba impecable a diferencia del resto de la abadía. En su interior había tres niñas jugando, y reconocí dos de ellas al instante: la rubia Amy y la pelirroja May. La tercera se parecía mucho a ellas, pero su pelo era negro como el carbón. Yuka fue corriendo a abrazarlas. La primera lloró de la sorpresa, mientras que May sonrió. La pequeña de cabello moreno se mostró un poco indiferente. Aunque quizá se hubieran agrupado después del asunto del circo, ya que al parecer morimos allí.

No se fiaba de nosotros claro, y corrió hasta Helen para esconderse detrás, preguntando quienes éramos. Amy respondió por nosotros y por ella. Llamó "mamá" a Yuka, mientras que a mí me llamó otra vez Hentai-sama (justo antes de querer darme un abrazo también). No aprendía.

Otra vez, no me llames Hentai-sama. Llámame Ed, Ed—suspiré. No me importaba que me llamaran así mientras no fuera una niña. Maldita Saki, incluso aquí tenía que liarla con sus burlas. Lo peor es que la chica lo malinterpretó y creía que eran mis hijas biológicas (y la había dejado preñada)—¡No la dejé embarazada!—tenía que dar explicaciones incluso tras el fin del mundo. Al menos Helen le dio un golpecito para que se calmara.

Pero no éramos 6 en la capilla, sino 7: un chico rubio estaba sentado en una banca. Al acercarme pude ver que era Saxor, pero su mirada estaba perdida y sus heridas y cicatrices parecían graves. Casi parecía estar en coma.

Music:

¡Hentai-sama, Hentai-sama, juega con Amy!—la pequeña tiró de mi brazo para llevarme con las otras dos, y parecía ignorar mis quejas de que me dejara de llamar así. May estaba muy tranquila, pero Aym me seguía mirando con recelo. Saki se había esforzado en destrozar mi reputación cada día incluso aquí...

¿Y a qué queréis jugar?—pregunté una vez me soltó. May fue la que respondió.

Podemos jugar al pilla-pilla... ¿Podrías quedártela, Ed-san?

¡Hentai-sama es el Monstruo Hentai-sama y quiere atraparlas a todas!—se puso inmediatamente a correr, y Aym me juzgó aún más con la mirada.

¡Que no soy...!—acabé resignándome, y cambié mi expresión por una más "traviesa"—Muy bien, soy el monstruo. ¡Así que huid de mí si no queréis un ataque de cosquillas! -moví los dedos para reforzar mi advertencia, y todas se pusieron a correr. Yo no tardé en hacer lo mismo. Me puse a perseguirlas entre las bancas, pero eran muy difíciles de pillar. Y más siendo tres, que se ayudaban entre ellas para no "recibir mi cólera cosquillil".

Jugamos durante un corto rato, aunque por un momento parecieron perder las ganas y miraron con tristeza a Helen. Quizá entendieron algo de lo que decía que las apenaba, pero yo no era capaz de entender el lenguaje de signos. Yuka pidió disculpas a Helen y se despidió, diciendo que nos íbamos. Me despedí de las pequeñas y salí junto a ella de la capilla.

Music:

Nuestra siguiente parada fue la zona norte. Esta se encontraba en mucho mejor estado que la sur, ya que las aulas estaban en mucho mejor estado. ¿No era un poco extraño...? Podía pensar que quizá era una magia de protección aplicada en todo lo considerado "importante"... Incluyendo la bonita capilla, claro (que aunque para mí tenía poco sentido, eran anglicanos al fin y al cabo).

Yuka entró en lo que al parecer era su vieja aula (o la de Chihiro, más bien) y sacó de su pupitre un viejo reloj de bolsillo. En un lugar con alta seguridad, lo mejor era hacer creer que no tenía ningún valor...

...Muy ingenioso—me sorprendió la idea. Quizá podría haber usado eso para ocultar mis revistas cuando iba a la universidad... No, espera, eso solo funcionaba si lo que querías que no robaran estaba a la vista de todas formas. Me explicó el origen del reloj mientras examinaba el interior. No pude evitar silbar al ver a la madre "de Yuka". Se veía bastante bien. No me extrañaba que Chihiro existiera, por decirlo de forma suave.

Después entramos en la biblioteca, llena de libros... aunque me sorprendía que algunos libros estaban tirados y rotos, así como estanterías desgastadas. ¿Cómo podían proteger con tanto ahínco las aulas y la capilla y dejar tan descuidada la biblioteca? Y si estábamos buscando un libro en concreto, sería una odisea de encontrar... O eso pensé: Ella explicó que lo escondió "en el desorden", y con solo dar cuerda al reloj todos los libros regresaron a sus estanterías a excepción de uno.

...Un grimorio...— ...sabía lo peligroso que eran esas cosas. Mi propia cabeza había sufrido ese conocimiento contaminado. Aún no sabía por qué no recordaba el contenido de los grimorios, pero lo agradecía: No quería que mi cabeza explotara metafóricamente hablando—...Mientras no lo maltrates no deberías tener ningún problema. Lo peligroso es su contenido, no las páginas... Pero mejor déjalo cerrado—sí, ella no tendría ningún problema para leer el libro, pero si yo miraba esas páginas aunque fuera sólo por el rabillo del ojo, volvería a tener ese horrible dolor de cabeza.

Habiendo terminado allí, salimos de la biblioteca y caminamos de nuevo hasta el patio. Me pidió que la ayudara a empujar las estatuas de los ángeles, a lo que no tardé en acceder. Y... ciertamente, pesaban demasiado. No pude evitar gruñir de la fuerza que estaba poniendo en mover esas pesadas estatuas, pero lo logramos. El agua empezó a bajar hasta formar unas escaleras... Casi habría jurado oír la pequeña melodía de secreto descubierto en uno de esos viejos juegos de aventura. Bajamos con cuidado las escaleras durante un buen rato (podía notar la tierra algo suelta bajo mis pies. No era buena idea darse carrerillas).

Mis ojos se abrieron como platos al ver la zona ritual del subterráneo. Todo lleno de círculos mágicos de varios idiomas, además de contener más libros que seguramente fueran los... Originales. Me preguntaba si usarían el mismo sistema que en la Biblioteca Británica para debilitar los grimorios de la zona. Lo que más estaba fuera de lugar (irónico decir eso en una biblioteca prohibida llena de marcas rojas por todas partes) era una puerta corredera tradicional de Japón en la pared del fondo.

Así que por eso en el hotel...—murmuré mientras explicaba qué se ocultaba allí. Una magia para viajar en el tiempo. Tanto Chihiro como... quizás Yuka, habían estado allí aquel día. No sería de extrañar que hubiera usado (o usaríamos) ese método para aparecer allí. También dijo que si las de la Triada encontraran ese lugar, que el diablo pudiera viajar en el tiempo sería peligroso—¿Y si "Akuma" hizo exactamente eso?—la miré de reojo mientras pensaba—Que viene del futuro es un hecho... Algún mecanismo habrá tenido que usar. Pero lo maté, así que no te preocupes.

De todas formas, era ese un asunto ya zanjado. No hacía falta volver a tratar con él. Por último me pidió que la ayudara pero podía negarme si quisiera... Ya que atentaría contra los dioses.

Music:

¿...Sacrilegio, dices? Pff... Jejeje...—directamente me puse a mover las mesas mientras no podía aguantarme la risa. Acabé recuperando suficiente aire para antes de que terminara yo de colocar la última. Bloqueé mi vista cuando ella se disponía a cantar el hechizo (no quería volver a tener ese saber contaminado en mi cabeza). Entonces me explicó el plan: salvar a Nora Kailan. Irónico que fuera la chica que me cortó el brazo. Antes de que atravesara la puerta, le pedí que se detuviera—¿He de recordarte cuál es mi Nombre Mágico? Aunque creo que nunca te dije su significado.

Caminé para entrar casi al mismo tiempo que ella, aunque seguí hablando mientras me acercaba a ella.

» Haereticus00i... El que atenta contra todas las religiones y contra ninguna. Mi propia existencia como "mago" es un sacrilegio. Ahora sí, vamos.—y atravesé el portal inmediatamente después de que lo hiciera ella.
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Mensaje por Admin Vie Oct 06, 2017 4:50 pm

Fabula END. Refert Tempus Nostris. PHASE.END (SHE WAS HERE, ALONE:IX)
«De pronto yo giré y atrás yo miré»
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El último comentario que dejó Edward en el ambiente justo antes de cruzar el umbral de la puerta mágica del tiempo se suponía que era de contenido amenazante e importante, sin embargo llegada a este punto no sorprendía en absolutamente nada. Ya habría conocido a una chica que cruzó tiempos solos para intentar aplazar el problema, hasta incluso la misma Helen estuvo en contacto con alguien de otro momento y sin éxito movió los hilos. Que dicho hubiese muerto derrotado por Edward y que fuese uno diferente al que conozco no era una excepción, no solo tiempo, sino espacio: ya había estado en un mundo donde todo el mundo era feliz a excepción de mi persona como 'Yuka'.

La mayor anomalía en ese momento era yo misma, alguien que usa el cuerpo prestado de una Esper, cuya mente es la de una maga y que había desdoblado la realidad. Ante tal suposición y el recuerdo de su denominación mágica, simplemente me limité a sonreír de manera amable a Edward. Desde fuera, la puerta parecía que no llevaba a ninguna parte, pero era un hecho que llevaba a algún otro momento espacio-temporal. Estábamos trabajando con magia y sus limitaciones eran variadas, sobre todo el concepto de predestinación que utilizaba y era el principal núcleo del ritual, este iba a decidir sobre nosotros, iba a llevarnos hacia nuestro Destino.

Tras llegar al otro lado de la puerta, esta se cerró de manera automática tal como era su mecanismo. Hasta que completáramos la supuesta tarea o realizásemos nuestra modificación de 'evento' no volvería a aparecer para llevarnos de vuelta (quizás a casa, o puede ser a otro momento en el continuo). Estábamos en una especie de callejón a la intemperie de una lluvia de aparente verano en un ambiente tórridamente húmedo. Este se veía estrecho y se ubicaba entre dos construcciones tradicionales japonesas albinas de apenas solidez y envergadura, incluso había una acumulación de chatarra y basura a nuestro lado. El aire que se respiraba traía consigo aromas propios del fango de la tierra, pero se mezclaba con otros más desagradables como era pólvora, sudor, fluidos corporales y excrementos. Se escuchaba el sonido adverso de hombres de mediana edad en idioma extranjero anglosajón de acento norteamericano reírse de alguien.
-Edward-san, perdóname, pensaba que estabas al día sobre los sucedido. En primer lugar, no hace falta que me expliques qué ocurrió por tu lado, lo recuerdo perfectamente mediante las memorias que me dejó Chihiro-sama. Por tu lado tuvisteis que enfrentar al enemigo que conocimos en el París, pero por el mío, lejos de luchar contra los miembros de la cábala aliada de este o incluso afrontar una posible traición por parte de la triple agente 'Apostolus013', los 'reunidos' tuvimos que derrotar a alguien de Ciudad Academia interesado en una de las piezas del ritual, que también era Esper... en el mundo donde aparecimos, es el chico que yace con la ánima destrozada. Pero no era la principal problemática ni nuestros únicos enemigos eran todos los dichos, una Majin llamada Irisu, qué es la hija de Yuka en el futuro que no llegó a esta alternativa de eventos, pretendía corregir el tiempo para asegurarse desaparecer y nunca haber existido. No obstante, no pudo presentarse en persona debido a estar ubicada en otro momento del tiempo aún no ocurrido, así que su madre Yuka de aquel discurrir de eventos fue quien apareció. Tuve que enfrentarme a mí misma, persona que utilizaba otro cuerpo que no era el suyo, en este caso el de una niña que ya conocimos en la catedral y se supondría ser Aym-tan. -Hice una pequeña pausa antes de seguir con el discurso y dejé que mi interlocutor comprendiese lo que intentaba decir-.

En aquel misterioso y anacrónico callejón la lluvia aumentaba su intensidad. Los griteríos masculinos poco a poco cedieron al silencio de un pueblo bajo una tormenta que interrumpía su vida diaria, tan solo se presentó una gata callejera de aspecto muy descuidado piel marrón y orejas puntiagudas, que por un momento creyó encontrar a su nuevo dueño en Edward tras maullarle y frotarse en sus mojados zapatos.
-Lo más importante de todo esto es el desenlace. Llegamos tardíamente a resolver el Fin del Mundo, pero aún así no se completó y no se dio el Demon Ascension. Edward-san, si el Universo no ha sido erradicado completamente, tal prueba de que estamos aquí, es a razón de que otra cierta Majin llamada Othinus está aparentemente 'reparando' los daños provocados. Esta nunca pudo solventar las anomalías acumuladas en el mundo por las acciones contraproducentes de Irisu, quien, como ya conocerás de cierta tragedia griega como es Edipo Rey, estaba siendo sujeta por la predestinación: intentando evitar ciertas acciones, estaba contribuyendo a que dichas se desarrollasen, mientras a la par interfería con la voluntad de otra. Todo este tiempo estuvimos en el medio de un conflicto a tres bandas que superaba el tiempo-espacio: 'Akuma', Irisu y Othinus, donde cada uno de nosotros acabó en algún lado sin que lo supiese exactamente. Antes de llegar a reunirme contigo, estuve en otros 'mundos' alternativos; dos de ellos me dieron las pistas necesarias para comprender que es posible y maleable lograr superar el conflicto. Como dije, la clave está en salvar a Nora del mundo, de segundos... y de sí misma: si hacemos que todo vuelva a ser símil a lo que conocimos, podremos ser capaces de predecir los hechos y por tanto, cambiarlos sutilmente para evitar la desgracia final que conocimos como Fin del Mundo, o como llamaban en ese alternativo desenlace, Advenimiento. -Hice otra pausa antes de continuar la complicada explicación. Edward era inteligente, pero no por ello un individuo capaz de asimilar tan volumen complicado de información en un lapso de tiempo muy breve. Hasta siendo yo, requería un momento para ir estructurando las ideas en mi cabeza-.

El saliente de la techumbre de una de las construcciones que enfrentaba a la viceversa hacía las veces de paraguas y nos estaba resguardando de la lluvia 'in crescendo'. Los pésimos olores fueron mitigados por la limpieza natural y la purificación de las aguas, pero no por ello no desaparecían completamente los aromas del fango. La gata terminó acurrucándose cerca de nosotros como si fuese una silenciosa testigo del mayor plan conocido para la salvaguarda de la humanidad.
-Edward-san, me preguntaste por qué hablaba de mí como persona distinta a Chihiro-sama. Eso es... porque en realidad no soy ella, ni tan siquiera puedo decir que soy 'Yuka'. Solo soy una ánima artificial creada accidentalmente por esta, cuya está ocupando un cuerpo vivo que ya tiene un alma. Tristemente, mi personalidad y recuerdos anteriores a estos últimos meses son un completo engaño. Paulatinamente y conforme la dueña de este cuerpo llamada Aya Yuka recupere la consciencia, yo me desvaneceré antes de que provoque su muerte por ser Esper. Sé qué es triste, pero quiero dejar 'este mundo' tras haber intentado salvar a alguien, o al menos evitar este final adecuado, pero inadecuado para la humanidad. [No te sientas mal por mí, me alegro que mi última tarea la pueda hacer contigo, se puede decir que además de ti, esta falsa persona ha conocido y vivido por su propia cuenta]. -Mi expresión y palabras fueron amables en contraste de su atribulado contenido. Mi última oración pareció ser ahogada por aquella lluvia-.

Cerré aquella conversación que incluía el ardid de salvar a la pieza clave que dirigiría el mundo hacia su posible salvación. Paradójicamente esta era alguien del lado científico, alguien que pareció ser del bando contrario, o más bien equivocado. Junto a este discurso técnico y clásico de unos miembros de una cábala haciendo lo que mejor sabían hacer, estaba mi declaración personal que tachaba mi propia existencia como un accidente. Si el chico Esper que anulaba magias me hubiese tocado, posiblemente hubiese 'muerto' y Yuka hubiese despertado de su sueño tal como lo haría la Bella Durmiente o Blancanieves.
-... Regresando al asunto que nos concierne [ya sabes cómo funciona la predestinación, 'algo' que en un primer momento no debía existir, paulatinamente dejaría de existir]. Antes de actuar tenemos que saber dónde estamos, pero sobre todo 'cuándo' estamos. Vamos a analizar la situación y determinar como si fuésemos extranjeros de viaje el tiempo y el espacio, así como la ubicación de la chica Nora. Una vez preparados, procederemos a salvarla de cualquiera que sea el peligro que se presente. -Hice una última aclaración sobre nuestra misión, no obstante me olvidé de lo más importante. La gata marrón decidió escalar con sus zarpas el traje albino de Edward y posarse en uno de sus hombros. Pude ver como pequeños insectos en montón (posiblemente garrapatas y piojos junto a otros pequeños parásitos animales huyendo de la lluvia y expandiendo su plaga) botaban salvajemente sobre el cuero cabelludo del mago desde la simpática gata callejera-.

Fabula END. Refert Tempus Nostris. PHASE.END (SHE WAS HERE, ALONE:X)
«Cuando te vi, solo me lamenté»
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Fue más que complicado buscar información sobre dónde estábamos por la situación en la que nos hallamos: el clima y el ambiente no ayudaban en lo más mínimo a encontrarnos en las calles con locales que nos pudiesen dar unas indicaciones. Aunque mis ropas de marinera escolar azul oscuro fueron milagrosamente reparadas al igual que mis heridas, lo cierto es que se habían convertido en trapos ajustados al físico femenino de Yuka debido a la humedad (me mostraba demasiado sensual) y el agua venida del cielo. Peor estaba Edward, ya que la gata le había pasado sus males pulgones y lo había manchado de barro marrón maloliente (por eso antes no fue distinguible, pues la gata de por sí era marrón). 'Gajes del oficio', como decían ciertos trabajadores con resignación.

Tras pasar por un montón de casas tradicionales japonesas de madera, algunas de ellas como si hubiesen sido blanco de algún desastre bélico y parcheadas con los primeros materiales más a mano, la mayoría donde a través de las pequeñas ventanas se veía iluminación y gente. Alcanzamos un pequeño puesto callejero montado con leños de bambú unidas entre sí por otras maderas más sólidas.

En un letrero tallado en el mismo material se podía leer que era una especie de negocio de comida improvisado denominado 'Hamburguesería Ramen', que viendo los platos que recogían las personas presentes de la pequeña barra, era comida occidental elaborada con ingredientes asiáticos, esto es, una falsificada experiencia gastronómica.

Los sujetos sentados alrededor de mesas destartaladas en un anexo bajo una carpa de fabricación tosca (si se comparaba con las que conocía) que se alimentaban de falsa comida destacaban por su aspecto de soldado. Estos se describían casi como cualquier soldado de guerras pasadas, de verde, con multibolsillos, distintos aparejos y un casco que parecía de hojalata, aunque del mismo tono. La descripción y el idioma que utilizaban, un inglés de acento norteamericano, ya me daba idea dónde habíamos acabado.
-Disculpen, no somos de por aquí, ¿saben dónde está...? -Interrumpí su disfrute con mis palabras en inglés, no, fue con mi presencia-.
-Chicos, una japonesa tierna y deliciosa, parece que el jefe entiende de nuestras necesidades carnales. Ven preciosa, te vamos a hacer mujer y te demostraremos nuestro amor estadounidense. -Los sujetos me vieron como carne femenina servida en un prostíbulo. Intentaron agarrarme, meterme mano y sobarme, pero mi condición de hechicera, que me ofrecía ciertas capacidades sobrehumanas físicas, evitó el desastre-.
-... ¿Qué estáis haciendo? Mañana estaréis limpiando las letrinas del acorazado. No debéis de robarle la mercancía a alguien que ya la posee. ¿No veis que ella ya es tomada en posesión por el compatriota inglés? Cabo Ryan, usted ha sido el primero en ser osado, deje su comida actual, le ordeno que se coma el contenido del cubo de los excrementos. -Entre la niebla apareció un nuevo soldado. Este parecía más corpulento que los demás y sus facciones más afiladas que el resto. Tenía el cabello rapado a excepción de una cresta, por otro lado portaba en la boca un puro maloliente-.
-Sí, señor, a sus órdenes capitán. -El soldado, descrito casi como los demás por apenas cabello y apariencia de asaltador de caminos, salió corriendo a las letrinas próximas y empezó su banquete personal. La actitud de los hombres conmigo fue indecorosa y no apta, pero su lealtad para su líder y el castigo impuesto eran absurdos-.
-Soy el capitán Backgammon Zink y estoy a cargo de uno de los acorazados que vigilan estas aguas y esta villa. Tranquilo, no seas tímido, estás entre amigos. Yo también comparto tus gustos, aunque en lo personal las prefiero más jóvenes a estrenar. -Este comentario del líder militar fue perturbador en todos los sentidos-.

Edward fue arrastrado a sentarse junto a este sujeto de importancia, por mi parte me apartaron del grupo y me dejaron junto con el hombrecillo algo mayor de estampa clásica japonesa que hacía los compuestos alimenticios falsificados, momento en que me senté en uno de los tres solitarios taburetes improvisados de madera astillada y medio quemada que habían en la barra del establecimiento. No hacía falta que dijese nada, ya confirmé dónde estaba, pero lo peor fue entender 'cuándo' estaba.

La misoginia, la cosificación, el trato recibido, el despectivo de estos con otros y la camaradería con sus semejantes, así mezclado con el escenario, daba claro resultado. La gata marrón estaba silenciosa, que de alguna manera consiguió subirse a la barra (el dueño del puesto alimenticio tampoco le hizo ascos); no le gustó el gentío y decidió apartarse de Edward un momento. La animal me miraba interesada, como si estuviese a punto de decirme algo. Pude ver que el 'capitán' y Edward tuvieron una larga conversación entre risas y cánticos de borrachos (esperaba que Edward no se dejase llevar por el alcohol y las sustancias).
-Ojou-san, debiste tener oportunidad de huir de este maltratado país. Los nuestros perdieron la guerra y ahora estamos pagando el precio... esos artefactos extranjeros malditos no fueron suficientes. No me haga caso, mi mujer murió y mi hija fue requisada por la fuerza para sus fiestas matutinas. Puede que no todos los extranjeros sean tan bárbaros, ese patrón tuyo parece decente. Tome, un plato de arroz, coma sano y evite esa porquería grasienta. -El sujeto me confundió con una natural japonesa en problemas. Probablemente Yuka lo fuese, pero el tiempo y el espacio eran incorrectos, como tampoco podía dejar demasiados nombres reales ni impresiones en nadie si no quería alterar demasiado los eventos del pasado. El hombre mediocalvo sacó un plato de arroz y me lo ofreció-.
-Puede ser que parezca algo que no es. No somos naturales de Japón, solo vine con mi familiar buscando a una persona... una familiar lejana pelimilán de quien tenemos que hacernos cargo en estos maltrechos tiempos. Ese plato de arroz le viene mejor a usted, señor...¿? que a mí. -Intenté dar a conocer mis intenciones sin desvelar mi identidad, por otra parte, rechacé el arroz y se lo volví a ofrecer al mismo-.
-Llámeme Miyagi. Oh, ya veo, usted es extranjera, solo que alguno de sus padres tiene ascendencia aquí. Es su familiar..., respecto a lo que le comentaba, intente no acercarse a ese sujeto. No es el primer marine estadounidense que aprovecha su estancia para trazar redes de trata y enajenarse mujeres y niñas... Sabe, hay mucha miseria por aquí, tanta como para vender a los nuestros por este plato de arroz. Debe de ser alguien importante para haber cruzado medio mundo hasta llegar a este agujero, por lo poco que sé, en Europa deben de estar ante otros asuntos y problemas. Está de suerte, pues en Nihonbashi solo hay una persona que encaja con su descripción. No me acuerdo qué calle, pero vive con su madre. Dese prisa en recuperarla o acabará como meretriz en una de las redes criminales extranjeras, tenga también usted cuidado. Y pensar que también importarían esas terribles cajas con gente atrapada dentro. -Sin necesidad de preguntar fui capaz de adquirir importante información y podríamos saber que Nora en esta lejana época existía. El tiempo-espacio no cuadraba para nada, ya que la Nora que yo conocí como Chihiro debía de tener más de sesenta años aproximadamente y no los pocos menos que catorce. No tenía sentido darle vueltas al asunto, después de todo era una residente de Ciudad Academia: después de presenciar sus bondades y horripilantes verdades, lo que no tenía sentido adquiría lógica. Si para una maga es fácil cambiar su apariencia o edad (si obviamos las cuestiones éticas y morales), desde la ciencia debía de ser también posible-.

El capitán y su milicia rompieron filas y marcharon a dormir tras estar hasta casi la noche de festejos y recitales, no sin antes ser rodeados por asiáticas jóvenes (algunas menores y otras de mi edad), que fueron manoseadas en grupo. Una parte de mí quería poner a todos en su lugar y segar sus miembros viriles, pero mi sabiduría me advertía que sería una actuación contraproducente al estar en un tiempo tan pasado: el mínimo cambio podría suponer uno grueso en el presente o futuro, así como afectar a otros hechos indirectamente.

Imaginemos por un momento que una de estas jóvenes va a quedarse preñada por la fuerza por un sujeto zarrapastroso de estos, pero que dicho descendiente va a ser un famoso e importante artista. Ya no habrá arte, ya no habrá descendiente si intervengo en pos de prever una pésima acción que puede dar a la larga un óptimo resultado. Si esta persona se casa con otra, tiene familia, o si adopta a desfavorecidos, etc. todos estos hechos serían borrados por mis manos en caso de actuar contra la predestinación, capaces de provocar aún peores sucesos.
-Como disculpa por el comportamiento de mis hombres os puedo ofrecer un lugar resguardado de la mugre en casa de una conocida. Tengo que cerrar unos negocios, mientras os puede prestar alojamiento. También podrá probar esta noche una nueva compañía más madura, sabes, ella también está en el 'negocio'. -No me gustaba el cariz que tomaba nuestro curso de acción, quizás nos estábamos desviando innecesariamente y provocando cambios temporales sutiles. El sujeto norteamericano dijo esto apenas me miraba como una cosa, una fea posesión de Edward. Al hombrecillo del puesto de comida le debía dinero, pero el Capitán no dejó ni un Yen, solamente una mirada de amenaza oculta-.
-[Edward-san, espero que no hayas actuado ni dicho nada relevante sobre nuestra condición. Lo que se me olvidaba es, que no debemos de modificar ningún suceso a menos que sea necesario, de lo contrario afectaremos al presente y futuro de formas posiblemente negativas. Estamos en la postguerra de la 2a Gran Guerra, en Nihonbashi. No sé qué hace Kailan-san en esta época, ya que no concuerda físicamente con el estado en que la conocimos, pero ya tengo confirmación de que está en esta población. Tan pronto podamos escabullirnos de Backgammon, procederemos a buscarla en silencio por la noche]. -Por fin pude dar la última advertencia a Edward sobre nuestro viaje en el tiempo. Le dejé bien claro que no hiciese nada a menos que tuviese que ver con salvar a Nora de cualquiera que fuese el peligro (ya tenía miedo de que hubiese hecho algo en la fiesta militar de hamburguesas falsas). Espera un momento, ¿voy a estar más de 60 años protegiendo a una chica preadolescente? No sabía si mi vida como 'Yuka' daría tanto de sí-.

Fabula END. Refert Tempus Nostris. PHASE.END (SHE WAS HERE, ALONE:XI)
«No puedes dejarme y mañana pretender volver»
BGM Soundtrack


El capitán Backgammon nos guió (más bien dicho, llevó a Edward, ya que a mí me consideraba con gran actitud misógina que era propiedad de este nombrado) hasta una casa bien modesta donde debíamos de hallar a la socia-cliente del corrupto militar. Este hogar se describía como la tradicional casa japonesa de madera junto a un pequeño huerto de subsistencia doméstica. El nombrado campo bañado por la luz del atardecer aparentaba ser más abandonado de lo que ya era, pues fijándome en los pequeños detalles, hacía tiempo que apenas se utilizaba: era como si sus propietarios se hubiesen rendido ante la escasez de cosecha. ¿Qué pasó con la gata marrón? Se quedó con el hombrecillo del puesto de comida (esperaba que no hiciese 'comida' con ella).

Me llamaba la atención que no hubiese arroz en la misma (también podría suponer algo estándar, pues estos requerían grandes latifundios anegados y no era el caso) y la casa en sí, carente de adornos y decoraciones más allá de la estructura arquitectónica, se encontrase en casi perfecto estado para estar a aproximadamente cinco años del fin de la guerra estadounidense-japonesa. Otra puntualización destacable era que esta construcción se hallase aislada del resto, quizás por ello entre los vecinos de Nihonbashi descase sobre el resto, y puede que también explicase su aislacionismo urbano.

Me mantuve en silencio, detrás de los demás, analizando el escenario mientras que Edward entretenía con charlas al capitán marine norteamericano. Intentaba hacer acopio de información mística sobre el pueblo y su importancia desde el punto de vista teológica y ocultista histórica a través de los conocimientos que tenía de la sabia Chihiro.

Nihonbashi resultó ser un cruce de caminos mercantil, muy cercano a la mar, próspero centro económico en los siglos pasados, así como su sobrenombre del 'Puente de Japón' desde el siglo XVII (paso entre Edo y Kioto), pero actualizado a inicios del XX de piedra a metal. Dentro de aproximadamente once años, construirían una autopista que no dejaría ver el Monte Fuji y cuya comunidad se quejaría (más bien, perjudicaría las energías místicas de la montaña sagrada con respecto a los magos y magas que habitaban estas tierras. Era como si el Lado de la Ciencia de formas sutiles molestase al Lado Mágico). En definitiva, esta villa no es una cualquiera para ninguno de los lados.

Entramos en la casa no sin antes respetar las costumbres japonesas para no ensuciar y dañar la superficie de madera, caso que Backgammon ignoró y no estaba segura de lo que hizo Edward (podría haber dejado sus zapatos de 'marca blanca' en la entrada y habría molestado al capitán, o bien viceversa y haber incordiado a la propietaria. Pequeños detalles).

La casa era muy pequeña, pues apenas tenía dos habitaciones, que supondría que una debía de ser de algún descendiente y la otra de la propietaria, y la especie de salón, el cual era como sacado de una estampa de antes de la 2a Gran Guerra. Hasta resultaba llena de elementos sintoístas, que se mezclaban con otros de religiones occidentales relacionados con la vida (y con ello, con la muerte): creo que al igual que yo, como experto antimago que es Edward, se habría percatado de que entre todas podrían estar formando algún tipo de circuito mágico de efecto desconocido.

El aire que se respiraba estaba cargado y olía a suciedad de un aquelarre, algo que junto la información que ya tenía me daba la certeza de a qué se dedicaba la mujer. La iluminación era modesta y natural a través de pequeños ventanucos (en el exterior pude ver que uno de estos pertenecería a una de las dos habitaciones), mientras intuía que por la noche encenderían las tres lámparas de aceite y carbón.

En el centro del salón había una mesa baja tradicional de dimensión familiar hasta para cuatro sobre la que descansaban varios platos de comida occidental y unos vasos llenos de sake (fue misterioso, sobre todo si lo comparaba con la pobreza alimentaria del huerto), pero dónde solo se hallaba acurrucada con ropajes de seda justos una mujer de mediana edad bien conservada para su posible edad, que era la viva imagen de Nora Kailan en caso de ser adulta. En un primer momento me impactó su semblante y por un instante pensé que «Unlimited Gate Works» nos había llevado a un mundo distinto tal como ocurrió con el Advenimiento, no solo a un tiempo diferente, y que la chica presente era la misma Esper del siglo XXI con otro papel (como provocaría un 'Angel Fall o Demon Ascension').

Me calmé y lo pensé mejor, eran sus facciones las que la hacían símil, pero sus ojos no eran carmesí (marrones) ni tenía un cabello pelirrojo (caoba). Además, estaba su cuerpo, era demasiado voluptuosa como para haber sido una Nora alterna. La que yo conocía, incluso en sus mejores días le habría requerido algo más que ejercicio físico y buena alimentación.
-Mister Backgammon, no contaba con que vendrías con compañía, ya que de haberlo sabido habría preparado una cena acorde. El contrato lo tengo aquí, cuando gustes, lo firmas, me das la cantidad acordada y te llevas a la niña. Perdone mi irrespeto señor inglés, soy Akari Izanami. Está todo mojado, ¿no le gustaría secarse en mi alcoba conmigo? No puedo ser tan joven como su acompañante, pero tengo experiencia y seguro que disfrutará un momento más adulto. -La mujer sacó de entre sus senos a la vista un papel enrollado y una pluma entintada con la que firmar. En todo momento estuvo incómoda por mi presencia, como si le fuese a hacer la 'competencia' en sus trabajos y arrebatarle la 'clientela'. En todo momento utilizó inglés, pues suponía que Backgammon y sus soldados no conocerían el idioma japonés, y quizás pensaba que Edward no sabría tampoco de dicho último lenguaje. La chica se repantingó dejando a la vista su entrepierna sin ropa interior, por otro lado el capitán y Edward fueron invitados a sentarse en uno de los cojines libres. Yo me quedé plantada, aislada de la situación (debía de ser una posesión, no una persona)-.
-¡Silencio mujer!, ya sabes que las viejas como tú no son de mi agrado, y mi amigo ya tiene sus gustos. Igual podríamos probar la nueva mercancía juntos por turno, eso sí, no intentes romperla antes de tiempo o tendremos problemas con quienes manejan el asunto. Primero los negocios, luego la fiesta. -El tono libertino de Backgammon cambió radicalmente a uno serio, estricto y molesto, tanto como para intimidar a la mujer frente a él. Llegados a este punto estaba claro que el negocio se trataba de la venta de una menor para ejercer la prostitución en alguna red pseudolegal global y corrupta: por las noticias sabía de esto, pero nunca antes había presenciado un negocio amoral y turbio como este. El papel ya llevaba la firma de la madre vendehijas, solo faltaba la del capitán. Llegó a invitar en la violación de la menor a Edward-.
-Ah, ¿y tú qué miras furcia? Vete con la mocosa de la primera habitación, aquí no haces nada. De paso, la preparas para su primera vez. -La mujer se molestó aún más conmigo por mi actitud curiosa y por haber leído el ilegal contrato. Me expulsó con el habla del salón a la habitación donde estaba la menor a la que pretendían vender y dejé solo ante el erótico peligro a Edward (no me resistí a la 'orden', ya que una actitud sospechosa podría provocar cambios masivos en la Historia. Lo cierto es que me estaba conteniendo ante tal vil inhumanidad)-.

Fabula END. Refert Tempus Nostris. PHASE.END (SHE WAS HERE, ALONE:XII)
«Por ti yo esperé y aquí me quedé»
BGM Soundtrack


Ya estaba preocupada por el inocente e inactivo circuito mágico que había montado por todo el salón, pero además estaba el nombre y apellidos de la mujer, Izanami era el nombre que tenía la deidad sintoísta de la vida... y la muerte, mientras Akari hacía referencia al color de la sangre. Me molestaba también el hecho del negocio inhumano que se estaba gestando delante de mis narices, si no hubiese prioridades ni problemáticas (no solo temporales, sino también fricciones de los dos lados), hace tiempo hubiese actuado en contra de todo el grupo.

Teniendo todo esto en mente, hallé en la habitación a una niña acurrucada frente a al único ventanuco que llevaba al exterior y que apenas llegaría a los seis años, la cual tenía aspecto de haber ayunado durante demasiado tiempo. Me impactó su físico, ella era Nora Kailan: de manera afortunada (o desafortunada) habíamos hallado a la persona que teníamos que proteger para corregir el futuro en el buen sentido.

Demasiadas preguntas y cuestiones me venían a la cabeza de por qué el desfase temporal inconexo entre esta y la Nora preadolescente de Ciudad Academia con más de sesenta años en el futuro de diferencia. Las problemáticas no solo se limitaban a su existencia anacrónica y envejecimiento anómalo, sino también a su apariencia. Esta era hija de su madre, pues mantenía el cabello y ojos castaños-caoba, lejos de los anómalos rojos de su yo del futuro.

También estaba su presencia, la que conocí siendo Chihiro o Yuka de 'otros mundos' emitía un frío mortal, esta no pasaba de ser una mera niña normal y moliente víctima de su entorno. Mi hipótesis era que de alguna forma se llevó cierto ritual en activo (puede que fuese este el momento) y la convirtió en la de Ciudad Academia, o bien, en un futuro los de la urbe científica aplicarían sus sustancias y métodos para transformarla.
-... Perdona, ¿eres Nora Kailan? Soy... emmm, una acompañante de un inglés famoso que marcha en un importante viaje por los mundos ayudando a la gente. Me llamo..., soy La Dama de las Nieves. -Pese a mi experiencia con Amy y Cia, no sabía cómo tratar una menor en estas circunstancias difíciles que posiblemente no entendería del todo. Se me daba fatal mentir e iba contra lo que creía, así que intenté decirle la verdad con sutileza y aplicar de nuevo aquel apodo. Para confortarla, le dije las palabras en japonés y la abracé (parecía que nadie hasta el momento lo había hecho)-.
-Madre no me puso nombre, y no sé qué traería a nadie a esta habitación. Madre me aisló del mundo, me dijo que era cruel y peligroso, que aquí estaría bien, es la primera vez que alguien que no es Madre entra a esta habitación. Ojou-sama, no sé cómo debería de actuar ante este 'abrazo', no entiendo por qué mis ojos lloran. -La niña frente a mí no paraba de repetir la palabra Madre, como si su ascendiente fuese una desconocida. Esta Nora tampoco tenía nombre (me preguntaba quién se lo pondría), ni siquiera nunca antes la habían abrazado y no sabía por qué sus ojos lloraban (era una reacción natural del ser humano con problemas físicos o emocionales, en lo esotérico, hay leyendas sobre gente que se ha quedado ciega de tanto llorar al presenciar a su Dios). En cualquier caso, era difícil imaginar que una madre vendería a su hija como si fuese verdura en una feria dominguera, sin embargo era consciente de que en otros tiempos y culturas se dejaban los vástagos indeseados como mercancía en cierto lugar anónimo de la Iglesia-.

Estuve pasando todo el tiempo con la niña, me hice su amiga, incluso le hablé sobre qué maravillosas cosas encontraría en el exterior más allá de la descuidada granja. Mientras tanto, Edward aparentaba (o al menos, quería pensar) negociar y festejar con sus dos nuevos amigos, cuyo sonido era escandaloso y sugerente. La lluvia pasó a llovizna y progresivamente se disipó junto a la niebla a la par llegaba la noche.

Reflexioné sobre qué hacer sobre Nora, si evitar la venta de su persona y cuerpo o dejar que la Historia prosiguiera de manera natural, pensamiento que fue interrumpido cuando comenzaron a escucharse gritos, no de fervor ni de juerga nocturna, sino de agonía y pavor. Algo había ocurrido fuera de la habitación de la pequeña Nora cuando el frío en plena estación veraniega había llegado y rociado el panorama de carmesí.
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Mensaje por Admin Vie Oct 06, 2017 4:51 pm

Music:

Tras atravesar la luz blanca que emergía de la puerta japonesa, nos encontramos en un lugar completamente diferente. Ya no nos encontrábamos en el sótano de un internado, sino en los callejones de lo que parecía un poblado japonés. Había algunas basuras, por lo que la zona apestaba, se podía oír a varios americanos reír en la distancia... Y estábamos en plena lluvia.

Mi traje... otra vez—me lamenté mientras mi ropa se empapaba por culpa de la lluvia. Nunca podía salir de casa con mi traje porque siempre pasaba algo para echarlo a perder. No me molestaba algo de tierra, pero la lluvia me había pillado completamente desprevenido. Debería haber traído un paraguas... Aunque era fácil de decir cuando no había tenido oportunidad de ir a mi casa a por uno precisamente. Nos refugiamos bajo uno de los techos y nos quedamos allí un rato.

Seguidamente me empezó a explicar lo que yo no sabía de toda la situación. Al parecer, se habían cruzado con un Esper de Ciudad Academia, pero lo principal era que una "Yuka" y... ¿su hija?, que era una Diosa Mágica (dioses mágicos, y se suponía que estos eran la posibilidad más temida por el mundo de la magia. Tenía entendido que tenían muy vigilados los candidatos para que no ocurriera jamás) atrapada en otro tiempo, se habían puesto a corregir el tiempo para eliminar su existencia. Casi parecía de una novela.

Durante la pausa, un gato callejero se acercó a mis mojados zapatos y se puso a restregarse en ellos y a ronronear. Parecía estar apegándose a mí por una razón que no entendía. Nunca había tenido un trato especial con animales que digamos. Prosiguió explicándome que detuvimos el Demon Ascension y otra Majin llamada Othinus (el líder de los dioses nórdicos? Todo esto escalaba demasiado rápido) estaba corrigiendo todo lo ocurrido del fin del Mundo. Pero aún quedaban cosas por corregir que necesitaban nuestra intervención al parecer, y la clave era Nora.

Conque alterar los hechos al mínimo... Puedo intentarlo. Pero si no sabemos qué ocurría originalmente va a ser difícil—tras una segunda pausa, cambió a otro factor que no entendía... El por qué ya no se consideraba Chihiro. Al parecer era porque... no era ella. Y tampoco Yuka. Estaba llevando a alguien "en coma" como si fuera su cuerpo, y cuando despertara ella desaparecería—No puede ser...

Se me hizo un nudo en la garganta. Después de aquello, quizás no la volvería a ver nunca... Mi única compañera en ese mundo en el que no conocía realmente a nadie (salvo quizá Willard) iba a desaparecer en cualquier momento... La sensación de que ella iba a prácticamente morir en me estaba haciendo sentir incluso peor que cuando Kokomi saltó por la ventana... E incluso cuando mis padres desaparecieron de golpe.

...Agh... maldita sea—rodeé su hombro con mi brazo para darle un abrazo. Miré hacia el nublado cielo mientras respiraba con pesadez—No me gusta sonar tsundere, pero tarda todo lo que puedas en desaparecer, ¿me oyes? Ya me está costando asimilar la idea de que te voy a perder como para que sea de golpe.

Music:

...Pero teníamos que ponernos en marcha. Debíamos investigar dónde y cuándo estábamos, así como encontrar a la Nora de aquella época. Salimos del sucio callejón y caminamos por las solitarias calles mientras el agua seguía cayendo sobre nosotros. Mi traje ya no tenía remedio (además por el gato, que me lo había manchado de barro), y la ropa ajustada de Yuka se había trasparentado, lo que dejaba una escena digna de ser llamada ecchi. En cualquier caso, las casas tradicionales japonesas que nos encontrábamos parecían haber tenido reparaciones recientes provisionales, así como rastros de destrucción obvios.

Pasamos por enfrente de un restaurante improvisado llamado "Hamburguesería Ramen", seguramente para ganar algo de dinero de forma desesperada. En las mesas de alrededor se encontraban un montón de soldados con uniforme de color verde, y por su acento se notaba que eran americanos. Todo aquello sonaba a Segunda Guerra Mundial. ¿Pero por qué habríamos retrocedido tanto? Nora no era más que una niña... No una vieja.

Yuka fue directamente a preguntar a uno de ellos, sin embargo no tardaron en intentar meterle mano (y... bastante más), pero sus reflejos y velocidad fueron suficientes para evitar algo desagradable incluso antes de que pudiera saltar a defenderla. Otro de los marines (en este caso el capitán) vino a sermonear al que lo intentó ya que la confundió con "mi mercancía"... Que era mejor tratarlo así para que no se montara un escándalo. Le ordenó comer de los excrementos y se presentó, indicando sus gustos... demasiado desagradables.

Un placer, señor Zink. Yo me llamo... Phillip Battler—me inventé un nombre improvisado para no decir el mío y estreché su mano—Y mis gustos por las féminas tienen un amplio marco.

Te invito a tomar algo, Phillip. Creo que vamos a tener una conversación muy interesante—a pesar de que era una persona que me daba asco hasta a mí, tenía que mantener el perfil. Además, no tendría que mentir necesariamente si no me metía en el tema de las niñas pequeñas.

Ya estaba acostumbrado al alcohol, ya que tomaba vino incluso cuando era un adolescente (incluso cuando Jefry intentaba que no lo hiciera sin éxito). Así que no fue ningún problema para mí tragar, cantar y reír. Yo hablaba de mozas creciditas, y él de niñas vírgenes. El alcohol al menos hacía soportable la conversación.

Tras un rato bebiendo y cantando, nos levantamos de las mesas y el capitán nos invitó a casa de una conocida. Lo mejor era aceptar con gusto, así que me empezó a guiar mientras Yuka se tenía que resignar a seguirme... Allí el respeto a las mujeres llegaba al negativo. Me comentó de no alterar los hechos todo lo que pudiéramos. También me comentó que estábamos en la posguerra de la Segunda Guerra Mundial y que Nora debía de estar por allí, por muy extraño que fuera.

Sólo hemos hablado de cosas pervertidas. Intentaré mantener los hechos como pueda, entonces~—el alcohol se me había subido un poco la cabeza, así que mi tono de voz era demasiado juguetón. Pero tampoco desentonaba con mi personalidad, así que no habría problemas.

Music:

Tras un rato charlando, llegamos a una casa japonesa tradicional. Intenté quitarme uno de los zapatos, pero al estar tan pegados de barro, en mi cabeza pensé "qué más da" y me quedé solo con uno al entrar. El alcohol ya me empezaba a afectar más de lo esperado... Quizá por beber algo que no era vino. Había solo dos habitaciones, y entramos en lo que sería el salón.

¿Espera... me engañaban mis ojos o estaba viendo una Nora adulta...? Debería haber bebido demasiado... Oh no, porque veía sake en la mesa. Probé un poco mientras la mujer hablaba del contrato (uno que se extrajo de los pechos, merece la pena decir). Como suponía por lo que habíamos charlado, iban a vender a una niña. Algo que no podría impedir por desgracia. Tomé algo más del sake y la mujer se ofreció a "calentarme"... Que mira, tampoco era mala idea... Si no fuera porque el pederasta la interrumpió tajante.

Va, va... Sabes que puedo disfrutar de cualquier fémina, sea de la edad que sea... Mientras no tengan arrugas—reí y tomé otro trago de sake. Escuché de mientras cómo la mujer le gritaba a Yuka en japonés, exigiéndole que fuera a preparar a la niña—Lo que sí necesito es ropa de repuesto... ¿No tendrás algún uniforme de sobra?Y respecto a la chiquilla, no te preocupes que la trataré bien~

Claro que tengo. Siempre llevo un recambio encima por si mancho más de la cuenta—este me guiñó un ojo y sacó de una maleta un impecable uniforme militar. Con gusto me empecé a quitar la sucia y empapada ropa y me puse el uniforme allí mismo mientras el otro ya estaba terminando el acuerdo. Sacó un buej fajo de billetes y lo dejó en la mesa central—La primera parte. Te daré la otra tras comprobar la calidad de la mercancía.

Yo por mi parte ya me terminé de vestir, y me ajusté los guantes blancos. Sorprendentemente, no me quedaba mal. Incluso me daban ganas de girar sobre mi dedo índice la gorra.

Ropa:


Sin embargo, me di cuenta de que el tipo ya había terminado de hablar, y se disponía a ir a la habitación. Se estaba quitando el cinturón y dejándolo en la mesa, dispuesto a abrir la puerta corredera. Tenía que hacer algo si no quería que fuera primero... E hice lo primero que se me ocurrió:

¡¡¡YAAAGH!!!—...tomé la pistola del cinturón y disparé. No iba a dejar que tocara a unas niñas, por (inexistente) dios. La prostituta japonesa también pegó un grito, y el marine se quedó en el suelo, agonizando. Cogí un vaso de sake y se lo tiré a la cabeza, perdiendo el conocimiento.


¿...Y ahora qué?

Miré desconcertado el militar inconsciente y a la mujer vendeniñas que se parecía a Nora... Un momento... Se parece a Nora de verdad... Eso... ¿podía significar...?

Mierda, mierda, mierda, mierda.

Ya la había cagado, había cambiado la historia. ¿Qué rayos se suponía que debía de hacer ahora? Miré frenéticamente a mi alrededor, y luego a mí mismo. El uniforme... Era descabellado, pero la solución más rápida ahora era hacerme pasar por él... En cierta forma.

Me... llevaré yo a la chica, sí—comenté accidentalmente en japonés mientras rebuscaba entre los bolsillos del militar, encontrando la otra parte del dinero. La lancé también a la mesa y empecé a caminar hacia la otra habitación. En parte para parecer el militar y en parte para decirle a Yuka que teníamos que irnos pitando. Maldita sea, la había cagado pero bien.
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Mensaje por Admin Vie Oct 06, 2017 4:52 pm

Fabula END. Refert Tempus Nostris. PHASE.END (SHE WAS HERE, ALONE:XIV)
«He decidido protegerte»
BGM Soundtrack


Unos gritos de agonía y horror me advirtieron de que fuera del cubil donde estaba con la pequeña Nora me indicaron que algo pésimo estaba dando lugar. Por un momento pensé en lo peor, ya que sentí el frío característico de chica Esper que conocí en otro mundo, en otro tiempo y lugar. Observé detenidamente a la niña que estaba ahora bajo mi cuidado, sin embargo no noté ningún cambio... ella no era la que adquiría esa habilidad sobrenatural científica, sino procedía del exterior.

Salí con la niña al pequeño salón japonés para ver una escena que jamás habría sido capaz de predecir ni con la mejor de las experiencias en elaborar estratagemas y contramedidas. Edward, mi compañero en esta tarea sin recompensa personal, se había disfrazado de soldado norteamericano y aún empuñaba una pistola de mano, que por su expresión parecía haber jalado el gatillo.

A su lado, empero en el suelo de madera se hallaba el capitán Backgammon retorciéndose de dolor mientras se agarraba su parte varonil. No dejaba de desangrarse y teñir todo de fluidos rojos, viendo su condición, si no era asistido inmediatamente seguramente perecería, aunque en el óptimo de los casos se quedaría en un estado eunuco. En el fondo quise hacerle algo parecido por justicia a los abusos que estos extranjeros estaban cometiendo fuera de sus tierras, no obstante estábamos viajando en el tiempo y había una serie de reglas no escritas que convenía respetar para evitar mayores dramas en el presente-futuro.
-Quiénes sois... Qué habéis hecho... el grupo mafioso ahora vendrá a por nosotros y nos usará como cabeza de turco porque su mercancía aún no ha llegado. No sé quiénes sois, pero ese dinero está manchado de sangre: apártalo de mí, no quiero ser blanco de cierta organización. Necesito... necesito marcharme de aquí muy lejos, cambiar de nombre... antes de que comiencen a indagar sobre lo sucedido y lleguen a mí. Llevaos a la mocosa, hacer con ella lo que queráis... ellos la buscarán... no la quiero cerca. -La mujer parecía verdaderamente aterrorizada por lo que acababa de hacer Edward. Al parecer, todo fue como un método de supervivencia en este complejo y complicado espacio-tiempo; pero que una madre venda a su hija... era hasta biológicamente imposible. Incluso la peor de las madres haría lo que fuese por sus vástagos, incluso sacrificarse. Algo estaba extraño, tenía la sensación de que la madre de Nora nos mentía sobre su verdadero objetivo-.
-Madre, ¿qué te pasa? ¿Por qué lloras? ¿Por qué luces pálida? ¿Me he portado otra vez mal? ¿Quieres castigarme? -Incluso la maltratada y pequeña Nora se acercó a su odiosa madre para ver qué le pasaba. Estaba muy confusa, la verdad no sabía muy bien si ella se sentía con odio hacia esta o más bien, triste por el temor de haber perdido a su única y genuina madre. Se acurrucó cerca de esta e intentó abrazarla como yo antes había hecho con ella a imitación, pero su ascendiente la apartó rápidamente de una bofetada que dejó marca en su mejilla-.
-No tiene sentido ocultarlo más. No somos militares si es lo que piensas, tampoco somos de otra de esas organizaciones criminales: puedes tratarnos como unas personas que están en una importante tarea que requiere poner a salvo a esta niña a cualquier coste o medio. Izanami-san... debo de suponer que usted sabe algo sobre la magia, ¿verdad? ¿Qué nos está ocultando? Yo soy una persona benevolente, no obstante hay límites que nunca deben sobrepasarse: una madre que instrumentaliza a sus vástagos no es peor que una asesina. -Sospechaba que ella nos mentía, sobre todo por su sobreactuación con Nora y sus gestos de nerviosismo. Suponía que aquellos ídolos y tótems dispuestos en el salón no eran solo de adorno, sino que aconsejada o no, Izanami había colocado allí en cierta posición y con algún objetivo esotérico obvio-.
-Entonces, ustedes son magos... No pensé que me descubrirían tan pronto, incluso antes de haber completado el circuito mágico. Supongo que os habréis dado cuenta de que todo era un ritual en un principio: aunque parezca que no... Yo solo quería otra vida para mi hija, así que si debía de sobrevivir en un mundo de muerte, abusos y guerra, ella necesitaría convertirse en la misma Muerte. Acepto mi pena, pero por favor, tened piedad de mi hija, sacadla de este país moribundo y manténgala lejos de los demonios norteamericanos. Pretendía entregársela a los criminales para que desde dentro ella acabase con todos ellos. Lo siento mucho, Nora-tan, tu madre quería convertirte en un arma de la justicia. -Solo hizo falta un poco de sospecha y la aplicación de un farol para descubrir la verdad que subyacía bajo todo este drama típico de familia pobre que vende a sus descendientes para poder sobrevivir. Esta vez no parecía Izanami decir falacias, así que la creí-.
-... No debe de preocuparse tanto, esta pesadilla que está viviendo se acabará mucho antes de lo que piensa. Este Estado prosperará y todo, relativamente, regresará a la normalidad. Pero si su hija hubiese muerto, entonces el futuro habría desaparecido de manera absoluta y casi irrecuperable. Su motivo de supervivencia lo comprendo, empero incluso sin ser su hija una pieza clave del mundo, es imperdonable lo que le hizo e intentó hacer... No la merece. Baskerville-san, nos llevamos a Nora-tan y dejamos a su madre aquí, que asuma en lo que le resta de vida sus responsabilidades: no hay peor castigo que el arrepentimiento y la imposibilidad de redención. -Hacía mucho tiempo que no estaba tan seria e iba tan en serio. Sería un castigo cruel, pero ajustado al 'pecado' cometido por ella, pues tendría muchos años de soledad para reflexionar sobre lo que hizo con su hija-.
-¿Quiénes sois? ¿Qué cábala?... -La madre asumió cabizbaja su culpa y solo nos dejó marchar, no sin antes preguntarnos quiénes éramos y para qué sociedad mágica trabajábamos-.
-Solo la 'Dama de las Nieves' y su ayudante. A veces hace más frío en verano que en invierno, por eso tenemos que actuar antes de que las personas pierdan su camino en la agreste montaña llamada vida. -No mentí en lo profundo de aquella respuesta que le ofrecí a la madre de Nora, no obstante no podía decirle exactamente quiénes éramos o buscaríamos más problemas y anomalías insalvables de las que ya habíamos provocado en nuestra descuidada actuación temporal-.

Agarré de la mano a la pequeña Nora y se la di a Edward para que la llevase en brazos, pues ahora la prioridad era salir de allí lo más rápido, al menos del pueblo hasta saber dónde y cuándo se abriría la próxima «Unlimited Gate Works». No obstante, fuimos interrumpidos por alguien más que entró por la misma y única salida. Me había olvidado de la agonía del exterior y el aumento de frío en pleno verano húmedo hasta que esta persona muy conocida dio cuenta de su presencia.

Fabula END. Refert Tempus Nostris. PHASE.END (SHE WAS HERE, ALONE:XV)
«Incluso si debo desvelarme desde lo más recóndito de las tinieblas»
BGM Soundtrack


Había cometido un error grave en mis planes, ya que si el ritual mágico estaba incompleto (lo relacionaba con la conversión Esper de Nora, aunque no sabría para nada explicar los detalles por ser algo científico que seguramente requeriría de aplicaciones materiales en Ciudad Academia), pero presente este frío antinatural, solo había una persona más capaz de tener esa presencia. Delante de mí había una chica adolescente, algo más alta que la que conocí, pero pelimilán y ojos carmesí que reclamaban vidas. Llevaba un atuendo distinto a uno escolar (era un vestido de calle sencillo y marrón), pero llamaba demasiada atención la bufanda teñida de sangre que portaba al cuello. Esta estaba completamente empapada al igual que el resto de su vestuario.
-Madre, soy yo. La hija que querías vender ha regresado. Te castigaré tal como hiciste conmigo, solo que seré más condescendiente. Tan solo será un instante. Capitán-san, esto será como en los viejos tiempos: tranquilo, se reunirá pronto con sus víctimas y con sus hombres. Un momento... 'Dama de las Nieves', qué haces aquí, ¿viajaste para salvarme? ¿Esa soy yo? Esta escena es... no, no quiero recordarlo. -Parecía la Nora que conocí, solo que esta parecía algo más cambiada, no obstante que me reconociese como 'Dama de las Nieves' aclaraba que realmente era ella. Por cómo sostenía diestramente su característica cuchilla que goteaba con sangre fresca, su apariencia y objetivos declarados deducía que de alguna manera había viajado en el tiempo, posiblemente en alguna de esas brechas abiertas durante el Advenimiento, y estaba aprovechando para vengarse... habiendo perdido todo-.

No dije nada y quise comprobar rápidamente qué había pasado en el exterior aprovechando la confusión de la nueva invitada, ya que ahora tan solo se escuchaba el sonido de los insectos nocturnos. Cada casa, cada calle, cada establecimiento, todos estaban teñidos con viscoso líquido de vida junto a entrañas humanas aderezadas con huesos.

No eran simples cortes, habían sido cortados como pequeños y precisos dados, tal como haría un carnicero con su chuleta de cordero. El camino ahora era un río rojo de profundidad por los tobillos que transportaba 'piezas' humanas mientras que los vanos de las casas goteaban de carmesí como estalactitas de una caverna.

Incluso siendo hechicera, siendo la autora Nora, esta obra era tan monstruosa e inhumana que solo indicaba una posibilidad: teníamos que salir de allí, evitarla o formaríamos parte de la laguna sanguinolenta que se estaba formando en la pequeña plaza. Es cierto que junto a Edward podríamos derrotarla, ¿pero a qué costo? ¿Matarla? ¿Asesinar a nuestra objetivo a salvaguardar? Ya eran suficientes muertes por hoy. Solo tardé menos de un minuto para regresar a la 'casa de los horrores'.
-... Yo me merezco la muerte que me traes... hija, por lo que te quería hacer. Si no fuese por la 'Dama de las Nieves', tan solo estarías sufriendo. Mátame, por favor. -No sabía qué había ocurrido en ese minuto que estuve ausente, pero la pequeña Nora se aferraba de miedo y entre lágrimas contra las ropas militares de Edward. Quien era antes el Capitán, ahora solo era un amasijo de entrañas rojiblancas manchando el suelo, mientras la madre de Nora aceptó la propuesta con decisión. ¡No! ¡Eso solo empeorará la condición inestable personal de la Nora que conocemos!-.
-Tengo que hacerlo, tengo que hacerlo... pero, no puedo, no entiendo por qué, no puedo. Muévete cuchilla, por favor, muévete... -Su instinto como hija le negaba la venganza. La asesina Nora se había acurrucado para cortarle con su cuchilla la garganta a su madre, empero dudaba y los temblores que tenía no la dejaban actuar-.
-Nora Kailan, soy consciente de lo que has pasado, es más, estamos intentando salvarte. Entiendo por qué esas muertes, pero muchas innecesarias: no te voy a detener, ya que es asunto tuyo. Únicamente asegúrate de no arrepentirte más tarde. [Edward-san, salgamos de aquí ya mismo. Sígueme a fuera de este pueblo, tan solo tápale los ojos a Nora-tan... Vamos a buscar un lugar seguro donde estar hasta que se forme la siguiente puerta. Nora-tan viene con nosotros, aquí corre peligro y no es correcto que la misma persona exista más de una vez en el mismo lugar-tiempo]. -Le advertí a Edward de una huída necesaria, no sin antes aconsejar sabiamente a la asesina: hay asuntos que incluso regresando en el tiempo nunca se solucionarán, y uno era la muerte de un ser querido con las propias manos de una. Aunque se vuelva en el tiempo, se salve a esta persona, en tu ánima ya tienes la pesadilla creada-.

Fabula END. Refert Tempus Nostris. PHASE.END (SHE WAS HERE, ALONE:XVI)
«Esta ciudad que nos escondía, nadie sabía cuánta nieve y frío hacía»
BGM Soundtrack


La advertencia que le di a Edward sobre la pequeña Nora no era baladí, pues ya había presenciado el terrible espectáculo que su yo de otro futuro había creado y no quería traumar a la niña más de lo que estaba. Si hay que hablar sobre ética y moral, era una situación debatible: esas personas se lo merecían, unos por perpetradores de crímenes injustificados y otros por, mediante la cobardía, no actuar contra el mal de su alrededor y preferir asumirlo como natural. No obstante, nadie se merecía morir y cada ser humano debía de tener una segunda oportunidad.
-Un momento (...) Prosigamos en dirección al puerto, esa chica ya no puede ser salvada de sí misma. Edward-san, solo nos queda salvaguardar a la pequeña Nora-tan y evitar que termine como la que ya conocemos. -En la entrada de la 'casa de los horrores' hice detener a mi compañero de tareas mágicas. Quería comprobar si finalmente Nora Kailan terminaba por matar a su propia madre, fue una verdadera lástima que la ejecutase y se tiñese el pequeño ventanuco del salón de rojo visceral. Le di una oportunidad y esta la dejó escapar, ya no habría redención posible para ella. Solo le quedaba la muerte, yo no sería su verduga porque me duele demasiado verla así y eso acabaría conmigo misma, empero alguien o algo en algún lugar la haría pagar por sus crímenes. No, ya estaba pagando por ello por los gritos de locura y lamentación que se escucharon desde lo que fue un hogar-.

Íbamos por la entrada de aquella villa arruinada convertida en una Inquisición descontrolada cuando se pudo escuchar un sonido intimidante, como si las ánimas del Más Allá se abriesen paso, junto a otro que terriblemente ya se me era conocido (y seguramente a Edward también), aquel de un cristal desquebrajándose y la sensación de anomalía.

Me giré un momento para observar cómo la maltrecha casa de Nora era cubierta por una niebla más oscura que la noche sin luna y la poca iluminación disponible era apagada súbitamente, pero lo que más llamó la atención fue a la figura clásica de la Muerte (a modo occidental, no como Shinigami oriental) junto su guadaña y huesudo espectro antropomorfo, quien cubrió a Nora y la protegió de lo que parecía ser una nueva brecha dimensional que el Advenimiento de nuestro mundo presente debió haber afectado. El hechizo de su madre por darle poder volvió a hacer efecto en ella y sirvió como protección: una mala madre salvó a su mala hija.

La brecha del cielo se hizo demasiado grande y terminó por absorber toda la humilde urbe postguerra. Tuve que apresurarme, así que usé mi condición superhumana como hechicera para agarrar del brazo a Edward y empujarlo a altas velocidades contra el puerto. Si esa brecha nos absorbía, el hechizo del tiempo sería roto y nunca tendríamos oportunidad de corregir el mundo. La mejor de las posibilidades era terminar en otro yermo similar a los ya conocidos, o bien, la pésima era morir en el momento crucemos ese quiebre accidental y anómalo.
-Edward-san, sujeta bien a Nora-tan. La única oportunidad que tenemos contra la Muerte es buscar refugio en la vida del agua. -La otra amenaza, además de la brecha absorbemundos, era la niebla de muerte que protegía a Nora, pero que mataba lo que hallaba-.

El sonido de los insectos cesó conforme dicha negrura se expandía entre las sombras de la entrada noche, no sin antes que una gata marrón sucia interceptase de un salto a un Edward en la cara. Tal como esperé y planeé, caímos al agua sucia y maloliente de aquel puerto del desastre. La capa superficial era teñida por basuras y otras porquerías, pero las profundidades se mantenían limpias. Allí, en las aguas más cercanas a Nihonbashi, tal como un milagro se abrió una «Unlimited Gate Works» para nosotros.

Fabula END. Refert Tempus Nostris. PHASE.END (THE VAMPIRE WITCH:XVII)
«Cuando crecí, creí que el mundo no sería tan hostil»
BGM Soundtrack


Precipitadamente fui la última en cruzar el portal hacia un nuevo tiempo-espacio, fue tan improvisado que agua del mar de Nihonbashi se coló con nosotros, no solo eso, sino que habíamos recogido a la pequeña Nora de otro tiempo y la gata marrón estaba allí con expresión de pavor e histérica arañando la cara de Edward. Por otra parte, la nombrada niña parecía asustada y casi degollaba de abrazo al mago uniformado de soldado.

Me calmé y me levanté para analizar qué tiempo-espacio era el actual. El entorno era poco artístico, más bien completamente utilitarista: no había simbología ni nada mágico, allí solo estaban losas grises y paredes blancas que bien se presentaban como completamente artificiales.

Estábamos en una habitación con una única salida, la cual contenía alguna especie de cierre de seguridad de aquellos que recordaba de Ciudad Academia, bueno, al menos lo parecía... ya que aparentaba ser algo más complejo que los del instituto Tokiwadai. El lugar ya lo tenía ubicado: Ciudad Academia, la urbe de la ciencia. Ahora solo faltaba el tiempo, difícil de averiguar en una sala sin ventanas ni referencias al exterior.

Apenas había luz y necesité un tiempo para acomodar mi vista. Cuando mis ojos se acostumbraron a la oscuridad, tan solo pude advertir que ese lugar no era precisamente una simple construcción científica o alguna residencia de estudiantes. Las paredes, el suelo, todo estaba decorado con entrañas sanguinolentas, quienes fueron alguna vez personas adultas. Estas aún tenían su uniforme (me pareció que eran los propios de aquellos policías de Ciudad Academia, los Antiskill) y la sangre parecía fresca, lo que indicaba que su muerte era reciente y quien los había matado aún estaba cerca.
-A juzgar por el lugar, estamos en algún edificio de Ciudad Academia. Edward-san, por favor, no dejes que Nora-tan vea este esperpéntico escenario. El tiempo... no estoy segura, pero parece en un momento relativamente cercano a nuestro presente-mundo por los aparejos semejantes a los que vi como alumna Tokiwadai. -Ofrecí mis conjeturas a mis compañeros de viaje temporal. También le pedí a Edward que siguiese con la política de evitar que la pequeña Nora viese el plató de gran dureza psicológica, pues lo último que quería era que esta Nora siguiese la ruta de su yo 'crecida'-.

Demasiado tarde, la niña pelicastaño de otro tiempo ya estaba observando cómo estaba el proscenio. Edward aún lidiaba con la felina trastornada cuando intentaba dar con una excusa infantil creíble a lo que había alrededor, ¿podría decir que todo era un sueño? ¿Que como 'Dama de las Nieves' debía de guiar a la gente perdida? ¿Que quizás era algo producto de ser un espacio tan oscuro? ¿Una broma mágica macabra? ¿Solo están durmiendo (no creo que esta sirva, cuando algunos son solo manchas viscerales en las paredes, suelo y techumbre)?

Sea cual sea el pretexto, estaba claro que no iba a ser del todo funcional. Lo más increíble fue con la apatía que la nombrada trataba la situación. Realmente, Nora nunca antes había tenido contacto con el exterior y solo sabía de los horribles y demenciales eventos al que su madre Izanami la tenía sometida.

Había algo que urgía más trascendencia, el sonoro alboroto que producía una alarma y los constantes pasos debajo y arriba. Entre todas esas zancadas, una distinta y segura en el mismo nivel en el que estábamos (esto confirmó que aquel lugar era algún edificio) se nos aproximaba. Iba donde la pequeña Nora, empero esta comenzó a temblar de miedo y salió en mi búsqueda, quien se ubicó detrás mía. Al parecer, le recordaba a su madre acercarse a su cubil. Aquel rumor se semejaba al de unos zapatos de estereotipo femenino.
-Realmente esta ciudad es de locos. Ella misma se consume en su propia estúpida ciencia... la mitad del trabajo ya lo tengo hecho con todos esos cadáveres apilados que ha dejado alguien... espera, ¿Quiénes son ustedes? ¿Los conozco de algo? No importa, pronto se convertirán en mis 'familiares'. -Su impresión de conocernos fue mutua, la pequeña Nora se sintió extrañamente conocedora de la preadolescente rubia (12 años tendría físicamente, o un poco menos) pelimedia de ojos rojos, de atuendo 'Gothic Lolita' rosado de toque vampírico que portaba consigo en su bracito siniestro un libro cuya portada era la de Drácula de Bram Stoker (esperaba que no fuese un grimorio), mientras yo me conmoví tal como si ella fuese alguien cercana. Ella no parecía de Ciudad Academia y aún menos una Esper, su comportamiento y tono eran infantiles, pero subyacían intenciones adultas y serias-.
-No debes de ser tan joven como aparentas, esa palabra 'familiar' y ese libro encuadernado con piel, además de los adornos que trae tu vestido... No eres Esper, pero tampoco una maga común y corriente. Debes de saber las consecuencias de alterar el equilibrio entre la ciencia y la magia, así como actuar fuera de las cábalas mágicas aceptadas. La pregunta es, ¿quién eres y qué haces tú aquí? -Estaba claro que era una maga cuyo potencial no debía ser subestimado si había logrado involucrarse en una de las instalaciones de la justicia de Ciudad Academia ¿por la fuerza? Opté por devolverle la pelota y que ella se identificase primero-.
-Pensé que en Ciudad Academia ningún mago de cábala se acercaría, debéis de ser respetables... os lo diré antes de convertiros en mis sirvientes nocturnos. Soy Satako-tan, bruja independiente de años de vida gracias al don vampiresco, o maldición, como prefieras llamarlo. Mi nombre mágico es «Generis419». Estoy aquí porque Ciudad Academia me arrebató mí preciada amiga y la convirtieron en una... cómo lo llaman, Esper. Estuve un tiempo sola hasta que la conocí y aceptó mi don, pero no sabía qué pasaría por su condición Esper. Quiero marcharme lejos de aquí con ella para vivir en tranquilidad, pero esos sujetos no me lo permiten. Ojou-sama, es tu turno. -La actitud hostil de la aparente jovencísima maga fue cambiando conforme se nos presentó. Era como si echase de menos a alguien de los de su calaña-.
-Soy una hechicera independiente que está sumida en una tarea mágica altruista. Digamos que nuestra cábala originaria fue destruida por cierto incidente externo (no mentía, técnicamente desapareció con el Advenimiento). Hemos venido a salvar a esta niña, nada más. Mi nombre es... digamos que pretendo pasar desapercibida, mi identidad es falsa, pero puedes llamarme 'Dama de las Nieves'. -Al decir 'hechicera', Satako se mostró inferior y aumentó su respeto por mí, sin embargo bajó la guardia cuando le enuncié que era independiente. Mi motivo solo sirvió para que se mostrase cercana con nosotros, demasiado, tanto como si fuese una hermana o parecido-.
-De verdad eres... Oh, leí acerca de una pequeña leyenda de hace unos años. Donde una mujer autodenominada 'Dama de las Nieves' apareció en un pueblo llamado Nihonbashi y lo castigó por su inhumanidad haciéndolo desaparecer. Entonces, señor militar, debe de ser el 'Gato con Botas-sama' y esa gatita..., quién se dice cuyo única superviviente fue una gata que salvó el acompañante de la primera porque cayeron enamorados. Oh, ustedes deben de haber vivido años y tener alguna cualidad como yo para mantenerse sin envejecer. Cambio lo dicho, no son mis familiares, son mis amigos, mis aliados. -Alguien debió escribir lo sucedido desde lejos y convertirlo en pequeño mito lo ocurrido en Nihonbashi. Para nosotros fue una estancia de horas y un viaje súbito por el portal, pero para Satako... deben de haber sido años de soledad. Ella creía que nosotros éramos inmortales, que realmente estábamos en similar condición-.

La gata marrón seguía molesta con Edward, a quién estufaba y arañaba. Satako se distrajo un momento viéndolos, pues por su rostro y su sonrisa (cabe decir que semejaba bonita con esos colmillos vampirescos) parecía que estaba observando una escena de amor entre especies distintas. La maldita y pequeña maga parecía haber abandonado todo por su amiga, algo que hacía empatía conmigo y que pudo ser parecido a lo que sucedió entre la Nora que conocíamos y la chica de la motocicleta llamada Arisa.

Era consciente de que Satako no era una genuina vampira (algo que la propia quizás no aceptaba y que realmente lo era), sino que de algún modo había acabado bajo el influjo de alguna magia o maldición que la aparentaba como tal. El libro que llevaba lo indicaba, además, esas criaturas genuinas de energías esotéricas infinitas no se saben dónde están. La figurada vampiresa centenaria parecía muy feliz con nuestra presencia: realmente seguía siendo una preadolescente inocente pese a su larga experiencia con la vida. Asombrosamente, esta comenzó a relacionarse con la pequeña Nora como si hubiesen sido buenas amigas desde años pretéritos, quienes se pusieron a jugar con la gata de Edward dándole de comer pescado que había por el suelo bañado con aguas de otra época y lugar.

El momento de descanso nos distrajo lo suficiente para no darnos cuenta de la situación arriesgada en la que estábamos involucrados. La alarma seguía y los pasos de los niveles superiores e inferiores cambiaron y se acercaron a marchas rápidas hasta dónde estábamos.

Reaccioné a velocidades de hechicera experimentada posicionándome en primera fila tras la única entrada a la sala de los cadáveres misteriosos bañados con agua marina y aderezados con peces de puerto extremo-oriental. No sabía por qué estábamos allí y en esa época (además, la Nora que debíamos de salvar la teníamos bajo nuestra custodia), pero quizás, solo quizás, estaba relacionado con la tal Satako, Ciudad Academia, los Antiskill y algo o alguien más ¿qué nos había preparado la predestinación?
-Tenemos intrusos en la sala anexa a los interrogatorios, envíen refuerzos. Esperad, el objetivo primordial Redmond Sane no está aquí, nadie encaja con su descripción reciente. Identifíquense y justifíquense ahora mismo correctamente o serán tomados en custodia por los Antiskill de Ciudad Academia y juzgados por extranjeros sin permiso en instalaciones restringidas. -El capitán parecía más un docente de escuela de élite que un profesional de la seguridad y el orden (era algo obvio, como Aya Yuka sabía que los Antiskill y los profesores eran prácticamente lo mismo). Era de mediana edad, lucía una barba de dos días y presentaba algunas canas blancas en su cabello corto pelimoreno. Al igual que sus compañeros (eran una docena), estaba con el uniforme de Antiskill y portaba consigo el típico escudo policíaco de estos y un fusil metálico con el que nos apuntaba con láser rojizo a nuestras sienes-.

Satako dejó la alimentación felina y su semblante cambió al de una criminal a punto de provocar un desastroso desenlace. No iba a dejar que nadie más se viese involucrado con venganzas que conllevarían a situaciones que solo traerían la destrucción y la autodestrucción, así que opté por detenerla e intentar encargarme pacíficamente de la intrincada coyuntura.
-Soy Aya Yuka, Esper de la prestigiosa institución femenina de Tokiwadai. Lo pueden comprobar, resulta que hace unos días me había visto envuelta con unos espers peligrosos que intentaron hacerme daño. Fui a este lugar a pedir ayuda, pero como no había nadie en oficina, decidí preguntar a alguien por mí misma... fue entonces cuando acabé accidentalmente encerrada aquí. Al parecer el criminal que están buscando cerró esta puerta. -Era horriblemente pésima mintiendo, aunque en sí era verdad todo lo que decía-.
-Es correcto, identificación positiva. Esper Aya Yuka también conocida como 'Songtress', Instituto Tokiwadai; habilidad Esper Nv4, Maestra de Canto 'Singer Master'. Al parecer tiene un historial convulso con ciertos incidentes, pero su expediente académico es estándar. -Una mujer Antiskill joven peliazul y de semblante rudo sacó un aparato televisivo cuadrado, pulsó varias veces en la pantalla e hizo sus pesquisas. Estaba registrada como Esper en Ciudad Academia, lo que no sabían era que Aya Yuka estaba durmiendo en este cuerpo y quien estaba frente a ellos era una hechicera que poseía los conocimientos de una erudita llamada Chihiro-.
-Aya-san, ¿cómo explicas que la puerta estuviese abierta cuando irrumpimos? ¿Y tu uniforme escolar? -Me pilló el capitán del pelotón Antiskill 'in fraganti' con la falacia-.
-Hace poco el señor soldado irrumpió y nos salvó. Saben, estas niñas estaban muy asustadas, dijeron que 'un malo' las había secuestrado. Los tipos que peligrosos que me acosaron, para despistarlos, tuve que tomar prestado un uniforme de cierta escuela, de un casillero y cambiarme allá mismo. -Recurrí a Edward como excusa. Vestía militar, eso quizás era importante (lo que no se podía explicar eran los peces orientales, los cadáveres y otras cosas más).
-Sí, un malvado señor pelirrojo universitario cargó con mi amiga y conmigo como si fuésemos sacos de patatas desde el Jardín de Infancia. Dijo que iba a usarnos para experimentos o algo así. 'Gato con Botas-sama' rompió la puerta con sus botas. -Satako fingió estar asustada, algo que imitó la pequeña Nora con sobresaliente, e intentó convencer a los Antiskill-.
-Entiendo, en síntesis. Fuiste acosada por unos Esper peligrosos e intentaste despistarlos cambiándote de ropa, así que rápidamente te dirigiste al primer lugar más cercano donde pedir ayuda de las autoridades. Te viste involucrada con el criminal que estábamos persiguiendo y acabaste encerrada con estas dos niñas abducidas. Debo de suponer que el horrible paisaje ya fue fruto de nuestro perseguido. Para acabar, el sujeto militar desatrancó la puerta y os iba ayudar a salir. Hasta ahí todo bien, lo único no aceptable es por qué 'Gato con Botas-san' lleva uniforme militar... extranjero, Estadounidense. Todas ustedes quedan libres y serán escoltadas hasta sus hogares, señor 'Gato con Botas-san' o como quiera llamarse, nos acompañará a un interrogatorio. Necesitamos saber qué hace un extranjero militar joven en Ciudad Academia, y si tiene permiso. Ya lo sabe, hay demasiados espías y criminales interesados en asuntos de la Ciudad. ¿Algo que decir? Lo más seguro sea puesto en libertad en cuanto llamemos a su embajada, pero deportado. La responsabilidad recaerá en sus superiores. Pero dicho esto, le agradecemos su servicio desinteresado al ayudar a civiles de la urbe. -El militar parecía serio con Edward. Mi compañero mago tenía que inventarse algo en el momento o acabaría en mayores complicaciones. A decir verdad, él ya tenía experiencia en juicios e interrogatorios previos-.

Tres Antiskill masculinos bajaron sus armas e hicieron de escolta a Satako, la pequeña Nora y a mí, mientras tanto el resto se quedó a punta de fusil dirigiendo a Edward hacia alguna otra sala para ser interrogado protocolariamente. La gata se quedó indecisa y al libre albedrío, pero por razones aún más que enigmáticas persiguió desde la distancia a Edward maullando, como si intentase decirle algo a las fuerzas del orden en apoyo a su nuevo amo.
-[Edward-san, nos vemos en la entrada del edificio. Por favor, intenta escabullirte sin provocar mayores desórdenes]. -Dije en susurro a mi compañero mago militarizado antes de alejarme-.

Desde la ventana del pasillo de aquel edificio se veía el constante movimiento de efectivos en busca de esa persona llamada Redmond Sane. Tardé caer en la cuenta, él estuvo donde el incidente del laboratorio, era originalmente un amigo de confianza de la Nora conocida. Posiblemente en este tiempo estaba en la misma situación sin Nora. Había algo más en el ambiente nocturno que me molestaba incluso mayormente que las intenciones vengativas de Satako... esa sensación de frío.
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Mensaje por Admin Vie Oct 06, 2017 4:52 pm

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Aunque mi intención era ir a la habitación contigua, Yuka se me adelantó y salió a donde me encontraba con una niña que estaba casi seguro de que era Nora de pequeña. Podría jurar que se encontraba incrédula a lo que acababa de hacer. Solté una risita nerviosa mientras me encogía de hombros. Ver a un tipo con un tiro en las pelotas (que vaya puntería tenía, porque estaba apuntando a la pierna...) no era algo muy agradable de ver.

La madre de Nora empezó a gritarnos histérica y triste, ya que prácticamente "le habíamos arruinado la vida". Eso me hizo cambiar de humor completamente, mirándola bastante mal. ¿Le iba a destrozar la vida a su hija y ahora se quejaba por la suya?

Eran cosas como esa que demostraban que la genética no significaba nada. Tanto padres como hijos podían odiarse entre sí, o no sentir afecto entre ellos. Tal vez hubiera una reacción biológica para que no ocurriera, pero existían muchos casos también que el menor acontecimiento podía eliminar dicha reacción por completo, o prácticamente nunca haber existido... Al final, el afecto se generaba con las acciones, ya fuera por buenas acciones o por lavado de cerebro.

La pequeña pareció preocuparse por ella, ya que se acercó triste y recibió una fuerte bofetada a cambio. Lo que me sorprendió un poco fueron las palabras de Yuka.

¿Magia...?—cuando lo mencionó miré a mi alrededor, dándome cuenta de que la configuración de aquella habitación era efectivamente de un ritual mágico. Había estado tan centrado en lo de Nora que se me había pasado por completo. Sin embargo, el movimiento que había hecho con las bebidas había alterado ligeramente la fórmula, así que no podía percibir bien lo que haría.

Pero ella reveló el funcionamiento original del hechizo, que consistiría en convertirla en "La Muerte". Bueno... al menos en mi línea parecía haberlo logrado. Ya no solo la miraba mal, sino con desprecio. Poco me faltó para saltar hacia ella y pegarle un puñetazo, pero logré contenerme. Hacerle eso a una pobre niña... Estuve completamente de acuerdo con lo que me pidió Yuka: llevarnos a Nora y dejar esa mujer a su suerte. Pero... ¿No hacía mucho frío?

Music:

Tomé a la pequeña Nora en brazos y nos dirigimos a la salida, pero alguien ya estaba allí. Una joven adolescente con su ropa y bufanda completamente ensangrentadas. Sin olvidar un su cuchillo bañado en carmesí. Y... Me sonaba esta sensación... Fue ella la que confirmó ser una Nora Kailan más mayor, lo más probable la de nuestro "mundo". ¿Qué rayos hacía allí en aquella época?

Yuka se ausentó un segundo, y la chica que me había cortado el brazo se acercó lentamente al militar, que estaba detrás nuestra. Fue solo mirarla a los ojos un segundo y mi cuerpo prácticamente se apartó solo. Tal vez mi cabeza estuviera un poco aturdida por los efectos del alcohol, pero ese instante casi podía denominarse instinto. Mi cuerpo (y mi consciente de forma algo retardada) había sabido de inmediato que si me quedaba en el camino nos esperaba acabar hechos cubitos de carne.

El militar respondió ante tal amenaza aunque todavía seguía aturdido, dándose la vuelta y mirando a la joven con completo terror. Intentó retroceder a pesar del dolor, pero fue demasiado tarde. Soltó un grito y la Nora adolescente manejó el ensangrentado cuchillo. Quise taparle los ojos a la niña pero no llegué a tiempo, y presenció cómo todo su cuerpo se convertían en cachos de carne y vísceras.

Ay madre...

La pequeña Nora se abrazó a mí llorando. Yo reforcé el agarre y le cubrí la cabeza como pude, intentando que no escuchara nada más. Ahora la chica iba a por su madre... Y encima ella estaba de acuerdo, como si tuviera una última iluminación de arrepentimiento. No estaba en contra per se, pero si no había abandonado todo su afecto por su madre hacerlo la rompería aún más. Yuka había regresado y dijo apsrte que la sacáramos del pueblo de inmediato (además de taparle la vista, que ya hice).

Dejamos a Nora con una advertencia y salimos al exterior. No me extrañaba nada que me pidiera que le tapase los ojos, toda casa del vecindario estaba marcada en sangre, y había un montón de "restos de cadáveres" por las calles. Estaba mínimamente habituado por el incendio del circo, pero tanta sangre y carne me hizo vomitar allí mismo todo el alcohol que había tragado. Por suerte pude apartar la cabeza lo suficiente para que no salpicara en Nora.

Yuka me pidió que me esperara mientras observaba de nuevo al interior de la casa, aunque lo que escuché era el grito desgarrador de una niña triste. Había acabado con su madre a pesar de aún conservar su afecto... Lo que acabó por destrozar su mente completamente. No había remedio, así que empezamos a correr a través de las vacías calles (sin contar las vísceras), en dirección a fuera del pueblo.

Estábamos llegando al borde cuando se oyó un cristar rompiéndose y una especie de... roce fuerte y desagradable, que aun así parecía ahogarse un poco como si fuera hacia dentro. Me di la vuelta para ver un roto que se abría sobre la casa de Nora, expandiéndose una niebla negra... No, más bien, era como un agujero negro que se lo tragaba todo salvo a La Muerte. Porque casi que se podía ver, cubriendo a Nora de la destrucción.

...Jamás he puesto en entredicho que sean ilusiones tanto como hoy.—no había tiempo que perder, así que Yuka me ayudó a correr a toda pastilla (que era peor que atarte a un coche y que te forzara a correr), y de camino la gata de antes se me pegó a la cara, soltando un grito ahogado. Me la quité de encima con la mano libre aunque se quedó aferrada a mi hombro. No me la pude quitar de encima antes de que saltáramos al agua del puerto. Aguantando la respiración, noté un fuerte brillo aún con los ojos cerrados. Y con esa luz vino una corriente que nos arrastró a los cuatro al interior de las profundidades... O eso pensaba.

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Cuando noté que estábamos fuera del agua, solté la que tenía en la boca como el chorro de una fuente, con varios peces saltando alrededor por falta de oxígeno. Parecía un antro cerrado y moderno, juzgando por el techo. Pero no pude hacer nada antes de que el gata me saltara en la cara.

¡Gaaagh!—agarré a la gata de las narices e intenté quitármela de encima, solo soltando arañazos a diestro y siniestro (brazos diestro y siniestro, me refiero). Y si la soltaba volvería a atacar mi cara, así que estaba en un pequeño aprieto que me impidió observar los alrededores con detenimiento.

Cuando me llamó Yuka pidiéndome que siguiera cubriendo la vista a Nora, pregunté el por qué y miré a mi alrededor, dándome cuenta de dos cosas: la primera, que Nora estaba alejada de mí, y la segunda, que todo estaba lleno de vísceras. Habíamos salido de un genocidio para entrar en unos asesinatos en serie (o en masa?). Se oía una alarma y varios pasos acelerados en los pisos inferiores. Y por la estructura de la habitación, habría jurado que estábamos en el futuro... Espera, ese futuro no existía, así que debía ser simplemente Ciudad Academia.

Oímos a una cuarta persona en la habitación, resultando ser una niña vestida de gothic lolita con un libro en sus manos. Sin embargo, sus palabras denotaban demasiada madurez, entre ellas convertirnos en sus marionetas. Me puse a la defensiva como pude (mientras esa gata seguía arañando mi brazo, agh), pero Yuka pareció hacerse cargo del diálogo.


Al parecer era una especie de "vampiresa" (aunque algunas características no encajaban con lo que teorizábamos que poseían) y se acercaba más a un vampiro literario, así que no debía serlo realmente. Cuando Yuka se presentó como la Dama de las Nieves me confundieron con un "Gato con Botas" que se había enamorado de lo que seguía intentando arañarme los brazos.

Espera, ¿qué?—miré la gata con incredulidad, y ella me respondió con un zarpazo en la cara. Acabé con un enfado pasivo-agresivo que solo se notaba en mi rostro cansado.

Music:

...Y entonces nos dimos cuenta de que los pasos se habían acercado y un montón de lo que reconocí como Anti-Skills nos estaba apuntando con sus fusiles. Tardé un poco en alzar las manos, pero ya sabía medianamente el procedimiento. No era la primera vez que me pillaban borracho por las calles. Aunque nunca era quien conducía claro (no tenía carné, y mis capacidades de conducir no eran las más... seguras).

Yuka optó por decir parte de la verdad, y me usó como excusa para explicar que la puerta estuviera abierta. Una miembro de buen ver (se le notaba la parte superior del uniforme algo apretado, lo que significaba que era más voluptuosa de lo que parecía). Pero a mí me confundieron con un militar extranjero que posiblemente estuviera allí de manera "ilegal". Tenía que inventarme alguna excusa... Piensa... Piensa...

Um, Nee-san... ¿Qué día era hoy? Me duele un poco la cabeza...—no mentía, el alcohol me estaba afectando incluso después de expulsar parte de él.


Es... 4 de mayo—Parece que mi estado le llamó atención a la Anti-Skill, ya que me respondió como si comprendiera que estaba algo bebido. No era una buena forma de quedar bien delante de la gente, no...

Espera... ¿No estaba haciendo de espía en Ciudad Academia por aquellas fechas...? Apenas tuve irregularidades porque entré por vías oficiales que podían usar mi identidad oficial. ¡Así que podía revelar quién era también! Además.. recordaba que aquel día era conmemorativo también de...

¡Gracias! Ahora, quién era... Me llamo Edward Baskerville. Soy estudiante de intercambio en la aclamada Universidad Hideyoshi. Creo que tengo la cartera... por aquí...—metí las manos en los bolsillos del uniforme, buscando por todos los bolsillos la tarjeta de identificación. Tras unos minutos pude sacarla, pero no parecían ceder con las pregutas incluso después de eso.

——Identidad confirmada. Lleva aquí apenas un mes, y piensa quedarse hasta que acabe el curso.

——¿Y qué me dices de ese uniforme, chico? Parece auténtico, ¿de dónde lo has sacado?

Ah, esto...—miré el uniforme unos segundos, pensando en lo que era... ¡Ah, sí!—Es un cosplay de la Segunda Guerra Mundial. Me lo compré real para tener el mejor disfraz—sonreí un poco, aunque mi situación no era para sonreír.

——¿Qué hacías aquí,  "Gato con Botas-san"? —otra pregunta complicada, pero podía improvisar algo

Estaba en una fiesta, bebí más de la cuenta y se me pasó el toque de queda. Estuve caminando un rato y vi el edificio Anti-Skill...—recordé que la gata me estaba intentando arañar todavía—Me... acerqué para preguntar cómo volver, y esta gata se acercó a mí de golpe sin separarse. En todo caso... al llegar escuché un grito de auxilio de esta chica, así que entré de una patada a rescatarlas. Por eso el nombre...—la mujer me midió el nivel de alcohol mientras el jefe seguía preguntando.

——¿No eres un poco jovencito para estar sobrio, Gatocon botas-san?—había dado que tenía bastante alcohol en sangre, así que no se debebían extrañar que estuviera así.

En mi país tengo edad para beber... Soy inglés después de todo—empecé a murmurar el himno de Inglaterra sin querer, aunque tampoco me importaba. Entonces sentí un escalofrío—¿No hace un poco de frí...o?
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Mensaje por Admin Vie Oct 06, 2017 4:53 pm

Fabula END. Refert Tempus Nostris. PHASE.END (THE VAMPIRE WITCH:XVIII)
«Recuerda mi amiga, el conocimiento es más fuerte que la memoria y no debemos confiar en lo débil»
BGM Soundtrack


Satako, la pequeña Nora y yo marchamos escoltados por los Antiskill fuera del edificio que les hacía de cuartel general. En un primer momento, uno de los tres efectivos que nos hacían compañía nos fue guiando hasta un ascensor a la par los dos restantes nos seguían atentos por detrás.

La maga simulada niña y autoproclamada vampiresa comenzó a mostrar una expresión desesperante: antes de que intentase algo que pusiese en peligro a alguien, me arriesgué a agarrarle de la mano diestra con mi siniestra como a una niña. Para mi sorpresa, se mostró confusa y ¿agradecida? Hice lo mismo con la pelirroja y casi se echa a llorar de alegría, otra vez. Realmente nunca su ascendiente materna la había tratado como tal.
-Qué extraño, parece que no funciona el ascensor principal. Es la primera vez que pasa en mucho tiempo, después de todo en Ciudad Academia casi nunca falla nada. En esta situación será peligroso ir por las escaleras, sobre todo con el criminal huido: avisa a central para que nos dejen una vía libre y segura para sacar a las civiles. -Los tres Antiskill eran hombres fornidos y musculados de mediana edad que únicamente se distinguían por sus rostros y cabellos diferentes. El coordinador de los nombrados era alguien de cabello castaño corto pésimamente peinado, quien intentó pulsar botones del elevador sin respuesta del aparejo-.
-Aquí Antiskill 'id240' del grupo de resguardo de civiles, solicitamos una vía segura para proceder a la evacuación de estos. Repito, necesitamos una ruta garantizada para evacuar a unas civiles. -Uno de los guardias, quien llevaba el cabello también corto pero rizado y moreno, sacó de su peto un aparato negro de antena extremadamente larga que llamaban 'walkie-talkie' y pidió ayuda al otro lado tras pulsar un botón del lateral de este-.
-La ruta... más segura... son las escaleras norte... proceder con cautela... se han identificado dos intrusos más... una niña rubia vestida de 'cosplay gothic lolita' y... este frío... (Se corta abruptamente la comunicación con un grito ahogado) La Muerte está aquí para reclamar el precio de lo que hicisteis, Ciudad Academia. -Se escuchaba en alto volumen, no obstante habían demasiadas interferencias. Al parecer tenían problemas en la otra parte con alguien que conocía de sobra dado su voz de chica preadolescente dulce, que resonaba de pavor con aquellas palabras tranquilas y sonidos ambientales-.
-Tenemos que asegurar a estas dos civiles. Tú te vienes con nosotros, niña. Nadie engaña a Ciudad Academia, menos aún a los Antiskill. -El comentario del 'walkie-talkie' hizo que los tres escoltas uniformados se tornaran en contra de Satako. Ella era del Lado Mágico pese a ser una huída independiente de alguna sociedad mágica, pero estos tres guardias pertenecían al Lado Científico, Ciudad Academia. Sería cierto que pudiese haber provocado problemas por las pistas que dio en nuestro primer encuentro, empero serían mayores si la capturasen y revelasen que el enemigo es la magia. Satako se estaba poniendo nerviosa, debía de tranquilizarla y hacer tiempo de alguna manera-.
-Ya sé que llevo muy poco en esta ciudad como para entenderla, pero ¿no sería demasiado conveniente que una niña que escoltáis fuese una criminal? Si fuese así, ¿qué hay de los derechos de los menores? ¿No os habéis equivocado? Miradla, es inofensiva y está con su amiga. Si ella es criminal, entonces yo no soy una Esper. -Los sujetos asemejaban muy serios por su expresión de pocas amistades, aún así intenté excusarla para que la dejasen tranquila. Era obvio por el corto periodo que viví aquí y por los otros mundos similares que no debía de subestimar a Ciudad Academia y tenía que prepararme para lo que fuese-.
-Ojou-san... Debería de saber que en Ciudad Academia las apariencias engañan. La mayoría de los habitantes son estudiantes matriculados en el Programa Académico para lograr Esper como usted, el resto es personal adulto que supervisa a los menores, educa y protege, así como empresas privadas vanguardistas y laboratorios científicos de último grito. Debe de conocer que hay fracasos llamados Esper 'nivel cero', que muchos terminan lejos del alcance de la ley formando grupos criminales. Aunque esta niña no sea la líder, es muy posible que esté bajo órdenes de alguna pandilla. Deberíamos de darnos prisa o sufrirá hipotermia, está toda mojada, requieren de unas mantas térmicas urgentemente. -El mismo sujeto pelirrojo corto que dio la alarma de que Satako era intrusa de Ciudad Academia se quedó dubitativo por mis palabras, pero estaba claro que no iban a ceder y se iban a llevar a Satako para interrogarla y encerrarla. Nivel cero, esos eran los supuestos fracasos de Ciudad Academia, a quienes no les importaban nada; Nora era 'nivel cero' la última vez que la vi antes de perderse con aquella bufanda... Comenzaba a comprender el rompecabezas de por qué su venganza extradimensional-.

Fabula END. Refert Tempus Nostris. PHASE.END (THE VAMPIRE WITCH:XIX)
«Una vez más, bienvenida a mi casa. Ven libremente, sal con seguridad; deja algo de la felicidad que traes»
BGM Soundtrack


En un instante activé mis habilidades sobrehumanas de hechicera bajo un falso susurro a modo canción (debía de hacer creer que era parte de la habilidad Esper de Aya Yuka y no magia) y llevé agarradas de la cintura a las dos pequeñas fuera del alcance visual de esos guardias en dirección al pasillo supuestamente más seguro para la evacuación. Fue entonces cuando vi aparecer a Edward con la gata sucia y marrón desde un pasillo lateral a este, quien se hallaba escoltado (ya no en custodia, pues no estaba bajo el visor del fusil) por la mujer Antiskill que previamente había conocido.

Me detuve en la distancia cuando lo vi esperando que la guardia no hubiese escuchado la orden de dar caza a Satako, así de esta manera aguardando que el mago militarizado se diese cuenta de mi presencia. Satako no dejaba de observarme confundida por mis artes mágicas, mientras que Nora sentía curiosidad de cómo personas normales eran capaces de transgredir las normas naturales.

Esperé unos segundos bajo el amparo de la esquina del pasillo, ya que mi idea era usar posteriormente el mismo ascensor al que se dirigían. Parece que tuvieron los mismos problemas que mi previa escolta y el elevador no se movió por botones que pulsara la mujer uniformada.
-Ahí está, que no escape, 'Ojou-san', ¡no se deje engañar por esa inocente mirada y entregue a la niña! -El Antiskill pelicastaño líder de esos tres que me perseguían vociferaba desde la distancia, mientras susurraba maldiciones de por qué era tan rápida-.

La persecución seguía y no veía salida, ya que la Antiskill que escoltaba a Edward, quien al escuchar a sus compañeros también se unió al juego de 'atrapa a Satako' dejando libre al nombrado. Volví a agarrar a Satako y a Nora del talle con el objetivo de huir: en un primer momento pensé en gritarle a Edward para que noquease a la nombrada guardia e hiciese camino, pero no era opción cuando se escuchaban más pasos desde dicha dirección, así como voces de más Antiskill.

Hubiese podido deshacerme fácil de los tres que me seguían, pero dejaría desprotegidas a Nora y Satako, por lo que en cualquier descuido las podrían recuperar (al menos, la segunda), empero el mayor problema es que destacaría demasiado para ser una mera cantante Esper (podría poner en peligro el equilibrio de la Magia y la Ciencia, además de causarle inconvenientes a mi 'yo' de este mundo-tiempo).

Mi indecisión hizo el tiempo suficiente para que se acercasen más y más los tres Antiskill de detrás y la frontal, pero ocurrió algo inesperado: apareció el supuesto sujeto criminal pelirrojo y joven que perseguían desde el principio acosado por un grupo de Antiskill muy numeroso que cargaban fusiles consigo desde el lado de Edward. Los de delante comenzaron a dispararle sin más, al parecer tenían órdenes de atraparlo... aunque esté cadáver.

Me sorprendí que muchas de las balas que deberían de matarlo súbitamente tan solo cayesen de su cuerpo como si fuese de gelatina carmesí. Era herido, pero no mortalmente, sin embargo a dicho paso terminaría realmente acabado por el rastro de sangre y sus movimientos forzosos.

La situación empeoró aún más cuando apareció por los ventanales del pasillo un transporte de hélices, un helicóptero que parecía estar cargado de un foco de luz cegadora y de armas propias de guerras. Satako estaba a punto de hacer algún hechizo, pero no la dejaba al estar bajo mi brazo siniestro (ni tenía intenciones de que hiciese algo vampiresco y provocase un conflicto entre la Magia y la Ciencia).

Podría salvar al chico pelilozano con un «Rho Aias», sin embargo tenía miedo de que en la historia original él no debiese ser salvado o que se salvase de otra forma, vi a Redmond Sane como Chihiro y suponía que su final aún no era aquí. Mi actitud de correcta ante los viajes en el tiempo hizo que el helicóptero fusilara con una ráfaga de balas antitanque al chico, cuyo cadáver agujereado se desplomó sanguinolentamente en el frío suelo del corredor rodeado de Antiskill y surtido de trozos de cristal.

Cometí un grave error, no, ya teníamos en nuestro historial dos grandes fallos. La primera fue acudir a casa de Nora y no dejar que los hechos pasasen de manera natural, y la segunda, que Redmond Sane muriese antes de tiempo. Estaba también aquella gata marrón (pequeños granos de arena hacen dunas colosales) y Satako, que era muy posible haber metido la pata al evitar que hiciese lo que pretendiese hacer por su 'amiga': ella me respetaba mucho y por poderosa que fuese, ya dudaba de usar su magia sin mi permiso.
-Ed... 'Gato con botas-sama', corre hacia el ventanal roto, ¡rápido!. -Solo quedaba una vía de escape y era precisamente el precipicio artificial del edificio que ya se distinguía como muy alto. Me desbloqueé mentalmente y en un momento alcancé a Edward, a quien le di en custodia a Satako y a la pequeña Nora (este ya cargaba con la gata marrón). Lo agarré por debajo del brazo y salté al vacío. Casi cometo el error de llamarlo por su nombre y despertar sospechas sobre nuestra relación-.

Fabula END. Refert Tempus Nostris. PHASE.END (THE VAMPIRE WITCH:XX)
«Absenta es el afrodisíaco del alma. El hada verde que vive en la absenta quiere tu alma, pero tú estás a salvo conmigo»
BGM Soundtrack


No me di cuenta del todo sobre qué estaba ocurriendo en la base y entrada de la sede Antiskill. A pie de calle advertí de que se hallaba formando un gran espectáculo peliculero occidental: todo el perímetro estaba rodeado por furgonetas con sirenas activas, robots basura, barricadas temporales de vallas de PVC (sabía un poco que era lo que usaban para las instalaciones de agua potable en estos días en sustitución del clásico hierro, aluminio o cobre) y uniformados e uniformadas de azul, negro y blanco, mientras en un costado y cerca de unas ambulancias se encontraba un pequeño grupo Judgment que distinguí por su reconocible banda.

Esta dicha agrupación estaba conformada por dos jóvenes, de los cuales ya conocía a uno por mis recuerdos como Chihiro en aquella aventura del laboratorio oculto de Ciudad Academia. El chico pelirrubio llamado Saxor estaba junto a una chica de cabellos más claros largos, quienes parecían discutir algún asunto relacionado con los motivos que se hallaban allí. Solté a Edward y lo dejé a cargo de las dos niñas.

Al parecer, por su comportamiento y expresiones orales utilizadas, ambos estudiantes Judgment eran muy cercanos uno con otro y viceversa por su edad aparente. Posiblemente la muchacha estaba en su misma asociación o división, como en Ciudad Academia llamaban las subjerarquías dentro de las organizaciones. Sus palabras eran distinguibles entre el ruido ya descrito, incluso se podía escuchar sus ideas en voz alta.
-Entendido, así que según Takahara-sama nos envía por orden de Antiskill. Repasando nuestras órdenes, Saxor-dono, mientras yo acompaño a la chica llamada Aya Yuka al dormitorio exterior del Instituto Tokiwadai [de paso le pediré un autógrafo, era fan de su grupo musical hasta que se deshizo], tú llevarás a dos niñas a al orfanato Parque Ciprés del Distrito 13 tras dejar en cierta residencia para chicos adinerados extranjeros al sujeto VIP anglosajón llamado Edward Baskerville. ¿Es buena idea llevar las niñas a aquel orfanato? Una tal Saten-san dejó un comentario inquietante en la Web de Leyendas Urbanas, sobre experimentos con niños y niñas... ¿No sería mejor rastrear globalmente a algún miembro de su familia para que se encargue de ellas? -La chica parecía clara con lo que tenía que hacer, aunque no segura del todo por la constante repetición y repaso de los mandatos de sus superiores. Apareció el apellido de Takahara, sí, no había ninguna duda de que la triagente en el Advenimiento llamada Helen Takahara la Guido era quien organizaba y dirigía aquella División Judgment desde tiempos pretéritos-.
-Yumi-san, no nos podemos fiar de rumores infundados por estudiantes aburridas, tampoco debemos faltar a nuestras órdenes, pero si te sirve como consuelo, una vez allí puedo aprovechar para 'inspeccionar extraoficialmente' el lugar y observar que todo está correcto. También le puedo pedir a Takahara-sama que use su habilidad Esper sobre las niñas para observar qué realmente pasó aquí y a dónde de verdad debería de ser llevadas. Sobre el tipo adinerado, seguro qué es el típico borracho occidental inglés de cerveza negra caliente con petaca rellena de güisqui escocés caro silbando a todas horas alguna canción pegadiza de alguna serie televisiva de moda sobre conspiraciones elitistas. La verdad, hubiera preferido acompañar a Yuka-chan. -Por lo poco que sabía a través de la Nora de Ciudad Academia era que su relación era más profunda que simple amistad, y que Saxor parecía más responsable en sus acciones. No cabía duda de que era un chico responsable, pero aquí desprendía un aire de despreocupación que en Londres carecía. Verdaderamente, los dos adoraban a Nora y darían su vida por ella, tanto como para hacer pareja ambos... aquí no la han conocido por nuestra medida de salvaguarda, por lo que sus personalidades están igual de inalteradas que su concomitancia-.

Ellos dos no eran los únicos elementos destacables, lo era más otra personalidad. Una chica joven, de expresión madura, belleza de otro mundo, pelirroja y de atuendo acorde que algunos señalarían aquí de cosplay de manga de fantasía sobrenatural (aunque obviamente a ojos de una maga como yo, incluso de una historiadora, sería algo totalmente distinto) se descubría seriamente y solemnemente delante de nosotros.

Akane, la hermana de Chihiro y santa de la Antigua Roma, estaba allí de pie con su reliquia ígnea y ceniza en forma de mandoble colosal. Los Antiskill de alrededor estaban desconcertados y no dejaban de pedirle a punta de láser y fusiles que botase 'esa arma blanca', se identificase y se entregase a las autoridades.

Mi hermana, quiero decir, la hermana mayor de la erudita Chihiro cuyos recuerdos y personalidad yo estaba imbuida, ignoraba a toda Ciudad Academia, por su expresión y escudriñar visual atento podía entender que estaba buscando a alguien en especial y posiblemente, con permiso y orden de la Iglesia del Mal Necesario, tenía que hallar su objetivo que obviamente no podía ser Esper o civil de Ciudad Academia (las consecuencias serían desastrosas para los dos bandos), tenía que ser algún mago o maga de Cábala escondido en la urbe de la ciencia.

Estábamos de espaldas a ella, por lo que aún no se había percatado de nuestra presencia pese a que los demás presentes de Ciudad Academia sí, ya que es muy destacable que una muchacha salte desde tan alto cargando con un chico más corpulento que ella, que a su vez lleva consigo un animal y dos niñas, y saliese indemne con estos obviando las leyes de la gravedad (o así lo llamaban en la ciencia, por lo poco y justo que había escuchado).

Si hubiese sido en otro lugar, posiblemente ya me hubiesen colocado la etiqueta de superheroína y me habrían diseñado algún disfraz o cosplay con capa, pero era Ciudad Academia: aunque se sorprendían, no era tanto el impacto social, seguramente ya habían Esper capaces de hacer cosas iguales o al menos semejantes.

Fabula END. Refert Tempus Nostris. PHASE.END (THE VAMPIRE WITCH:XXI)
«¿Crees en el destino? ¿Que hasta los poderes del tiempo pueden ser alterados por un propósito? ¿Que el ser humano con más suerte en este mundo es aquel que encuentra el amor verdadero?»
BGM Soundtrack


Pretendí apartarme de su mirada y mezclarnos entre la muchedumbre presente, pero fue imposible, ya que pronto desde atrás descendía otra persona con expresión de pocos amigos a través de un ascensor previamente helicóptero, con lágrimas, pero con mirada psicópata de pretender masacrar a todo el mundo.
-No pude salvar al Sr. Jellopy, no pude hacer nada, no... Está muerto... ellos lo mataron, Ciudad Academia lo mató... Satako-chan, dónde está, al menos ella... ¡Satako-chan! Rápido, ven a mí o estarás en peligro... Dama de las Nieves... otra vez estás aquí para intentar salvarme, yo al final maté a mi madre, pensé que sería lo correcto, pero ahora veo su rostro en todas las demás personas y solo quiero matarlas. Tú, la chica de rojo que hizo todo aquello y además se puso del lado de la persona que le hizo daño a Arisa-chan y a la propia otra Dama de las Nieves... Tengo que MATARTE, así que no harás más daño a nadie. -La Nora con bufanda 'húmedosanguinolenta' había utilizado el helicóptero que vi como elevador exprés para descender a nivel suelo. Por lo que veía, los Antiskill que estaban en el mismo eran un amasijo casi irreconocible de dados cárnicos y viscerales que manchaban los cristales rotos e hierros doblados de los restos de este aparejo volador científico-.
-¿Nos conocemos? No te conozco de nada, 'familiar' empaladora. Lo siento mucho. ¿Eres la hermana mayor de mi nueva amiga? -Satako respondió ante el reconocimiento de la peligrosa Nora con total sinceridad e indiferencia. Probablemente era otro efecto junto la muerte del cabello lozano de llevarnos a la pequeña Nora con nosotros, ella nunca la había conocido. Aún así, pareció como un 'deja vu', ya que al menos se interesó un mínimo y se cuestionó si se conocían de algo (aunque quizás, seguramente era más por la similitud que tenía la pequeña Nora con esta). Por otro lado, miró de manera hostil a Akane... Sí, era seguro que ella fuese el objetivo de la Reina Roja-.

Satako se liberó de los brazos de Edward e intentó hacer algún hechizo, sin embargo yo la detuve enseguida con una mirada de seguridad cuya pretendía trasladarle 'no hagas nada, yo me encargo'. Era la ventaja de ser maga independiente sin afiliación, que cualquiera de la misma calaña podrían aliarse sin muchos tapujos. El haber dicho ser hechicera y demostrar mis habilidades hizo más fuerte esta alianza no firmada.
-¿Es tan confiable la 'Dama de las Nieves', 'Gato con botas-sama'?... ¿De verdad es la primera vez que nos conocemos? -Satako entabló conversación confusamente con Edward. También parecía bajo el influjo de algún deja vu o quizás, alguna visión, después de todo parecía utilizar magia basada en los vampiros literarios. Una de sus habilidades era tener visiones del futuro-.
-No sé quiénes sois ni me importa en absoluto, está claro que no sois de Ciudad Academia. Estoy aquí bajo las órdenes de la Iglesia Anglicana y Necessarius, tengo que poner en custodia a la hereje y salvaje huída de Brujas. Si no interferís, no os ocurrirá nada, ...obstaculizar mi trabajo y terminaréis siendo cómplices de la pecadora. Satako Takano, cualquier resistencia será vista por mí como una ofensa y por ello, bajo el respaldo de la asociación mágica que represento, serás inmediatamente eliminada bajo mi espada. -Akane fue clara, intensa y concisa con sus palabras, su objetivo era la maga Satako: si ninguno ni ninguna la molestaba, nadie terminaría siendo copartícipe de ella ni moriría bajo Aestus Estus y sus cenizas ardientes-.

Esta situación fue problemática, una encrucijada y un dilema para nuestra persona. Había tres bandos que elegir: ayudar a la Nora asesina como 'Dama de las Nieves' en su masacre personal, echarle una mano a Akane y traicionar a la anterior junto a la vampiresa Satako, o bien actuar y aparentar como Esper de Ciudad Academia ayudando en una situación problemática y descontrolada para ellos.

Todas las opciones conllevaban a apostatar a alguien y perder la confianza en el resto, era como hacerse monoteísta desde el panteísmo en una situación complicada, ya que seleccionar un divino implicaba abandonar los demás. Más peligroso incluso, inmediatamente nos atacarían los restantes bandos.
-[Edward-san, escúchame atentamente porque no tenemos tiempo. Céntrate en mantener a raya la magia de Satako y no la dejes actuar o todo se complicará innecesariamente. Mientras tanto, haré mi «Rho Aias» aquí mismo; sepáralo entre todos y todas los presentes, inclusive nosotros. Esto último, además de advertir nuestra categoría, nos dará un tiempo preciado antes de que Nora...-san o 'anesama'... quiero decir, «Imperatrix005» puedan dañarse, dañar o dañarnos. Usaremos ese instante para huir. Llévate a la pequeña Nora y a Satako donde está la ambulancia en donde se ubica el chico rubio que reconocerás como Saxor y su compañera. Usaremos el transporte como vehículo de huida y saldremos de aquí aprovechando la confusión y el gentío; haremos que Saxor y su amiga sean nuestros virtuales rehenes. Si algo falla, tendremos que utilizar como ardid B a «Excalibur» y tu grimorio para someterlas con la problemática grave que generaría a nuestros 'yo' de este tiempo-mundo, además de, ya sabes, crearíamos una brecha entre la ciencia y la magia]. «Rho Aias». -Le expliqué el plan casi maestro a Edward en voz baja, el cual puse en marcha de inmediato. Habíamos estado tanto tiempo juntos, que incluso en voces apagadas éramos capaces de entendernos. No podía elegir ningún bando por razones éticas, morales, normativos mágicos del hechizo y mi conflicto psicológico, así que lo más inteligente era no inmiscuirse de más en los hitos y eventos de ese tiempo-mundo, además estaba ese cielo nocturno agrietado que recordaba qué podría ocurrir-.

Era el momento en que Edward debía de segregar mi única barrera generada en mí en todas las personas presentes. Ya de por sí, mi complicada y poderosa magia llamó la atención de Akane con expresión de respeto y sospechas, mientras la Nora de la cuchilla manchada de sangre se quedaba confusa unos segundos sin entender qué pretendía o a quién iba a ayudar (seguramente pensaba que estábamos de su lado, como siempre había sido). Si todo había salido a pedir de boca, ya estaríamos 'secuestrando' a Saxor y su amiga, así tomando prestada una de las ambulancias. Estaba claro quién conduciría.
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Mensaje por Admin Vie Oct 06, 2017 4:54 pm

Music:

Los de AntiSkill me creyeron después del pequeño interrogatorio (en el cual tuve que responder un par de preguntas más en relación con el uniforme). Bajaron las armas que me apuntaban y se quedó conmigo la única Anti-Skill que no tenía sacada el arma de fuego, sino un grande escudo antidisturbios. Para ser más precisos, la que antes llamé "Nee-san". No tardó en acercarse a mí para darme una reprimenda.

¡Aunque tengas edad para beber, es un vicio muy peligroso! Nunca deberías beber tanto, piensa un poco en tu salud.—asentí, todavía un poco achispado, mientras me frotaba los brazos del frío. Tras un suspiro, ella me escoltó al exterior y caminamos hasta un ascensor que no funcionaba. Lo único que se oyó a través del walkie-talkie fue una estática—¿Hola? Responda—pero nadie contestó.

Sin embargo, no dio tiempo a nada más porque un grupo de Anti-Skill vino, pidiendo que atraparan a Satako. La nee-san Anti-Skill me dijo que me quedara allí quieto, y corrió hacia donde estaban Yuka y las dos pequeñas (era un poco decirlo cuando ninguna de las dos era Amy-tan...). Ella de mientras estaba intentando evitar a los adultos con sus reflejos de Hechicera, hasta que se oyeron bastantes pasos más y un hombre entró a donde nos encontrábamos. Se trataba del chico ido de la cabeza que me encontré en el sótano de aquel hotel, el de los brazos rebanados. No tardó casi todos los del cuerpo que se encontraban allí en disparar al intruso, lo que dejó una mueca de desagrado en la nee-san.

¡Mi madre!—las cosas se pusieron surrealistas cuando un helicóptero apareció tras las ventanas y empezó a disparar a Redmond sin discreción, a lo que me agaché a cubrirme instintivamente. El pobre chico no pudo durar mucho y acabó inerte en el suelo. ¿Aquello no era demasiado pronto...? Mientras me levantaba, Yuka me pidió que corriera a donde los ventanales rotos por las balas—¡¿Qué?!

Pero no había muchas alternativas más, y estábamos en medio de un tiroteo. Lo mejor era salir por patas de allí. Hice caso y corrí con todas mis fuerzas en esa dirección, mientras Yuka se colocaba junto a mí. Me pasó a las dos niñas, las cuales agarré en brazos, y mi compañera me agarró a mí, saltando al vacío. Me llegaron momentáneamente flashbacks de mi mala experiencia "saltando" en paracaídas. Al mirar abajo pudimos ver un montón de barricadas policiales alrededor del edificio, con un pequeño grupo fuera de dicho perímetro. Pude reconocer a la distancia que uno de los dos era Saxor, pero la chica desconocía quién era. Pero además, había una chica que se podía reconocer como Akane, la Matamagos. Quisimos escondernos entre la multitud, pero...

Music:

Ocurrió un enorme estruendo cerca de nosotros, y como para no verlo: El helicóptero que mató al chico de antes cayó desde el cielo y se estampó contra el suelo. De su interior salió la última persona que querría ver en esos instantes... la misma Nora que vimos asesinar a su madre. ¿Seguro que no era una alucinación provocada por los efectos del alcohol? No, porque Yuka y Satako también la reconocían. Tenía una sonrisa que solo podía tener alguien completamente loco, y lágrimas salían de sus ojos. Dejó bastante clara sus intenciones de rescatar a Satako y matar a Akane, mientras que esta última nos llamó la atención para que entregáramos a Satako si no queríamos morir. No solo eso, sino que Satako intentó hacer magia, para que Yuka se lo impidiera de nuevo. Me preguntó que si era confiable.

Y tanto. La Dama de las nieves siempre ayuda a quien lo necesita. Y es bastante efectiva—después de darle mi voto de confianza y vigilar porque no intentara hacer magia de nuevo, Yuka me explicó el plan... Que requería que condujera otra vez—The shield must protect everyone—formulé en inglés para que su Rho Aias protegiera a todo el mundo. Dudaba que nos sirviera en ese estado, pero un golpe al menos podría aguantar cada uno.

Si íbamos a fingir un secuestro, tendría que ponerme en el papel como pudiera... Akane iba a por Satako, así que si la alejábamos de Akane y nos acompañaba, suponía que Nora nos dejaría en paz. Tardé unos segundos de más que podían ser cruciales por culpa de mi cabeza, pero pudimos llegar a donde estaban esos dos. Saqué la pistola que había usado con el militar.

(Queremos llevar a estas pequeñas a un lugar seguro, seguidnos el rollo)—apunté con la pistola a la de pelo plateado—¡Adentro, ahora! ¡Vamos, vamos!—dejé a la pequeña Nora en la parte de atrás y a Satako, mientras empujaba a Saxor y la peligris al interior también. El rubio pareció reticente al principio, pero al ver que las niñas no parecían secuestradas, accedió. Yuka de mientras sacó al conductor del vehículo y entré yo a dicho asiento.

Music:

Pero por lo embriagado que estaba, no pude percatarme de tres errores en el plan, que tampoco llegué a pensar hasta que era demasiado tarde. El primero, que yo conducía. El segundo, que estaba achispado como poco. Pisé el acelerador y dimos marcha a toda pastilla. Aunque... No tardé en darme cuenta de que me estaba desviando a los laterales muy rápidamente. Pegaba giros bruscos para no salirme de la carretera, y acababa yendo en zigzag. Encima tampoco veía bien lo que había a mis laterales por la velocidad, y reaccionaba bastante tarde. Menos mal que a esa hora prácticamente no había nadie por las calles. Había una mosca en el parabrisas, y la aplasté con la mano.


¿...?—no era una mosca, porque mi mano tocó el cristal, y era fijo en la carretera. Era...

«Quarto Equitem - Plaga Oxydatum»

...Creo que se me olvidó el tercer detalle, ¿no? Era simple... En ese momento, Saxor no podía estar solo. No le habían estado vigilando constantemente por nada. Ellos habrían estado también allí, y que tres magos se llevaran deliberadamente a su objeto de estudio era una señal tanto buena como mala para ellos. Los que habían estado vigilando habrían avisado a sus compañeros, y nos habían tendido una emboscada.

¡Mier...!—frené demasiado tarde. El encapuchado golpeó el asfalto con la copa y el mismo se empezó a agrietar y a burbujear. Cuando llegamos las ruedas se hundieron en el asfalto podrido, y habíamos quedado completamente atrapados. Otra más se acercó, y por la pistola que tenía en la mano sabía que era mi madre.

¡Cariño~~~! ¡Entréganos al chico rubio y no te haremos daño~!—...Los que fueran que estuvieran vigilándole en el edificio de Anti-Skill estarían también al caer. ¿Es que nuestras acciones habían acelerado todo...?
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